pamplona - Daniel del Villar (Pamplona, 1993) es lo que podría llamarse un novato en el mundo de los rallys. Siempre ha sido un aficionado fiel a este deporte, y en general al mundo del motor, pero este año ha podido dar el paso y competir en el Campeonato Navarro de Montaña. En esta modalidad las carreras consisten en la subida de un puerto de montaña, sin copiloto. Lo excepcional es que, en la temporada de su debut, tras las dos primeras pruebas, Daniel lidera el campeonato con 30 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, faltando sólo tres pruebas más por la suspensión de las subidas de Ibardin y Petilla de Aragón.

¿Qué se siente al ver su nombre liderando la clasificación tras las dos primeras pruebas en la temporada de su debut?

-Para mí es un sueño hecho realidad, un sueño tras el que llevaba tiempo peleando. Tras unos años peleando por entrar en este mundo, me veo que, después de dos carreras, las cosas están funcionando. ¿Qué te voy a decir? Las sensaciones son buenísimas.

¿Cómo es el paso de ser aficionado a verte dentro de una competición?

-Fue mi padre el que me metió un poco el gusanillo del mundo de los coches y el mundo del motor. Desde entonces he sido muy aficionado a los rallys. He asistido a muchísimos, pero siempre he tenido esa ambición de poder entrar, y ya lo he conseguido.

¿Cómo se dieron las circunstancias para que pudiera dar ese paso?

-Después de varios años tratando de ver cómo podía meter el morro en este mundillo llamé a la Federación Navarra de Automovilismo y una persona llamada Nacho Moro me orientó y me puso en contacto con una persona, de la escudería Artiga Motorsport que se dedica al alquiler de vehículos de competición. Hablé con él y me vio que era un chaval con muchas ganas y llegamos a un acuerdo para toda la temporada. A su vez, pertenezco a la escudería Petilla Motorsport, de Petilla de Aragón.

Supongo que no se esperaba unos resultados como estos cuando dio el paso.

-La verdad es que no entré con demasiadas expectativas. Mi objetivo era acabar la temporada sin tener ningún golpe, pero más allá de eso no me marqué ningún objetivo más que disfrutar en cada carrera.

Eso está muy bien, pero llega la primera prueba, en Izpegi, y se lleva dos trofeos. ¿Cómo fue aquello?

-Fue algo increíble, totalmente inesperado. De hecho, cuando terminé la carrera ni me lo creía. Uno de mis mecánicos me comentó que había hecho un tiempo muy bueno y que probablemente optaría a llevarme algún título. Al final subí dos veces al podio, quedé primer junior y primero en mi categoría -Clase 2-. Fue realmente increíble.

En la primera carrera de su vida, supongo que no le faltarían apoyos de familia y amigos durante la jornada. ¿Que supuso eso para usted?

-Subió mucha gente de mi entorno. Mis amigos me hicieron una pancarta por sorpresa, con la palabra iepale, que es un saludo especial para mí. Estuvo de lujo. En cada pasada les veía a todos ahí, animando. Fue muy especial para mí que mi padre estaba ahí entre todos mis amigos. Es algo que me dio fuerzas. Y luego, a la hora de subir al podio, hacerlo con tus amigos y familiares ahí fue increíble.

En la segunda prueba, en Arnedillo, las cosas van mejor si cabe. ¿Es entonces cuando empieza a ver las cosas de otra manera?

-En Arnedillo las cosas fueron muy bien desde el principio. Ya desde los entrenamientos veía que los tiempos eran muy buenos. Lo que pasa es que el día siguiente, en la carrera, me llevé una sorpresa, y es que un piloto riojano -la prueba es en La Rioja, pero también es puntuable para el campeonato navarro-, que no había acudido a los entrenamientos, se me puso por delante. Al final, pude quedar primer navarro y primero en mi categoría, claro. Fue totalmente inesperado, porque era una carrera difícil, muy larga y había tramos muy rápidos con muchas curvas. Repetir los éxitos de la primera, añadiendo ser el primero de los navarros fue algo que no me esperaba para nada. La verdad es que estuvo muy bien.

Después de eso llegamos a la situación actual. Va primero en la general, a 30 puntos del segundo y a falta de tres pruebas por disputarse. ¿Ve posible mantenerse en cabeza?

-Pues bueno, lo veo muy complicado. Cuando terminé la segunda prueba ya vi que me iba a colocar en una muy buena posición, pero no pensaba que me fuera a mantener. Por suerte o por desgracia se suspendieron las dos siguientes carreras, por lo que, por un lado no hemos podido correr, pero por el otro los rivales van a tener menos oportunidades para recortarme. No voy a hacerme ilusiones, tengo pilotos por debajo que llevan muchos años en esto, tienen mucha experiencia y lo normal sería que no acabara primero, además de que compito contra gente con coches más potentes, que están en categorías superiores a la mía. Pero yo voy a seguir luchando con uñas y dientes para mantener esa primera posición.

Mañana es la siguiente carrera, en Jaizkibel. ¿Llega con un plus de presión por la situación de la clasificación?

-Pues estoy nervioso, pero no se si es por esa presión de ser primero. Yo he debutado este año y no voy con ese objetivo aunque, por supuesto, es algo que me encantaría. Sigo con el objetivo que me marqué al principio de la temporada, que es no tener ningún susto, aprender, disfrutar. Tengo a mi lado a unos pilotos profesionales, que llevan mucho tiempo en esto y para mí es un lujo poder aprender de ellos.

Hablando de pilotos profesionales, en Jaizkibel estará un bicampeón de Europa como Pancho Egozkue. ¿Qué supone para usted correr en la misma prueba que alguien como Pancho?

-No se explicarlo muy bien la verdad, pero tener como rival a alguien a quien llevas tanto tiempo viendo, a todo un campeón europeo es todo un honor para mí. Seguro que le pediré hacerme una foto con él.

¿Cómo es la rutina antes y durante la carrera?

-Hoy por la tarde tenemos que pasar las verificaciones técnicas del coche y de la indumentaria. Ya mañana, a las 8.30 de la mañana tenemos un primer entrenamiento libre, y a continuación otro oficial, ya cronometrado, y las dos mangas oficiales de la carrera.

Supongo que desde la primera carrera, en la que era un total desconocido, a esta, en la que llega primero, habrá diferencia, sobre todo en cuanto a que su nombre comience a sonar entre los pilotos.

-Ya en la primera carrera tuve una anécdota graciosa en ese sentido. Pude hablar con un piloto que se interesó por ver qué tal iba, y yo le dije que muy bien, que para ser mi primera carrera estaba cómodo. Lo curioso es que tras la segunda manga, en la que mejoré mis tiempos, quedé por delante de ese piloto. Pude hablar después otra vez con él, que me preguntó entre risas si le había mentido cuando le había dicho que era mi debut. En general hay un ambiente muy bueno, la gente trata más de ayudar a otros que de hacer pillerías para poder ganar tiempo, y es lo que más me llama de este mundo.

¿Se había marcado el objetivo de hacerlo bien para darse a conocer? Porque es algo que, quiera que no, está consiguiendo.

-No te voy a decir que no me guste, pero este año quiero ir más tranquilo. La verdad es que ya he recibido alguna llamada de empresas que buscaban algún patrocinio, pero de momento las he rechazado, porque este año no quiero tener que dar explicaciones o rendir cuentas ante nadie. Además, de momento el único patrocinio que tengo es el de la empresa familiar en la que trabajo, Mainate, y no tengo ninguna necesidad de más de momento. El año que viene ya se verá. Pretendo, si puedo, pasar a rally sprint, profesionalizando un poco todo y hacerlo con un amigo mío, Eduardo Linzoáin, que entraría de copiloto conmigo.

¿Se le queda algo en el tintero?

-Me gustaría animar a todo el que quiera pasar una gran jornada de afición al mundo del motor a que acuda a Jaizkibel mañana, que seguro que no decepcionará.