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La madre de todas las curvas

mañana (22.00 horas) los pilotos de motogp correrán en laguna seca, california Allí se enfrentarán al legendario "Sacacorchos", una "chicane" en bajada con cerca de un 25% de desnivel

La madre de todas las curvas

pamplona. El Mundial de motociclismo llegará esta noche, con los entrenamientos cronometrados (22.45 horas, Teledeporte), a su novena cita, que llevará a los pilotos (sólo a los de MotoGP) al circuito californiano de Laguna Seca donde se encuentra ubicado el famoso Sacacorchos, una curva que quizás sea, junto con la tristemente célebre curva Tamburello (donde falleció el piloto de Fórmula 1 Ayrton Senna en el circuito de Imola, en 1994), el giro más famoso del mundo.

Oficialmente, el Sacacorchos es una chicane (porque debería servir para reducir la velocidad), aunque en la práctica es mucho más que eso. La unión de las curvas 8 y 8A (Laguna Seca tiene once en total) desemboca en todo un espectáculo visual para el espectador, un examen final para la estabilidad del chásis y el grip de los neumáticos, y un desafío para la técnica de los pilotos, que encadenan endiabladados un doble giro más propio de los descensos de slalom en esquís que de una carrera en motos de más de 200 caballos de potencia y 150 kilos de peso.

Esta chicane -cuya última parte se debe empezar a trazar a ciegas- tiene un 25% de desnivel en bajada. Es decir, un turismo normal sufriría -y bastante- para subirla.

mucho más que una curva El Sacacorchos no es sólo una enrevesada chicane dentro de un circuito ratonero, plagado de subidas y bajadas que se mimetizan a la perfección en un entorno totalmente natural. El Sacacorchos les brinda a los pilotos la posibilidad de entregar un plus de ellos mismos, al margen de las limitaciones propias de sus máquinas.

Y si no que se le pregunten a Valentino Rossi (Yamaha). En 2008, Il Dottore protagonizó -junto al entonces campeón del mundo, el australiano Casey Stoner (Ducati)- una de las carreras más infartantes que se recuerdan, y el Sacacorchos figuró entonces como el eje central.

Ya en el primer giro, el hoy líder del Mundial, el mallorquín Jorge Lorenzo (Yamaha), acabó en el suelo por pisar la arena de la mítica curva.

Tras unos entrenamientos en los que Stoner había marcado la pauta y tras los cuales parecía que la carrera iba a tener un dueño y señor vestido de rojo Ducati, Rossi demostró por qué 2008 acabaría viéndole coronarse como campeón del mundo.

Enzarzados en un portentoso mano a mano, italiano y australiano llegaron a la chicane con una ligera ventaja de Stoner, que entró primero en la curva 8, aunque fue entonces superado por Il Dottore, que no pudo evitar entrar algo colado a la peligrosísima 8A.

Y ahí llegó la auténtica exhibición. Donde Lorenzo había salido tan mal parado en la primera vuelta, Rossi culminó -cuatro giros después- todo un alarde de sangre fría y un excelente dominio de su máquina, pisando la arena y volviendo a la pista, en una maniobra que los fans de Stoner (que acabó segundo tras una leve caída poco después) no dudaron en tachar de polémica.

Sin embargo, Rossi ya había tirado la piedra y no escondería el brazo en lo quedaba de Campeonato. Aquella curva supuso, hace dos años, un punto de inflexión en el Mundial. Un soberano mazazo sobre una mesa que acabaría perteneciendo, por derecho propio, a Valentino Rossi.

panorama distinto La última edición del Gran Premio de Estados Unidos fue un auténtico recital del catalán Dani Pedrosa, que se adueñó del circuito, monopolizando el liderato desde la primera curva. Sin embargo, también entonces el Mundial acabó cayendo del lado de Rossi.

Este año, en cambio, el cuadro pinta mucho más complicado: Rossi llega a su segunda carrera tras la caída en la que se fracturó -hace algo más de seis semanas- la tibia y el peroné, y casi sin opciones matemáticas de cara al Campeonato; Stoner ya no disfruta de aquel látigo llamado Desmosedici GP7 con el que en 2007 fustigó a sus rivales, asombrando a propios y extraños; Dani Pedrosa venció hace una semana en Sachsenring (Alemania), demostrando que tanto él como su moto por fin funcionan a la perfección; y añádanle, además, que hay un joven mallorquín llamado Jorge Lorenzo dispuesto a emular al mejor Rossi de todos los tiempos...