pamplona - Juan Carlos Olea es una de las 24 personas a quienes el Instituto Navarro de Deporte y Juventud concederá el viernes la Medalla de Plata al Mérito Deportivo 2017. Olea es una figura imprescindible para entender el desarrollo del rugby en la Ribera navarra. Después de su primera etapa como jugador en Eibar, que compaginaba también con el arbitraje, participó en la puesta en marcha del club emblemático de la zona, el Rugby Gigantes de Navarra, en Tudela, donde, asimismo, realizó labores de entrenador. Sin embargo, el proyecto en el que más esfuerzo ha puesto Juan Carlos Olea ha sido en la creación del Club de Rugby de Funes, una localidad en la que no existía ningún antecedente de este deporte, pero que ha tomado el gusto por el juego del balón ovalado.
¿Qué tal le ha sentado este reconocimiento por parte del Instituto Navarro de Deporte y Juventud?
-Muy bien, ¿a quién le amarga un dulce?
¿Por qué se decidió a practicar este deporte?
-Lo vi de pequeño por televisión y me produjo curiosidad.
¿Cómo fueron sus inicios?
-Comencé entrenando en Gernika, donde fui descubriendo este mundo.
¿Qué recuerda de aquellos primeros pasos?
-Quizás el desconocimiento inicial y el buen ambiente que teníamos.
¿Cuál era su posición?
-Medio melé.
¿Le pusieron mote?
-No, siempre me han llamado por mi apellido.
¿Cómo era como jugador?
-Comprometido con el club y con los compañeros.
¿Cuánto ha cambiado este deporte desde que empezó?
-Bastante y en todos los aspectos. Ahora hay mucho más trabajo y preparación.
Ha sido jugador y más tarde entrenador. ¿A qué lado de la línea es más fácil estar?
-Creo que es más fácil ser jugador.
¿Desde cuándo tenemos rugby en Funes?
-Hubo un primer intento en 1987 y en la actualidad desde el año 2012.
¿Qué les lleva a crear este club?
-Básicamente, el interés de un grupo de jóvenes en probar y aprender.
¿De cuántos jugadores, equipos y categorías dispone el club?
-Ahora mismo tenemos 30 jugadores de categoría sénior.
¿Tienen actividades destinadas a captar a los más jóvenes?
-Sí. Estamos impartiendo clases en varios colegios de la zona.
¿Hacia dónde va a encaminar sus metas en el club?
-Nuestro objetivo se dirige a conseguir tener categorías inferiores.
¿Cómo está, a su juicio, el rugby en Navarra?
-El rugby es un deporte minoritario, pero creo que con el gran trabajo de la Federación Navarra está creciendo mucho, en número de licencias y en nivel de juego.
¿Qué aspectos cree que deberían mejorar?
-Sobre todo en instalaciones para que los jóvenes lo puedan practicar, aunque precisamente ese no sea nuestro caso.
¿Cómo ve el futuro del rugby en Funes en particular y en el resto de la comunidad en general?
-En Funes, muy esperanzador, ya que tenemos un equipo muy joven. En Navarra, de igual modo muy bien porque los clubes van creciendo en número de licencias y en sus categorías inferiores.
¿El rugby sigue siendo un “deporte de truhanes jugado por caballeros”?
-Sí, sin ninguna duda.
¿Qué es para usted el rugby?
-El rugby no es sólo un deporte, es una forma de vida. Aconsejaría a los más jóvenes que practicaran rugby porque iban a conocer los verdaderos valores, como la disciplina, el trabajo y el compañerismo.
¿Con qué se queda después de todos estos años?
-Me quedaría con que, además de hacer deporte, he encontrado amigos para toda la vida.