Pamplona. Un email llegó hace unos meses al instituto en el que trabaja Iban Sanz. En él se solicitaban músicos y bailarines para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y, Sanz, profesor de música y baterista en un instituto inglés, no quiso dejar pasar la oportunidad y se presentó a la preselección.Tras ser aceptado y participar en la cita, el pamplonés de 37 años, afirma que ha vivido una de las experiencias más satisfactorias de su vida, tanto en lo personal como en lo profesional.
¿Cómo le surge la posibilidad de tocar en unos Juegos?
Yo me dedico a la música, toco la batería y doy clases en un instituto. Los organizadores del evento olímpico enviaron al instituto un correo electrónico en el que pedían bateristas y bailarines, y yo decidí apuntarme. Del instituto fuimos varios a la preselección, dimos nuestro nombre e hicimos dos pruebas -una en diciembre y otra en enero- y cogieron a tres profesores del instituto, yo uno de ellos. Acepté participar sin pensarlo.
¿Tenía alguna idea de cómo iba a ser la ceremonia?
En el primer ensayo Danny Boyle nos comentó lo que quería hacer. Nos enseñó una maqueta del estadio y nos explicó un poco lo que quería transmitir con la ceremonia. Hay una serie de protocolos olímpicos que se tienen que llevar a cabo, pero él al ser director de cine quería transmitir algunas cosas, sobre todo dar a conocer la realidad multicultural anglosajona. Veías la big picture de lo que iba a ser la ceremonia, pero estaba claro que ellos se guardaban varias cosas. El momento de Mr. Bean nos impresionó mucho por ejemplo. En los ensayos solo oíamos la música de las cosas que se querían guardar con máximo secretismo. El tema del pebetero también era secreto nacional. Veíamos a niños llevando cosas, pero no sabíamos qué hacían ahí. En la ceremonia nos dimos cuenta de que esos niños se encargaban de encender la llama olímpica.
¿Qué funciones eran las que tenía que desempeñar en la inauguración olímpica?
Yo tenía que hacer dos cosas. En la secuencia de la Revolución Industrial, en la que Boyle quiso hacer una representación de la película Metrópolis, yo era baterista. La visión que tenías era la de estar en una fábrica gigantesca. Luego trabajé de baterista moviendo a la gente. La pena fue que el sonido de la televisión no hizo justicia al ruido que se escuchaba en el lugar. El estadio retumbaba.
¿Les dijeron algo antes de empezar la ceremonia?
Nada. Los ingleses son muy estoicos y se llevaba todo con mucha normalidad. Es su forma de hacer las cosas, de manera muy sobria. Se les notaba muy orgullosos de su trabajo pero todo fue muy relajado, sin alegría desmedida.
¿Qué sensaciones tenía antes de empezar?
Por un lado, después de tanto ensayo ya andaba cansado. Quería hacerlo ya, aunque no estaba excesivamente nervioso. Conforme iba avanzando todo, la excitación crecía y pensabas "soy parte de algo único". Usain Bolt pasó a dos metros de mí y se puso a bailar con los percusionistas que estábamos ahí. No conseguía creerme que los velocistas jamaicanos bailasen con nosotros y empezamos a tocar más fuerte. Llegaba un momento en que tus ojos no podían procesar tantas sensaciones distintas.
¿Y no pusieron problemas para hacer fotos y vídeos?
No se podían hacer fotos ni grabar pero a pesar de ello nadie cumplía la norma. Se acerca Muhammad Ali a tu lado y tienes que aprovechar el momento porque no lo vas a volver a vivir. Al fin y al cabo eres un puntito entre toda la multitud, no molesta tanto lo que hagas. Ponían carteles diciendo que salvásemos la sorpresa para la gente, que las fotos y vídeos que hiciéramos no los subiéramos a Internet. Intentamos respetar todo lo que pudimos la normativa, pero ni siquiera los de seguridad nos pusieron trabas.
¿Cuál es su opinión del resultado final de la ceremonia?
Gran Bretaña es muy multicultural y supieron explotar este aspecto de la mejor manera. Tienen una cultura inclusiva y lo reflejaron de forma muy dinámica. ¡Estaban hasta los Sex Pistols! En la ceremonia se encontraron a la vez la identidad inglesa antigua y la actual.
¿Cree que se olvidaron un poco de los Rolling Stones dejando a Paul McCartney solo al final?
Los Beatles son más importantes que los Rolling. Los de Liverpool son el grupo inglés por antonomasia. Todos esperábamos que se cerrase la ceremonia con algo de ellos. No me sorprendió en absoluto porque para mí no hay ningún debate sobre quién es mejor.
¿Podría darnos algún dato de la ceremonia de clausura?
Se sabe que estarán Muse y Coldplay. De hecho me ofrecieron trabajar también en la ceremonia de clausura...
¿Y qué hace por aquí?
Mis vacaciones son en agosto. Para mí venir a Navarra en agosto es sagrado. La piscina, las fiestas de los pueblos, la familia, los amigos...Eso no lo perdono.
¿Y algo más sobre lo que nos encontraremos en la clausura?
No puedo decir más. Sé que la gente irá disfrazada con trajes de La Naranja Mecánica y que los tiros irán por ahí. Será una ceremonia más relajada y menos histórica, pero habrá alguna sorpresa grande seguro.
Pudimos ver imágenes de la serie Cuéntame
Cuando repasé la ceremonia al día siguiente me sorprendí mucho al ver a Imanol Arias. No conozco el motivo por el que se proyectaron esas imágenes, me quedé en shock y luego me reí mucho.
¿Cree que cada vez hay más unión entre el deporte y la música?
Tanto el deporte como la música generan reacciones y sensaciones extremas. Un ejemplo claro es la canción We are the Champions de Queen, que siempre está presente en todas las victorias. A la emoción de ganar siempre le unes una música que te despierta algo por dentro. Van de la mano y hacen que el espectáculo sea más espectáculo todavía.
¿Ha sido esta ceremonia un antes y un después en la historia del olimpismo? ¿Si Madrid se hiciese con unos Juegos Olímpicos podría competir al mismo nivel?
Inglaterra es una potencia musical y ellos explotaron al máximo este filón. Cualquier género musical que te imagines ha nacido allí. Dieron con la tecla exacta.
¿La considera la mejor ceremonia de la historia?
Pekín fue una demostración de fuerza y precisión, allí se gastaron mucho dinero. Quizás esta ceremonia no haya sido la mejor, pero con el presupuesto que tenían lo han bordado. Ellos no podían competir contra Pekín porque no disponían de tanto dinero y tiraron de imaginación. Danny Boyle consiguió hacer un fresco o imagen completa de la cultura británica.
¿Se ha notado la crisis?
Ir a Londres de turista es caro. La relación calidad/precio no es muy buena y encima llegaron los Juegos y todo el mundo subió los precios . La gente se espantó. Por otro lado, los patrocinadores además se quedaron muchas entradas y luego la gente no fue. Una entrada para la inauguración costaba mil libras, si a eso le unes que Londres ya de por sí es muy caro y se subieron los precios... La mayoría debe pensar que ya irá a Londres en septiembre cuando todo esté más tranquilo y barato.
¿Los participantes de la ceremonia estaban en algún lugar ubicados?
Teníamos unos pabellones para cambiarnos de vestuario en la ceremonia, pero podíamos campar a nuestras anchas por la Villa Olímpica y el estadio. Era como andar por casa.
¿Cuántos días de ensayo fueron necesarios?
Empezamos los ensayos la última semana de mayo y en el estadio ya ensayamos en julio. Hicimos unos quince. A veces estábamos sin parar todo el día, trabajábamos desde las doce de la mañana hasta las doce de la noche.
¿Danny Boyle siempre les acompañaba?
No siempre. Danny Boyle era como el Gran Hermano. De vez en cuando aparecía por ahí. Nos agradeció a todos uno por uno el haber tomado parte en los Juegos, nos dio un diploma acreditativo de participación y un libro de la ceremonia. Se portó muy bien con nosotros y además se mostraba receptivo a sugerencias que le hacíamos. Recuerdo que le sugerimos modificar las baquetas para tocar y al final las cambiamos por lo que proponíamos.
¿Y qué más se lleva consigo de esta experiencia?
Para mi currículum es un buen escaparate y además he hecho muchos contactos con otros músicos con los que espero que me surjan nuevos proyectos. Esta fue la mejor forma de pagarnos el trabajo de tantos días.
¿Y qué dicen de todo esto su familia y amigos?
Se ríen y dicen que me han visto por la televisión. Todo el mundo alucina con la experiencia que he vivido. Yo no podía ni hablar al final de la ceremonia. Como profesional de esto, una ceremonia de inauguración tan musical fue algo mágico. Estas acostumbrado a verlo por la televisión y es surrealista haber estado ahí. Por fin le pude decir a mi madre con contundencia que la música me había dado algo de verdad.
Dejando de lado lo deportivo, ¿qué cree que es lo mejor de los Juegos?
Después de la ceremonia nos fuimos a un pub y allí nos encontramos con gente de todas las delegaciones. Es un punto de encuentro de personas de muchas culturas y eso es lo más importante. A través del deporte puedes llegar a conocer y relacionarte con gente con la que, de otra forma, nunca tendrías la oportunidad. Hay medallas y competiciones pero lo más importante es poder compartir experiencias con personas diferentes. Eso me molesta un poco de los americanos. El Dream Team de baloncesto no está en la Villa Olímpica, los jugadores están en un hotel de cinco estrellas con todo tipo de lujos y pienso que se están perdiendo lo mejor de la cita y el espíritu olímpico.
A pesar de ser músico y estar trabajando para la apertura, ¿pudo entablar conversación con algún deportista?
Sí, estuvimos con algunas jugadoras de la selección serbia de voleibol tomando algo en la Villa Olímpica. Eran gigantescas. Empezamos a hablar con ellas y nos parecieron muy simpáticas. Al final acabamos conversando con unas cervezas. Te das cuenta de que la gente es muy normal, sobre todo las personas que no viven rodeadas de cámaras y noticias todo el día.
¿Y compartió algún momento con alguien de la delegación española?
Tuve la oportunidad de estar cerca de ellos durante la ceremonia de apertura ya que nosotros tocábamos los timbales para que se movieran al entrar en el estadio. Íbamos pegados a la selección de baloncesto. Al pasar Gasol con la bandera, le grité "¡dale caña a los americanos!", no se lo esperaba de un voluntario del evento, y al verme se volvió hacia mí y me sonrío.
¿Cómo valora la participación de España en Londres?
Aunque resulte paradógico, no sigo mucho el deporte. Me gusta el baloncesto pero mi deporte favorito es la pelota, y no tenemos la suerte de que sea una disciplina olímpica. Scariolo, el entrenador de la selección de baloncesto, no me gusta demasiado, pero tiene la suerte de contar con una gran generación de jugadores. La eliminación del fútbol quizás fue lo más sorprendente. The Guardian aprovechó para reírse un poco la eliminación porque creía que la selección española había demostrado mucha soberbia antes de debutar en Londres.
¿Tocar en unos Juegos ha sido lo mejor que ha hecho en su vida?
Ha sido algo irrepetible, como diría un músico es un hit pero espero poder seguir haciendo cosas grandes, sobre todo a raíz de los contactos que he hecho durante los ensayos y en la ceremonia. He aprendido muchas cosas estos días que pretendo enseñar a mis alumnos.