pamplona - Anna Tuktarova es gimnasta y entrenadora en el Club Larraona de Pamplona, nació en Ucrania y con 21 años decidió venir a Navarra por motivos laborales. Ahora, con 29, ya se ha asentado en la capital navarra, una ciudad que le parece muy agradable para vivir y en la que convive gente muy acogedora.
¿Con cuántos años llega a Pamplona y cómo llega aquí?
-Llegué a Pamplona con 21 años al recibir la invitación del club Anaitasuna para ser entrenadora del equipo de gimnasia y preparar a las niñas que formaban el equipo para los Campeonatos de España. Mi entrenadora en Ucrania es una juez internacional y tenía muchos contactos, al hablar con otra entrenadora se enteró de que el club Anaitasuna buscaba una entrenadora rusa o ucraniana y me llegó la oferta.
¿Vive sola aquí o le acompaña alguien de su familia?
-Vivo sola, mis padres trabajan en Ucrania y mi hermana, que es entrenadora, también ejerce allí.
¿Ha vivido en alguna otra ciudad lejos de Ucrania o solo en Pamplona? ¿Qué es lo que más le gusta de aquí?
-Solo he vivido en Pamplona, la verdad es que me gusta la ciudad en sí, no me gustan las ciudades demasiado grandes porque me agobio cuando hay demasiada gente por la calle, entonces aquí puedo vivir muy bien. Tienes un poco de todo y es perfecta para mí.
¿Qué es lo que más echa de menos de su país natal?
-Sin duda a mi familia, a mis padres y a mi hermana.
¿Cómo lleva el tema de la distancia con los seres queridos?
-La verdad es que no es sencillo, mi madre cuando puede viene a visitarme para estar conmigo, a mi padre y mi hermana hace casi tres años que no les veo. Siempre que puedo voy a verles, pero con el trabajo y los entrenamientos es más difícil todavía. Al final estás viviendo a 3.000 kilómetros y no es tan fácil.
¿Cómo fue su adaptación en Pamplona?
-Los dos primeros años me parecieron muy difíciles, no sabía hablar el idioma, no tenía amistades y era todo muy complicado para mí. Ahora, por suerte, estoy con mi novio que es de aquí, he encontrado gente que me quiere y me apoya y estoy casi integrada, casi como si fuese de aquí, es un lugar que me gusta mucho.
¿Aprendió castellano en Ucrania o al llegar a Pamplona?
-Al llegar aquí, vine y solo sabía dos palabras: hola y adiós. Empecé en una academia, pero apenas sabía nada y el aprendizaje iba muy lento. Cuando empecé a salir con mi chico la cosa fue mucho mejor, porque además de estudiar, podía practicar con él hablando y eso me ayudó mucho a mejorar.
¿Cuál es la mayor diferencia que ha notado en el tiempo que lleva viviendo en Navarra?
-La gente es mucho más abierta aquí, mucho más habladora. En Ucrania somos gente bastante más fria y cerrada. Además, aquí tienes muchas más posibilidades en la vida, en Ucrania el sueldo medio apenas supera los 200 o 300 euros, así que aquí se puede vivir mejor, viajar y poder visitar cosas.
¿Le sorprendió ese carácter diferente al llegar?
-Sí, muchísimo, aquí sois muy parlanchines, aunque no conozcais a otra persona sois capaces de empezar una conversación y hablar de cualquier cosa sin problema. Allí nunca se me ocurriría hablar a alguien que no conozco.
¿Se le ha pegado un poco de ese carácter?
-Sí, ahora soy muy parlanchina, incluso mi padre me lo dice cuando hablo con él, que ahora hablo mucho y además mucho más rápido y a veces no me entiende al hablarle en ruso.
Su trabajo como entrenadora también implica relacionarse con mucha gente, ¿de qué edad son las chicas que entrena?
-Entreno desde iniciación, que son muy pequeñas, entre 6 y 8 años; y también entreno a chicas más mayores, de hasta 14 años.
¿Cómo maneja la relación con tantas chicas de diferentes edades?
-Bueno, con las más pequeñas tengo que tener algo más de paciencia porque se revolucionan muy fácil y hay que tenerlo en cuenta; con las mayores es más sencillo porque vienen con la idea clara de lo que quieren hacer, escuchan y saben comportarse.
Además de entrenadora, juega un papel como educadora, ¿cómo lo asume?
-Sobre todo con las pequeñas intento que mantengan siempre la atención, que me hagan caso y así poder ayudarlas en ese tema. Creo que saber permanecer atentas también les vendrá bien en el colegio.
Y como gimnasta, ¿con qué viaje o resultado se queda en especial?
-Hace poco fuimos a un campeonato en Guadalajara, sacamos muy buenos resultados y volví muy satisfecha con lo que había hecho.
¿Qué viaje le queda por delante?
-Me encantaría visitar la ciudad de Nueva York, me llama mucho la atención. Además, Estados Unidos es un país que quiero conocer, me gustaría recorrerlo para conocer más sobre él, aunque sea de mochilera. Después de eso me gustaría poder visitar mucho más lugares, pero esa es mi preferencia.
Lejos del trabajo y los entrenamientos, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?
-Me gusta salir fuera de Pamplona, quedar con mis amigas, ir de compras, quedarme en casa viendo alguna película.
¿Qué tipo de películas prefiere para esas tardes en casa?
-Sobre todo las románticas, las disfruto mucho.
En el tema musical, ¿sigue escuchando canciones de Ucrania o grupos de allí?
-No, recuerdo que me gustaban algunos grupos de allí, pero después de tantos años los he olvidado. Escucho lo que ponen aquí. En Ucrania además, al gustarnos mucho la lengua castellana, nos sabíamos muchas de las canciones antiguas de aquí. No puedo decirte exactamente por qué, pero nos gusta mucho el castellano y hay mucha gente de allí que lo estudia. Muchas personas en Polonia, Ucrania y países cercanos tiene una visión de España como un país de sol y fiesta y esa cultura diferente también les atrae.
¿Conocía algo de Pamplona antes de aterrizar aquí?
-No sabía nada de la ciudad, es más, en primer año aquí ni me enteré de que existían los Sanfermines porque me coincidió con las vacaciones y me marché a Ucrania; los dos años siguientes también me fui para evitar el agobio. El primer año que los celebré me sorprendieron mucho, me gustaron mucho aunque creo que para mí son demasiados días. Además, hay mucha gente y suelo agobiarme con facilidad en esas ocasiones.
Para mantener la relación con las amistades de allí, ¿cómo lo hace?
-Tengo Facebook y tenía antes Twitter, pero dejé de usarlo, pero con Facebook sigo hablando con mis amistades de allí, además del WhatsAapp, que también lo utilizo para hablar con la gente de aquí.
Después de una vida con tantos entrenamientos, ¿ha mantenido esa manera estricta de trabajar en su día a día?
-La verdad es que en la vida en general soy un poco despistada, cuando estoy entrenando soy mucho más estricta. Vengo de entrenar una media de seis horas al día cuando era más joven y quieras que no, esos hábitos se te van quedando. Aquí la gimnasia es un poco diferente y es un poco más blanda, entonces parece que vengo de un régimen más estricto que el resto.
¿De aquí a cinco años se sigue viendo entrenando?
-Por supuesto, esto es mi vida. Desde que tengo 13 años tuve claro que quería ser entrenadora. Desde los 4 años comencé a entrenar como gimnasta y todavía sigo y además entreno. Espero que por mucho tiempo así siga.
¿Cómo consigue compaginar esos entrenos, el trabajo, quedar con la gente?
-Bueno, es un poco difícil, al vivir con mi novio lo tengo más fácil porque a él lo veo en casa siempre, pero estos dos últimos años que llevo trabajando no es sencillo porque tengo poco tiempo libre y gasto mucha energía.
¿Qué su madre fuese entrenadora le impulsó a querer serlo?
-Puede ser, desde luego, pero a mí la gimnasia me apasiona, me encanta y es lo que he estado haciendo desde pequeña. Desde entonces se me metió la idea en la cabeza y lo he conseguido, además me gusta mucho serlo.
Además de la gimnasia, ¿qué deportes son los más seguidos en Ucrania?
-Creo que es bastante similar a lo que ocurre aquí, muchísima gente sigue el fútbol, hay hinchadas y grupos de aficionados y también el baloncesto. En ese sentido es muy similar a lo que ocurre en Pamplona.
¿Tiene algún equipo favorito de fútbol o baloncesto?
-No, no me gustan casi nada. Visité en su día el Bernabéu y con eso ya me vale porque vivirlo allí no es lo mismo que por la tele. Cuando ponen el fútbol en casa me voy a otra habitación o me marcho a hacer cosas porque paso.
Antes de venir, ¿recibió algún consejo en especial?
-Sobre todo que tenga cabeza, que viva mi vida y que tuviese muchísimo cuidado. Que pensase con la cabeza cada decisión que tomase.
¿Cuál es el consejo que le gustaría dar a las chicas que entrena?
-Que sepan lo que quieren hacer, que estudien mucho porque es importante también. Que sepan compaginar la gimnasia y el estudio porque se puede buscando tiempo para las dos cosas.