Pamplona. El abulense Carlos Soria, que, con 73 años, aspira a convertirse en el montañero de mayor edad en coronar los catorce ochomiles, ha tenido que renunciar a subir al campamento 3 del Annapurna, de 8.091 metros, la décima cumbre más alta del planeta, debido a los aludes que, a su juicio, presentan "un peligro bestial. No ganamos para sustos con esta montaña", escribe en su diario. "Otros años no ha sido así, pero en esta temporada, con tanta nieve como está cayendo en el Annapurna, caen unas avalanchas impresionantes".

Soria y su equipo intentaron la pasada madrugada subir al campo 3, pero fue imposible. "Ya ayer a última hora pensé que había muchísima nieve a partir de los 5.500 metros. Y a eso de las 8 de la noche cayó una avalancha muy grande, tan grande que llegó incluso al campo 2, nos movió las tiendas y oscureció la luz de la Luna".

"La montaña está en unas condiciones muy, muy, muy peligrosas", indica. "Tiene una capa de nieve inestable enorme. En algunos tramos yo metía el bastón hasta el brazo, y no conseguía tocar el fondo.

"Esta mañana, cuando estábamos viendo si se podía subir al campo 3, ha caído otra avalancha mientras cuatro sherpas iban un poco más adelantados, que no les ha dado de lleno. Entre las dos se han llevado por delante todas las cuerdas que había instaladas. Así es imposible subir, hay un peligro bestial", asegura Soria.

El montañero castellano ha decidido descender al campo base y esperar unos días para volver a atacar la cumbre. "Muktu coincide conmigo, no quiere jugarse la vida, y tiene razón. Y desde luego yo no voy a obligar a nadie a que vaya a un sitio al que no quiero ir yo", reconoce.

"Quedándonos arriba no pintábamos nada. Es como si el Annapurna no nos quisiera ver arriba. Y eso que la montaña estaba preciosa esta mañana. Es verdad que todavía queda tiempo durante el mes de mayo para que cambie la meteorología, pero tal y como está la cosa no va a ser fácil subir. Ya hay alpinistas que incluso han decidido marcharse a casa. Si hay un período de buen tiempo se podría hacer otro intento. Pero si no, va a ser difícil".

"Ahora se entiende muy bien por qué el Annapurna tiene esta fama tan negativa, por qué se ha escalado tan pocas veces en la historia, y por qué ha habido tantos accidentes. Es una montaña muy especial. Y, o se sube en el momento exacto, o tiene un peligro tremendo", comenta Soria.