pamplona. ¿A quién le daría una brújula para que no se perdiera?
Posiblemente a algún político, a alguien con poder.
Hay quien pierde los papeles en los raids, cuando tiran el mapa que llevan consigo para orientarse y no perder la ubicación... ¿Quién cree que ha perdido los papeles?
Los papeles los hemos perdido todos últimamente, pero a los banqueros les vendría muy bien un mapa para no perderse.
¿Falla algo en nuestro sistema?
La avaricia y el dinero, los dos grandes motores que manejan todo.
¿Qué piensa cuando lee aquello de 'esto lo vamos a sacar entre todos'?
Como en mi deporte, uno debe caminar solo para competir, ganar y perder. En la vida misma pasa igual.
Sin embargo, parece que la sociedad y el deporte van en direcciones opuestas...
Por ejemplo, el tenista trabaja y entrena solo y en los deportes colectivos ganan los jugadores y pierde el entrenador; pues en la sociedad es a la inversa, pierde el colectivo y gana el que manda.
¿Cree entonces que cada cual debe ser quien empuje y no a nivel grupal?
Si queremos cambiar la sociedad, la fuerza debe venir de cada uno a nivel individual; empujar todos a la vez, sí, pero que cada uno sepa qué tiene que hacer.
¿Lo dice por quienes puedan nutrirse del trabajo colectivo?
Hay gente que se aprovecha de la fuerza ajena y luego sacan rédito. Si yo no me aprovecho de nadie, que tampoco nadie lo haga conmigo.
No le gustan los tramposos...
No, son uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Me da mucha rabia estar pagando una hipoteca, seguir las reglas y ver cómo otros se las saltan y hacen trampas.
Habrá quien también en su deporte coja algún atajo para llegar antes a la meta...
Los atajos no conducen a ninguna parte. En mi deporte, quien acorta sin permiso y no sigue las balizas y el mapa, se descalifica; la Justicia debería hacer lo mismo.
¿Cree que en España la Justicia no es aplicable de igual a igual?
Creo en la Justicia, pero lo que vemos cada día al leer un periódico o al ver la televisión es que no es igual para todo el mundo, eso es algo evidente y muy molesto para quienes pasamos miserias cada día por sacar las cosas adelante.
Reza el refrán aquello de 'Hecha la ley, hecha la trampa'. ¿No ve demasiadas lagunas en el actual sistema?
Eso ocurre en todos lados. En nuestros mapas, por ejemplo, hay carreteras que no están permitidas y hay quien se las salta por ambición, afán de victoria y puntos, pero sabe que no está bien y para mí no tienen el mismo sabor después.
Damos la sensación de querernos saltar algunos capítulos de la narrativa de la vida, con el fin de llegar antes a los sitios, ¿no lo cree?
Queremos ir demasiado rápido, queremos adelgazar 10 kg en un mes o aprender inglés en una semana, saltándonos en ocasiones las reglas.
Totalmente contraproducente...
Así es, el camino rápido o más corto no es siempre el mejor.
¿Lo importante en su deporte es participar?
Siempre. En el deporte es la base de todo, pero no excluye el competir y darlo todo en cada momento.
¿Envidia la radiación mediática de otros deportes y la masa social que arrastran?
En algunos aspectos sí, pero en la mayoría de ellos no mucho, la verdad. Nuestro deporte no es viable en los medios, no aglutina tantísimos miles de aficionados y no mueve o genera ese dinero.
¿Está el deporte inmerso en un proceso de mudanza hacia el espectáculo?
Sí, la mayoría de ellos sí, aunque todavía existan otros minoritarios que por su idiosincrasia no lo estén.
¿Como por ejemplo?
El ciclismo. Antes tenía muchas más licencias y fichas federativas en Navarra gracias al boom de Induráin. O ahora el triatlón, que está de moda.
Usted ha participado en grandes pruebas de ciclismo. ¿Cómo le afectó personalmente todo el escándalo de Armstrong?
Ya lo he dicho, no me gustan los tramposos y este era uno muy grande.
En las carreras en la que usted ha competido habrá visto de todo...
Lo del dopaje es algo que siempre ha estado flotando en el ambiente, pero personalmente jamás he visto a nadie drogarse o estimularse para ser mejor deportista.
No obstante, usted es de las que defiende otro tipo de estímulos y mejoras en el deporte, ¿no?
Mi misión hoy en día es estudiar todo lo que se habla y escribe acerca de la prevención de lesiones en el mundo del deporte, es una materia emergente y en nuestro país estamos totalmente en pañales.
Explíquese...
Los deportistas que hasta la fecha éramos considerados como convencionales no estamos familiarizados con esta nueva cultura del deporte que no está tan arraigada en los deportes colectivos.
¿Cuál es su función?
La finalidad es la de prolongar, alargar y estirar el ciclo de vida del deportista. Hoy podemos ver a jugadores que llegan hasta los 40 años en deportes duros y agresivos como el balonmano o el fútbol.
¿Cómo le dio por ello?
El embrión de esta cultura es el masaje, que va de la mano del estiramiento muscular concienciado y adaptado a cada cuerpo.
Hablamos entonces, de un nuevo perfil dentro de las plantillas de técnicos...
Desde luego, y muy necesario. En nuestro país hay poca cultura y tradición de tratamiento, salvo lesión o trauma. Esos cuidados del deportista los estamos poniendo en práctica incluso en empresas.
¿Surten efectos positivos tras el proceso?
Sí, existe y está constatado el efecto positivo y la estimulación moral del jugador en el momento que se produce una lesión durante su tratamiento.
¿Han pensado en expandir esta disciplina entre los clubes navarros?
El paso a dar ahora es aleccionar a las escuelas deportivas para que vayan inculcando esto, desde abajo, escalonadamente.
Se habrá topado con verdaderos cuadros
Así es, y me da rabia ver a gente que se retira relativamente joven. Yo lo considero un fracaso. La gente acude al gimnasio y no sabe qué hacer o cómo hacerlo, hace auténticas burradas. Los deportes colectivos necesitan un cuidado, tratamiento y seguimiento, sea cual sea el deporte, cosa que en otros países va a más.
Quizás esta labor y formación se encuentre entre los equipos de elite, clubes que sí puedan permitirse este servicio...
En el deporte, como en la vida, todo evoluciona y va a más. Cada año nos encontramos con un dato nuevo que lo cambia todo, que lo altera y que nos hace en ocasiones mejores. Este perfil es una evolución y fusión de un fisioterapeuta, un preparador físico y un nutricionista; cuerpo, mente y preparación son las tres claves que debemos cuidar.
Una materia que merece muchas horas de estudio y dedicación, sin duda...
Nosotros no reciclamos e intentamos mantener en activo a los deportistas lo máximo posible y en las mejores condiciones competitivas posibles. Todo esto exige una preparación extra a lo que ya conocemos y no es fácil encontrar mucho en España, aunque cada vez hay más.
¿No tiene mucho tirón esta filosofía en el Estado?
Hay mucha gente reciclada que aporta y escribe sobre esto. Estamos en pañales en España y queda mucho trabajo por hacer para mantener en forma la estructura de un cuerpo.
¿Es esta tendencia algo común en el resto de Europa?
En Alemania reeducan al deportista con talleres de prevención de lesiones y la gente se está llevando sorpresas porque esto surte un efecto muy positivo. La prueba es ver en el Ironman de Alemania a personas de sesenta y setenta años compitiendo. Nos llevan ventaja.
¿Ha obrado algún milagro
No, no hay milagros aquí (risas), pero sí que he tratado a deportistas que estaban casi acabados y que después del tratamiento mejoraron y perfeccionaron sus marcas en la Behobia, por poner un ejemplo reciente.
En nuestro país es meramente residual...
Aquí muchos clubes ponen a un cualquiera sin tecnificación, licencia, permiso y titulación homologada a entrenar a niños, es un cáncer y en eso también tienen culpa las federaciones por no ofertar cursos.
¿En qué fallan los clubes?
En los equipos como en el resto del Estado, lo que falta es autocrítica y saber abandonar a tiempo el lugar, reciclarse y dejar paso, ceder el testigo a quienes merecen algo más.