La Ciudad Deportiva Amaya ha acogido la última jornada con el último Family Day del proyecto Playing for Refuge, organizado por la Federación Navarra de Béisbol y Sófbol y cofinanciado por el Departamento de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Navarra y la Unión Europea, que busca apoyar la inclusión social de las personas refugiadas residentes en la Comunidad Foral. 

El campeonato Slow Pitch ha sido una de las actividades previstas dentro del proyecto europeo que durante dos años se han celebrado un conjunto de actividades de béisbol y sófbol inclusivo y espacios de convivencia participativa entre las personas refugiadas y la comunidad de acogida. En el torneo participaron 6 equipos de sófbol, uno de ellos ha sido Cardinales, formado por personas refugiadas. Este año no pudieron volver a ganar el torneo, pese a que en la liga regular fueron los campeones. El Arga Frogs se proclamó campéon venciendo por 15-4 a Arga Ducks en un encuentro lleno de carreras. En tercera posición acabó Cardinales y por detrás le siguieron Amaya, Irabia y Toros. La jornada estuvo ambientada con música, catering y cientos de personas que pudieron disfrutar de una tarde inclusiva y deportiva. 

Hamed Ahado, nacido en Afganistán, se prepara para batear la bola. Unai Beroiz

Iñaki Modrego, uno de los dos entrenadores de los Cardinales, expresó que “estoy muy contento de formar parte de esto, hay muy buen ambiente y son majísimos. Al principio era difícil comunicarse por el idioma, pero ahora nos entendemos muy bien”. Al navarro le brindaron la oportunidad de hacerse cargo del equipo con Adrián Laurencena, responsable del proyecto Playing For Refuge y no dudo en formar parte de ello. “A mí me encanta esto y ya llevo un tiempo. La idea es que el equipo siga funcionando”, admitió. Modrego habló del objetivo principal: “Muchos de ellos vienen sin referencia, a veces sin saber qué hacer y está muy bien que tengan un grupo, una disciplina y algo con lo que poder disfrutar. Se han integrado mucho y muy bien”. 

Raghad Almatar, de 21 años, es la única jugadora de Cardinales. Nació en Siria y llegó a Navarra en 2019. “Durante estos años he estado buscando deportes que me gustasen probando el baloncesto y el fútbol. Me gusta mucho y estoy muy contenta. La convivencia es muy buena y mis compañeros son muy majos. Quiero seguir disfrutando de ello. Hay mucha amistad y un ambiente familiar. Es bonito, además de que cada vez hay más personas”. Respecto a sus planes que tiene en el futuro: “Yo estudié para viajar por el mundo, no sé si seguiré aquí, pero si me quedo me quedaré en este equipo”. 

Arga Ducks y Amaya se saludan al finalizar el encuentro. Unai Beroiz

Y por último, Adrián Laurencena, responsable del proyecto, se mostró muy feliz por estos dos años de duración: “Queremos mantener el equipo y que puedan seguir disfrutando de ello. Ha sido todo un éxito. Muchos del equipo estaban en una situación extrema y formar parte de esto les ha venido muy bien. Hemos creado una familia y queremos que siga asi”.