Al menos seis niños han muerto en el noreste de Afganistán a causa de uno ola de frío con temperaturas que rondan los -20 grados centígrados, informaron este miércoles fuentes oficiales.

Las muertes se produjeron en la provincia de Badakhshan, en el noroeste del país, debido al clima frío y la falta de instalaciones, dijo a EFE el director de Gestión de Desastres provincial, Mohammad Kamgar.

Afganistán afronta uno de los inviernos más fríos, que ha afectado especialmente a algunas provincias, causando la muerte de decenas de personas.

Las muertes por el frío son habituales en el conflictivo país asiático, debido a la escasez de infraestructuras y servicios básicos, así como a la baja calidad de las viviendas, a menudo simples tiendas de campaña en el caso de los más desfavorecidos.

A ello se suma la crisis humanitaria desatada en el país tras la llegada de los talibanes al poder en agosto de 2021, que derivó en la suspensión de los envíos de ayuda, asistencia financiera, y acceso a las reservas internacionales.

Esto dejó a los talibanes con limitados recursos para impulsar al país, suministrar alimentos y servicios mínimos a una población ya muy empobrecida.

Temperaturas por debajo de -20 han causado daños en las también nororientales Badghis y Faryab, Nimroz (suroeste) y Ghazni (sureste).

Mientras que en la occidental Herat, 39 personas han muerto en los últimos meses por el frio, la mayoría de ellas adictos o personas que viven en las calles, precarias viviendas.

Además, miles de animales de corral también han muerto causando importantes pérdidas para los pequeños granjeros.

Gran parte del territorio afgano está surcado por la enorme cordillera del Hindu Kush y registra temperaturas extremas durante el invierno.