katmandú - Policías y soldados vigilarán el Everest para proporcionar seguridad a los escaladores y evitar peleas y atascos, tras las críticas que ha recibido el Gobierno de Nepal por el aparente descontrol en el techo del mundo.
El Ejecutivo nepalí planea enviar a nueve agentes de seguridad al campo base del Everest, situado a 4.800 metros de altitud, desde la próxima temporada de escalada, que comienza en marzo y finaliza en mayo.
Hasta ahora, solo funcionarios civiles eran enviados como enlaces entre los montañeros y el Gobierno nepalí para gestionar las escaladas, dijo Dipendra Poudel, miembro del departamento gubernamental de montañismo.
La responsabilidad básica de los agentes de enlace será la comprobación de que las expediciones montañeras siguen las regulaciones gubernamentales, la mediación entre los habitantes locales y los escaladores en caso de disputas y la verificación de incidentes como casos de muerte, peleas y robos.
El Gobierno del país del Himalaya contará con una oficina administrativa en el campo base, donde operarán todos los representantes de la administración.
En un futuro se añadirán a esta oficina médicos, un meteorólogo, un experto en comunicaciones.
La falta de seguridad en la montaña se puso de manifiesto el pasado abril cuando el suizo Uli Steck y el italiano Simone Moro fueron agredidos a 6.500 metros por unos sherpas, disputa a la que puso fin un coronel nepalí que era miembro de otra expedición.
"Esperamos que esta medida mejore la seguridad y la gestión de los equipos", dijo Poudel.
"Queremos resolver los conflictos en la montaña, en el mismo lugar en que se produce el problema. Tenemos que hacer del montañismo algo respetable", concluyó Poudel. - Efe