HUESCA. El Peñas se encontraba con la decoración idónea para escaparse en el electrónico con nueve de renta al final en un 24-15. Esperanzas en el inicio del segundo parcial cuando el equipo de Navarra, punto a punto, con mucho esfuerzo, se ponía sólo a cinco puntos con un 24 a 19.
Pero fue un espejismo ya que los oscenses, con más riqueza en su banquillo y más rico en sus recursos rompía de nuevo el electrónico hasta una máxima renta de 36-20. Los oscenses estaban muy fluidos en el ataque, mientras en el equipo de Pamplona sólo Lee mantenía las pulsaciones con 16 puntos anotados. En el último minuto, Salsón y Llorente anotaban para disparar el luminoso ubicado al final en 47 a 28.
El guarismo reflejaba lo sucedido y la falta de juego de un Grupo Iruña desconocido, que en defensa nunca supo frenar a los peñistas. En el tercer cuarto, el Grupo Iruña pareció despertar y recuperó su espíritu característico, con cuatro jugadas seguidas en el ataque de tres puntos, dos lanzamientos triples y dos jugadas en dos más uno.
Ello redujo las desventajas hasta un 51-40. Un conjunto pamplonica mucho más agresivo en defensa y con un Chris Lee imparable en la pintura. Los de Jareño se fueron metiendo en el encuentro (63-52). Al final, los errores fueron más que las virtudes en el equipo de Pamplona, derrotado con justicia y dando vida a los peñistas. Mal momento el que atraviesa el equipo, si bien Lee demostró ser un jugadorazo.