El rugby se hace sitio en Funes
40 JÓVENES RIBEROS FORMAN UN EQUIPO SÉNIOR PARA COMPETIR EN SEPTIEMBRE EN LA LIGA VASCA
LLEVAN desde diciembre hartándose de golpear sacos, empujar con fuerza, abatir colchonetas, echar sprints, levantarse unos a otros del suelo y coger las costuras del balón oval, que cada vez dominan con más soltura. Es el rugby un deporte que castiga al confiado y que permite gozar al picapedrero, al que se lo lleva trabajando tiempo y cree, aunque los resultados no lleguen, que ese es el camino para llegar lejos o al menos para hacer camino. Así que en Funes se han puesto a ello, a trabajar sin descanso desde antes de Navidades para que ahora casi 40 chavales de la localidad y de pueblos cercanos (Peralta, Marcilla, Falces, Villafranca y Tudela) ya puedan empezar a partirse el pecho en un campo de rugby.
Entrenan dos días por semana en las instalaciones municipales y así han creado un equipo sénior, y de hecho están haciendo piña para poder alumbrar otro conjunto de categoría cadete (bienvenidos serán nuevos efectivos), pero esto no es ningún milagro, sino que sale a la luz a base de tajo, de caerse y levantarse una y otra vez, a base de que el entrenador Juan Carlos Olea, exjugador de rugby, uno de los más fervientes seguidores del deporte en Funes y el único árbitro en Navarra que pita en la Liga Vasca, diera la paliza con sus consejos y ejercicios a esta hornada de muchachos que en septiembre van a estar ya listos para competir en la Liga Vasca. Será un reto en el que poco tienen que perder y mucho que aprender en torno a equipos como La Única, el Iruña Rugby Club u otros como el Gigantes de Navarra.
Precisamente, el pasado sábado 13 de abril (a este día corresponde la fotografía adjunta), contra los Gigantes de Tudela, los chicos del Club Multideporte Rugby Funes debutaron en un amistoso celebrado en la capital ribera. Se trataba del primer derbi ribero de una temporada que se presume dura y apasionante. Perdieron los funesinos 34-14 en un encuentro con buena disciplina y actitud estupenda. Hace apenas una semana el equipo aragonés del Ejea también les derrotó 44-0 en otro partido preparatorio. El marcador son gajes de la inexperiencia, porque muchos de ellos pisaban por primera vez un campo de rugby. El rodaje y los golpes pasarán. Llegarán los ensayos, las marcas y las transformaciones, las alegrías y los terceros tiempos, la satisfacción del que cumple con su meta. Cada vez está más cerca el día en que Funes pueda presumir de un equipo de rugby entre grandes. La marea azul se dejará sentir pronto.