elizondo - “Si les sancionan con un golpe de castigo de mitad del campo en adelante, incluso desde diez yardas (0,91 metros) más atrás, los rivales se pueden encomendar a todos los diablos porque Dan marcará”, coinciden sus compañeros. Y la tajante y convencida afirmación no es una fantasmada porque del que hablan es de Daniel (Dan) Carter, un neozelandés de 33 años considerado en su puesto de apertura el mejor jugador de rugby del mundo y uno de los mejores de la historia del balón oval.

Apenas hace unos días, en la semifinal que los neozelandeses ganaron 20-18 a la otra gran potencia mundial, Sudáfrica, Dan Carter contribuyó a la victoria de su país con la conversión de dos ensayos, un drop(lanzamiento a bote pronto) y un golpe de castigo. Mañana, desde las cinco de la tarde (hora peninsular) millones de aficionados se plantarán ante el televisor para ver la gran final del Campeonato del Mundo que disputarán (¡y de qué manera!) los seleccionados de Australia y de Nueva Zelanda, historicamente dos de las naciones más relevantes en el deporte del rugby.

El estadio de Twickenham, en las afueras, al suroeste de Londres, el más grande del Reino Unido en este deporte “de bestias jugado por caballeros” con capacidad para 82 000 espectadores, se abarrotará como en las más grandes ocasiones. Y entre los afortunados que allí se encuentren estará Dan Carter, en la que es su gran (y quizás la última) ocasión de culminar su fulgurante trayectoria deportiva.

“Estoy disfrutando del rugby como nunca”, ha manifestado este hombre nacido en Southbridge, localidad de apenas 1.272 habitantes del centro del distrito de Canterbury, y el único junto a su compañero del mítico quince de los All Blacks, Richard Richie McCaw, que ha sido considerado en dos ocasiones el mejor jugador del mundo. En efecto, Dan Carter lo fue en 2005 y en 2012 y es posible que habría podido superarlo si las lesiones se lo hubieran permitido, aunque todavía le queda la oportunidad de mañana.

de casta Empezó con 5 años a jugar en la escuela del club Southbridge Rugby, como medio melé y debutó a los 20 con el equipo de Canterbury. Su padre, en un país en el que el rugby es una religión, también fue jugador pero ni de lejos tan destacado. Pero de casta le viene al galgo, ya que su tío abuelo fue Bill Dalley, también medio melé y miembro de los llamados Invencibles en 1924-1925.

Desde su debut en 2002 ya destacó por su capacidad física y poderío (mide 1,79 y pesa 96 kilos) pero, muy en particular, por la efectividad de sus lanzamientos a los tres palos una vez que cambió de posición en el campo. El hecho no pasó desapercibido para los Crusaders, otro equipo neozelandés de primera linea, que le ficharon al año siguiente y con quienes llegó a cuatro finales consecutivas, de 2003 a 2006, perdiendo las dos primeras y ganando las dos restantes con Carter jugando ya de medio apertura.

Precisamente en 2006 consiguió el récord al mayor número de puntos en una temporada con 221, que quedan muy lejos de los 1.552 logrados en sus 109 partidos intrnacionales y representan ahora mismo la mejor marca de la historia. Añádase que su equipo, los All Blacks, han perdido sólo 9 partidos en los que Carter ha participado desde que debutó en el año 2003.

Dan, desde 2011 está casado con Honor Carter (Dillon, de soltera) y tienen dos hijos, Marco y Fox. Precisamente su esposa, notable jugadora de hockey hierba, es la mascota, la estrella de los All Blacks y una celebridad en Nueva Zelanda. A Dan Carter, las lesiones le han impedido llegar más lejos todavía en un deporte que es en lo físico muy exigente y la edad también cuenta. Consciente de ello, aunque economicamente carece de problemas por sus patrocinios de ropa y calzado deportivo, los años 2008 y 2009 se trasladó a Europa para fichar por el Perpignan francés. Mañana, ante Australia, tiene oportunidad de enriquecer su historia que es leyenda del rugby: “Si tira a palos, marcará”. Seguro.

Nueva zelanda y el kiwi de baztan

En Lekaroz. En Baztan circula la leyenda urbana (rural) de que el kiwi típico de Nueva Zelanda, llegó con sus jugadores de rugby. El lekaroztarra Lino Plaza (el pasado 21 de octubre, seis años de su muerte), árbitro internacional, seleccionador estatal y entrenador de Arquitectura de Madrid, concentraba aquí a sus jugadores y traía jugadores y entrenadores extranjeros (de Irlanda, Gales, Nueva Zelanda) a enseñar a los suyos. En un descanso, un neozelandés cogió un puñado de tierra de Lekaroz y comentó que parecía muy adecuada para cultivar kiwis. Lino promovió una plantación, el cultivo se extendió y así es como el kiwi llegó a Baztan y al Bidasoa.