Diferentes países de la OTAN expresaron ayer su malestar por los recientes viajes del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a Moscú y Pekín coincidiendo con el inicio de la presidencia de su país del Consejo de la Unión Europea. Pocos días después de asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la UE el 1 de julio, Orbán, el miembro del club comunitario más cercano al Kremlin, visitó Kiev, Moscú, Pekín y Washington en lo que describió como una “misión de paz” para la guerra en Ucrania

Durante la cumbre aliada en Washington se ha visto a Orbán en diferentes ocasiones aislado de las conversaciones informales entre los líderes, o también durante su participación en la cena de gala que ofreció en la noche del miércoles en la Casa Blanca el presidente estadounidense, Joe Biden.

SIN REPRESENTAR A LA UE

Al ser preguntado por los viajes de Orbán, el canciller alemán, Olaf Scholz, manifestó que lo que haga debe hacerlo como primer ministro húngaro y no como representante del Consejo de la UE. “Tiene que quedar claro que lo que haga el señor Orbán lo hace como primer ministro húngaro y no en representación del Consejo de la UE”, dijo Scholz al ser preguntado al respecto a su llegada a la cumbre de la OTAN. En días pasados Scholz se había expresado en términos parecidos con respecto a los viajes realizados por Orbán a Pekín y Moscú.

El presidente finlandés, Alexander Stubb, negó que haya división en la Alianza sobre Ucrania y aseguró que Orbán está “en franca minoría”. “Pero discrepo de su planteamiento y lo diré en voz alta. No creo que tenga sentido mantener conversaciones con regímenes autoritarios que violan el derecho internacional”, indicó.

Recalcó que la OTAN es una alianza de valores que cree en el derecho internacional, los derechos fundamentales, los derechos humanos, la integridad territorial y la independencia de los Estados. “También creemos en la prerrogativa de los Estados soberanos de tomar sus propias decisiones políticas en materia de asuntos exteriores y seguridad. Lo que Rusia está haciendo es impulsar una guerra imperial. Y Viktor Orbán no tiene ningún mandato de la Alianza ni de la Unión Europea para llevar a cabo ningún tipo de negociación”, aseveró.

En opinión de Stubb, Orbán puede realizar esa tarea “por su cuenta”, aunque aseguró no entender qué propósito tendría.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien también participa en la cumbre aliada como invitado, dejó claro que la presidencia rotatoria del Consejo de la UE “no representa a la UE a nivel exterior”.

Recalcó que las presidencias rotatorias tienen que desempeñar un papel de “intermediario honesto para defender la unidad europea y ayudarnos a construir compromisos”.

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, afirmó ayer en una entrevista con Efe en Washington que “hay un profundo malestar en la Unión Europea sobre este comportamiento” del mandatario húngaro.

Estas visitas han generado, según Borrell, “una confusión lamentable”, ya que Orbán ha intentado dar a sus viajes un aire oficial utilizando, por ejemplo, el logotipo de su país como presidente del Consejo de la UE en sus viajes a China y Rusia, pese a que el bloque comunitario ha insistido en que no tiene competencia ni autoridad para negociar en su nombre.

Ante esta situación, Borrell expresó su deseo de que los ministros de Exteriores de los Veintisiete aborden esta cuestión en el próximo Consejo, programado para el 22 de julio.

Borrell no quiso adelantar qué medidas podría tomar ese Consejo, que él mismo presidirá como jefe de la diplomacia europea, pero argumentó que las acciones de Orbán no son acordes al Tratado de la Unión, que reforzó los pilares de las instituciones europeas.

Bruselas dejó claro que el primer ministro húngaro no cuenta con un mandato para hablar en nombre de la Unión, sin que ello impidiera que Putin lo recibiera como representante del club comunitario.

ENTREVISTA CON TRUMP

Por otro lado, varios medios húngaros señalaban ayer que Orbán tenía intención de reunirse con el expresidente estadounidense Donald Trump.

Considerado el líder de la UE más cercano a Putin, Orbán es un declarado admirador de Trump, con quien se ha reunido en ocasiones anteriores, la última en marzo pasado, en la residencia de Florida del aspirante a volver a la Casa Blanca.

En opinión de Orbán, Trump lograría imponer paz en Ucrania si gana las elecciones presidenciales de EE.UU. en noviembre.