nueva york. El cantante Bruno Mars cautivó a la millonaria audiencia de la Super Bowl durante el descanso de la gran cita anual del fútbol americano. Tras una breve introducción de un coro de niños, un espectacular solo de batería sirvió para abrir el fuego y dar paso rápidamente al gran éxito Locked Out of Heaven. Seguidamente Mars descargó su segundo hit, Treasure, y a continuación demostró fusionó el soul, el pop y el rock integrando en su espectáculo a los Red Hot Chili Peppers, que pusieron a saltar a todo el estadio Metlife con su clásico Give it away. La actuación de Mars incluyó un gran despliegue tecnológico, que se sumó a los habituales fuegos artificiales que pusieron fin al espectáculo. Foto: efe