La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte sobre los problemas que se están dando en las compras de vehículos de segunda mano.
Aunque en muchas ocasiones estas transacciones salen bien, en otras muchas el comprador se encuentra poco tiempo después con problemas inesperados y de difícil solución, tal y como se ha podido comprobar en la Asociación por el número creciente de estos casos.
En España, por cada vehículo nuevo que se compra, se adquieren dos que ya no están a estrenar. En Navarra, en los siete primeros meses del año se han transferido 19.458 vehículos de segunda mano. Los aumentos de costes del mercado automovilístico, la incertidumbre sobre el tipo de funcionamiento (eléctrico, híbrido, gasolina, diésel) y la inflación están haciendo que muchos consumidores opten por el mercado de segunda mano que, pese a que también está subiendo sus precios, es más asequible que los vehículos nuevos.
Sin embargo, si no se adoptan algunas medidas de precaución, el comprador se puede llevar desagradables sorpresas.
El problema más habitual es que el coche, pasado meses, semanas o nada más cogerlo, presenta problemas mecánicos que, según dice el comprador, no debería tener. Estas averías en ocasiones son muy importantes e incluso impiden circular con el vehículo.
El afectado entiende que es el vendedor el que tiene que hacerse cargo de la reparación pertinente. Sin embargo, no es extraño que éste niegue su responsabilidad y afirme que el daño se ha producido con posterioridad a la venta o que es algo normal por el uso y kilómetros que presentaba el coche cuando se traspasó.
Las situaciones que se dan en estas ventas son de lo más variadas; suelen tener que ver con la culata, inyectores, embrague... En ocasiones, la reparación puede ser cara y en Irache se han recibido casos en los que el coste superaba los dos mil euros.
Otras veces, las menos, los problemas se deben al mal funcionamiento de algún accesorio del coche como elevalunas, radio o climatizador, por ejemplo.
Caso aparte son las estafas en las que se truca el cuentakilómetros para que parezca que el coche está menos desgastado y aumente su valor. Ya ha habido sentencias que han condenado a algún concesionario por esta cuestión.
En este sentido, hay algunos concesionarios que siguen una estrategia por la que, si el coste de la reparación es elevado, no asumen su responsabilidad y prefieren obligar al comprador a contratar un peritaje y llevar el caso a juicio. Saben que muchas personas, ante estos trámites, se echan atrás.
Por el contrario, hay otros concesionarios que se muestran más receptivos con las reclamaciones con los clientes y asumen la reparación. Si el establecimiento está fuera de Navarra dificulta la solución porque, si este no responde, el afectado deberá demandarle en la provincia donde se encuentra el vendedor.