PAMPLONA. El ultrafondista tafallés Ricardo Abad completó la primera fase de su proyecto Península Solidaria, consistente en recorrer a pie desde Tafalla los cerca de 4.500 kilómetros que bordean todo el litoral de la Península Ibérica. Esta particular prueba de cross tiene al mismo tiempo un propósito solidario ya que junto a la hazaña deportiva, Ricardo Abad está vendiendo camisetas y recaudando unas ayudas económicas que irán destinadas a las personas discapacitadas. Los beneficios que se obtengan con este proyecto los entregará a dos asociaciones que trabajan con este tipo de personas, como son la navarra Anfas y Xalets, un centro de educación especial ubicado en Sabadell.
Ricardo Abad partió de Tafalla el pasado 19 de septiembre y aunque su intención inicial era haber llegado en esta primera fase hasta Tarifa, una serie de problemas físicos y los retrasos sufridos en algunas etapas le hizo llegar, en los días que tenía disponibles en su periodo de vacaciones, hasta la localidad de Motril, en la provincia de Granada. De este modo, ha completado 1.750 kilómetros en 224 horas y siete minutos, corriendo una media de 77 kilómetros diarios, distribuídos en 23 etapas, todo un récord. Según comentaba él mismo en su blog personal, después de haber regresado a Tafalla "el balance ha sido muy positivo. Lo mejor de todo es que no me encuentro cansado y ya tengo ganas de calzarme las zapatillas, apenas he perdido un kilo de peso, eso es señal de que he recuperado muy bien".
El viaje, en el que ha tenido de recorrer toda la falda de los Pirineos para llegar hasta la costa de Girona y desde allí descender por todo el litoral mediterráneo hasta Motril, no ha estado exento de problemas e inconvenientes. Durante la primera semana el itinerario le resultó muy duro con las fuertes pendientes que tuvo que atravesar, que le obligaron a dosificar sus fuerzas y a afrontar el reto en días de altas temperaturas. Una vez que llegó a la costa, la carrera se hizo más agradable, pero entoces surgieron los problemas físicos: dolores de tripas, problemas en la rodilla derecha, el catarro... Y la principal adversidad, unas ampollas en las plantas de los pies que le impedían pisar con normalidad. "He trabajado muchísimo mi capacidad de sufrimiento -manifestó Riki- ya que las dos primeras semanas fueron realmente duras. He aprendido mucho en este viaje y me servirá mucho para retos futuros. También he conocido a mucha gente, gente que se ha volcado con nosotros y que nos han ayudado muchísimo -añadió- pero con lo que, sin lugar a dudas me quedo, es con haber llegado a los niños, ellos han estado todos los días animando, desde los pequeños, hasta los más mayores".
Especialmente agradecido se mostró con las personas que le han acompañado: el ciclista Pedro Torrano y el encargado de la logística, Mari Lizarraga, que con su camioneta de apoyo preparaba las comidas, lavaba la ropa y concertaba previamente los lugares de alojamiento. También ha contado con la inestimable colaboración del masajista Ignacio Caballero. "También me gustaría agradecer a todos los patrocinadores, ya que sin su apoyo esto no hubiera sido posible. Hay que recordar que esto es un punto y seguido, y que en primavera volveremos a Motril para bajar hasta Tarifa, regresar por Portugal y la costa cantábrica, hasta Tafalla" y así completar los 4.500 kilómetros de Península Solidaria en favor de las personas discapacitadas.