san petersburgo - Los servicios secretos de Kirguistán informaron hoy de que todo apunta a que un ciudadano oriundo de esa república centroasiática podría ser el autor del atentado que ayer causó 14 muertos y decenas de heridos al explosionar una bomba en el metro de San Peteresburgo.
"Probablemente, el autor del atentado terrorista del 3 de abril es un ciudadano de Kirguistán actualmente nacionalizado ruso", dijo a Interfax en Biskek el portavoz del servicio de seguridad de la república, Rajat Sulaimanov.
El sospechoso ha sido identificado como Akbarzhon Djaliliv, nacido en 1995, dijo el portavoz, que señaló que trabajan estrechamente con los servicios de seguridad rusos.
Anteriormente, el servicio de seguridad de la república centroasiática de Kazajistán informó también de que estaba trabajando activamente con el FSB ruso para localizar a los culpables del atentado.
El vicedirector de este servicio kazajo, Nurgali Bilisbekov, desmintió, sin embargo, que el terrorista fuera un ciudadano de Kazajistán, Maxim Arishev, nacido en 1996. "Esta información no se corresponde con la realidad", dijo.
San Petersburgo amaneció hoy de luto mientras las autoridades rusas siguen buscando a los culpables del sangriento atentado y parece abrirse paso la pista de Asia Central.
El terrorismo volvió a golpear ayer con saña a Rusia con un atentado con bomba en el metro de San Petersburgo, que causó al menos 14 muertos y 45 heridos, trece de ellos graves, justo cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, se encontraba en su ciudad natal. Según el Ministerio de Sanidad, siete personas murieron en el acto, otra en ambulancia y tres más ya en el hospital, mientras seis de los heridos se encontraban en estado grave debido a heridas de metralla y quemaduras. El responsable del atentado sería un suicida de 23 años, originario de Asia y que tendría relaciones con organizaciones islamistas ilegales en Rusia, según informó anoche la agencia de noticias rusa Interfax citando fuentes de las fuerzas de seguridad.
El atentado ocurrió poco antes de las 15.00 hora local (14.00 horas en España) del lunes, en una jornada en la que se reanudaba el curso escolar tras las vacaciones primaverales en Rusia. Aunque al principio se informó sobre dos explosiones, el Comité Nacional Antiterrorista (CNA) aseguró en un comunicado que la explosión ocurrió entre dos céntricas estaciones -Tejnologuicheskiy Institut y Sennaya Ploschad- de la línea azul del metropolitano.
La explosión causó una gran humareda, lo que obligó a evacuar a un gran número de pasajeros en ambas estaciones, dos de las más concurridas de la ciudad, tras lo que las autoridades optaron finalmente por cerrar todo el metro hasta el día siguiente.
puertas arrancadas En las primeras imágenes divulgadas por los medios de comunicación se veían varios cuerpos ensangrentados tendidos frente a un vagón del metro con las puertas arrancadas de cuajo debido a la onda expansiva.
Además, otro artefacto explosivo casero fue desactivado por los artificieros en la estación de metro Ploschad Vosstania, junto a la principal estación de trenes de la ciudad (Moskovskiy). Ese artefacto, que fue colocado dentro de un extintor, tenía una potencia de un kilogramo de trilita, varias veces mayor que el que explotó, según fuentes oficiales.
La Fiscalía General rusa incoó un caso penal por terrorismo después de que Putin asegurara públicamente que la principal hipótesis es un atentado terrorista, aunque el Comité de Instrucción aseguró que aún no se descarta ninguna versión.
“Naturalmente, siempre analizamos todas las variantes, accidental, criminal y, desde luego, que tenga carácter terrorista”, afirmó Putin.
Anoche se desconocía al autor del atentado y, aunque fuentes oficiales informaron en un principio de un posible acto suicida, dos personas fueron declaradas en busca y captura por colocar los dos artefactos explosivos en el metro.
Según los medios, las cámaras de seguridad del metro captaron la imagen de uno de los supuestos organizadores del atentado, un hombre de mediana edad con barba y gorro negros y aspecto de clérigo musulmán, aunque este sospechoso se presentó ante la Policía y negó tener relación con el atentado.
Los últimos atentados terroristas en suelo ruso fueron cometidos por la guerrilla islamista de Chechenia, república caucásica rusa cuyo presidente, Ramzán Kadírov, calificó la explosión de ayer como “monstruosa”. Pero también los yihadistas tenían a los rusos entre sus objetivos. El grupo Estado Islámico acabó en octubre de 2015 con la vida de 217 turistas de esta nacionalidad al volar por los aires un avión de pasajeros poco después de que despegara de Egipto.
El atentado de ayer ocurrió cuando el jefe del Kremlin intervenía en San Petersburgo, su ciudad natal, en un foro de medios de comunicación organizado por su plataforma electoral, en el que aseguró que “la democracia parlamentaria tiene muchos defectos”. Algunos políticos rusos consideraron que no es casual que el atentado coincidiera con la presencia en la ciudad del líder ruso, que ha instado en numerosas ocasiones a los países occidentales a forjar un frente común contra el terrorismo.
“El lugar y el momento de la explosión no fue elegido al azar. En la ciudad se encontraba el presidente, se celebraba un foro de medios de comunicación y había muchos periodistas”, declaró Víctor Ózerov, el jefe del comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso. El líder del partido Rusia Justa, Serguéi Mirónov, aprovechó para exigir el restablecimiento de la pena de muerte para los terroristas.
Las autoridades locales decidieron reforzar la seguridad en el aeropuerto de Púlkovo y el resto de nudos de transporte de San Petersburgo, al igual que en los lugares de mayor concentración de gente, escuelas y guarderías. Lo mismo hicieron las autoridades de Moscú, cuyo metro fue objeto en 2010 de dos atentados suicidas con más de una treintena de muertos y que fueron cometidos por dos “viudas negras” de origen checheno.
Los últimos atentados terroristas de gravedad ocurridos en territorio ruso tuvieron lugar en diciembre de 2013 en una estación de tren y un trolebús en Volgogrado, antigua Stalingrado, donde dos suicidas mataron a 34 personas. - Efe/E.P.
La seguridad del metro, el más profundo del mundo, se incrementa. El metro de San Petersburgo, el más profundo del mundo al transcurrir bajo numerosos canales, reanudó parcialmente sus servicios ayer tras cerrar sus puertas durante varias horas debido al atentado terrorista. Con todo, se reforzaron las medidas de seguridad en las entradas y salidas del metro de la antigua capital zarista, donde el atentado causó un auténtico colapso de transporte. París también aumentó ayer la seguridad en este medio de transporte.
Acuerdo de Rusia y Bielorrusia, en un encuentro marcado por el atentado. En un encuentro marcado por el atentado, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, lograron arreglar los contenciosos económicos entre ambos países, en particular el energético. “Hemos acordado que regularemos todos nuestros contenciosos en el terreno del petróleo y el gas. Hemos acordado el cómo y en qué plazos. Lo haremos en los próximos diez días”, dijo Putin en una rueda de prensa en San Petersburgo.
Yuri Korchagin “Los días de EI están contados si unimos nuestras fuerzas”
El embajador ruso abogó ayer por resolver los problemas de seguridad de forma conjunta y aseguró: “Si unimos esfuerzos de verdad, los días del Daésh (Estado Islámico) están contados”. Korchagin hizo estas declaraciones en una conferencia en Valencia. “Sin Moscú no se puede resolver ningún problema de relevancia internacional”, señaló Korchagin, quien lamentó la “demonización” de su país a la que, a su juicio, ha estado sometido por otras potencias.
El maquinista evitó más muertes
Decisión. La profesionalidad del maquinista del metro evitó que más personas murieran en la explosión de un vagón entre dos estaciones del suburbano de San Petersburgo, según aseguró la portavoz del Comité de Investigación, Svetlana Petrenko. “La explosión ocurrió un tramo entre dos estaciones y el maquinista tomó una decisión totalmente correcta al no parar el tren y conducir hasta la siguiente estación, lo que permitió a llevar a cabo una evacuación inmediata y proporcionar ayuda a las personas heridas”, señaló Petrenko. “No podemos negar que ha ayudado a evitar un mayor número de muertos”, añadió la portavoz, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Tass. De acuerdo con la agencia Interfax, el artefacto que explotó en el metro se encontraba en el interior de un maletín que habría sido abandonado en el vagón por el “organizador del ataque”.