leitza. Inaxio Perurena sigue entrenando a destajo para batir su propio récord de 300 kilos. Solo 20 días después del segundo intento fallido, el de Leitza entrenó ayer a puerta abierta ante multitud de vecinos que se congregaron en el frontón Amazabal para mostrarle su apoyo. Al igual que en el último intento, el harrijasotzaile levantó sin problemas las piedras de 200 y 250 kilos, pero no pudo con la de 300. Esta vez consiguió alzarla incluso por encima de los hombros, pero le faltó el último impulso para entrar en el selecto club de los cuatro hombres que han podido con los 300 kilos: su propio padre, Mieltxo Saralegi y Josemari Otaegi. Foto: elene arrazola
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