El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este jueves que el líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, murió en una explosión que él mismo causó, durante una operación estadounidense en el norte de Siria.

En un discurso en la Casa Blanca después de confirmar en un comunicado que una operación estadounidense había acabado con la vida de Al Qurayshi, el presidente aseguró que su Gobierno hizo todo lo posible para "minimizar las muertes de civiles".

"Mientras nuestras tropas se acercaban para capturar al terrorista, en un acto final de cobardía desesperada y sin ninguna consideración por las vidas de su propia familia o de otros en el edificio, decidió volarse a sí mismo por los aires", dijo Biden.

Al Qurashi no recurrió "simplemente a un chaleco" con explosivos, sino que decidió "volar por los aires" el tercer piso del edificio donde se encontraba escondido, "matando consigo a varios miembros de su familia", añadió el mandatario.

"Sabiendo que este terrorista se había rodeado de familias, incluidos niños, tomamos la decisión de llevar a cabo una redada de fuerzas especiales, algo mucho más arriesgado para nuestra propia gente, en lugar de lanzar un ataque aéreo", indicó Biden.

El presidente norteamericano no confirmó la cifra de fallecidos durante la operación, que según los denominados Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas de Siria controladas por la oposición, dejó 13 muertos, entre ellos seis niños.

No obstante, insinuó que todas las víctimas civiles se debieron a las acciones de Al Qurayshi, y aseguró que la operación ha "enviado un mensaje claro a los terroristas de todo el mundo". "Iremos tras ustedes y les encontraremos", agregó Biden sobre los yihadistas.

Previamente a la declaración de Biden, la Casa Blanca difundió un comunicado confirmando la muerte del líder del Estado Islámico. "La pasada noche y bajo mis órdenes, las fuerzas militares de Estados Unidos en el noroeste de Siria llevaron a cabo de forma exitosa una operación antiterrorista para proteger al pueblo estadounidense y a nuestros aliados y hacer del mundo un lugar más seguro", indicaba el texto.

La operación tuvo lugar en un edificio en la zona de Atme, en la provincia noroccidental siria de Idlib, y las fuerzas estadounidenses lograron sacar a la familia que vivía en el primer piso antes de que comenzara el operativo, aseguraron a los periodistas altos funcionarios estadounidenses.

Después de que Al Qurashi detonara la carga explosiva, el equipo de elite se enfrentó en un fuego cruzado con otro "terrorista del EI", al que no identificaron y que vivía en el segundo piso, que finalmente murió junto a su esposa, según los funcionarios, que pidieron el anonimato.

Biden ha advertido de que Estados Unidos seguirá "vigilante" frente al terrorismo. "La operación de anoche (...) envía un mensaje contundente a los terroristas de todo el mundo: iremos tras vosotros y os encontraremos", ha afirmado.

Seis niños muertos durante la operación militar

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unifcef) ha denunciado que seis niños fallecieron en el operativo militar."Al menos seis niños murieron y una niña resultó gravemente herida la pasada noche en la ciudad fronteriza de Atme, en el noroeste de Siria, debido a la intensa violencia", indicó Unicef en un comunicado.

La operación ha sido lanzada días después de que las fuerzas de seguridad kurdas recuperaran el control de la prisión de Ghueiran, en la provincia de Hasaka (noreste), tras cerca de una semana de enfrentamientos con Estado Islámico, que lanzó un asalto para intentar liberar a cientos de miembros del grupo detenidos en las instalaciones.

Al Qurayshi asumió el cargo al frente de Estado Islámico tras la muerte del anterior jefe del grupo yihadista, Abú Bakr al Baghdadi, en una operación similar llevada a cabo en octubre de 2019 por las fuerzas especiales en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.