el mundo del automóvil del futuro es probable que sea bastante y puede que hasta muy diferente al que hemos conocido hasta la fecha. La evolución de la tecnología es con toda seguridad, más que la herramienta sobre la que se asentará este cambio, la principal responsable de esta pequeña o gran revolución que se avecina. Y las transformaciones se anuncian a todos los niveles.

Volvo, que siempre ha sido una marca de planteamientos claros y clarividentes, ya apunta algunas líneas de actuación realmente interesantes. Para comenzar, acaba de presentar su nuevo sedán premium deportivo de tamaño medio, el S60, el primer Volvo fabricado en EEUU, concretamente en Charleston (Carolina del Sur). Y como primer aviso a navegantes, el S60 no dispondrá de ningún propulsor diésel, lo que según la marca sueca “demuestra el compromiso de la empresa con los vehículos eléctricos y con un futuro a largo plazo en el que los tradicionales motores de combustión se habrán quedado atrás”. El nuevo S60 se ofertará con “dos motores híbridos enchufables de gasolina con turbocompresor y supercompresor: el híbrido enchufable T6 Twin Engine AWD, que genera una potencia combinada de 340 CV, y el galardonado híbrido enchufable T8 Twin Engine AWD, con 400 CV. Los motores de gasolina T5 y T6 estarán disponibles desde el lanzamiento del vehículo”.

Asimismo, recuerda Volvo, “por primera vez en este segmento los clientes podrán acceder al nuevo S60 a través del servicio de suscripción premium Care by Volvo, que, frente al modelo de propiedad, ofrece la posibilidad de tener un vehículo sin gastos de entrada mediante una suscripción mensual de tarifa planta. Gracias a Care by Volvo, tener un automóvil será tan fácil, claro y sencillo como tener un teléfono”.

En esta línea de cambios de futuro que se generan en un presente que evoluciona a gran velocidad, Volvo ha dado a conocer “M, la nueva marca de Volvo Car Mobility, una entidad independiente propiedad de Volvo Car Group que aspira a ofrecer una alternativa idónea a la propiedad de un vehículo para los usuarios de las ciudades y áreas metropolitanas, para lograr que más gente se mueva de forma libre y sostenible”. Para ello, analizará las necesidades, preferencias y costumbres de los usuarios y personalizará la relación con el cliente. M preguntará a los usuarios sus necesidades específicas, en lugar de limitarse a informarles de dónde pueden recoger un vehículo. Volvo también se apoyará en los conocimientos y experiencia adquiridos por Sunfleet, empresa de Volvo Car Group con 20 años de trayectoria en Suecia en el uso compartido de vehículos, 500.000 transacciones anuales y una flota de 1.700 vehículos. El nuevo servicio de M estará disponible en Suecia y Estados Unidos en la primavera de 2019.

Y todos estos cambios se avecinan sin olvidar dos de las líneas de actuación que tanto Volvo como la mayoría de los principales fabricantes de turismos del mundo tienen ya en marcha: reducir el impacto medioambiental y avanzar hacia la conducción autónoma. En el primer frente de trabajo, Volvo se ha fijado como objetivo la presencia de un 25% de plásticos reciclados en todos sus vehículos nuevos a partir de 2025. Y para demostrar que este objetivo es posible, ha presentado una versión especial del SUV híbrido enchufable XC60 T8 que parece idéntica al modelo existente, pero en la que varios componentes están elaborados con plásticos reciclados.

Asimismo, Volvo Cars ha adquirido una participación en la firma Luminar, que “desarrolla tecnología avanzada de sensores para vehículos autónomos mediante la utilización de señales de láser pulsado para detector objetos, un elemento crucial para el desarrollo de vehículos autónomos seguros en entornos de tráfico complejos y a altas velocidades”, concluye la firma sueca.

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