MIKEL Baztán, responsable de jardinería y Agenda Local 21 del Ayuntamiento de Noáin-Valle de Elorz, jamás habría imaginado cuando en 1994 acudió a Noáin a impartir una conferencia sobre ecología que aquel pueblo que encontró "duro, desagradable y caótico" acabaría convirtiéndose en el municipio pionero en cuanto a sostenibilidad y respeto al medio ambiente que es hoy en día. Ni tampoco habría podido imaginar que él sería uno de los principales motores que impulsarían esa transformación de 360 grados, ni que su actitud emprendedora e ilusionante acabaría contagiando a todos los habitantes del municipio.

Por aquel entonces, Baztán trabajaba en el sector de la horticultura y la producción de planta forestal y militaba en distintos grupos ecologistas, como ANAT-LANE y Ecologistas en marcha. Previamente, el pamplonés había realizado estudios de técnico forestal, puericultura, auxiliar clínico y geriatría, y había trabajado en jardinería en el Ayuntamiento de Pamplona y en la cooperativa Ekilore. No sería hasta 1997 cuando, "de manera casual", se enteró de que el Ayuntamiento de Noáin-Valle de Elorz ofertaba una plaza de jardinero municipal, que el pamplonés pasó a ocupar tras superar la oposición pertinente.

primeros pasos Baztán se encontró un municipio compuesto por dos realidades. Por un lado el entorno rural, y por el otro el urbano, tremendamente industrializado y sin apenas zonas verdes. Según palabras del pamplonés, "aquello había producido una pérdida de autoestima de la gente sobre el lugar donde vivía".

Baztán llegó a Noáin con dos poderosas armas. Por un lado, una abundante experiencia en el sector de la jardinería, especialmente en la horticultura ecológica, a la que se añadía una visión amplia y comprometida formada a raíz de su militancia en los distintos grupos ecologistas. Por el otro, un montón de ilusión y ganas de cambiar las cosas.

Trece años después, Noáin y el Valle de Elorz en su conjunto tienen muchas cosas que agradecer a Mikel Baztán. Las prácticas que ha llevado a cabo el pamplonés han convertido al municipio en líder en cuanto a sostenibilidad, y por ello ha recibido ya 15 premios, el más reciente concedido este mes por Naciones Unidas y valorado en 30.000 dólares. Asimismo, el proyecto más ambicioso que se ha llevado a cabo en jardinería en los últimos años en el municipio, el parque de los Sentidos, se ha convertido en un referente de la localidad para propios y ajenos.

Mikel Baztán se refiere a su llegada a Noáin con una metáfora. Explica que él se siente como la semilla que, al germinar, convirtió el Valle de Elorz y a sus habitantes en la tierra fértil que es hoy. Sin embargo, el camino de esta transformación se ha recorrido paso a paso.

Fue precisamente esa inclinación de Baztán hacia la ecología lo que le llevó, cuando llegó a Noáin, a poner en marcha e incentivar distintos programas con la ayuda de su equipo, formado por Monika, Silvia, Raúl, Marijo, Lourdes, Iñaki, Bea, Carlos y Goiko. La primera tarea a la que se enfrentaron fue la de fomentar la educación ambiental de los niños y jóvenes del valle, conscientes de que en ellos está el futuro del municipio. A continuación, en 2001, el pamplonés impulsó la creación de la Agenda Local 21, donde "se plantean conceptos más amplios, como la sostenibilidad, que se basa en lo social, lo económico y lo ambiental". Desde esta entidad se comenzó a analizar desde el punto de vista ecológico el rendimiento de distintos servicios, como el alumbrado, o la gestión de los edificios públicos, procurando la máxima eficiencia energética.

el orgullo del valle El parque de los Sentidos es probablemente el proyecto que más enorgullece a Baztán. El espacio, situado detrás del ayuntamiento, fue creado en 2005 con el objetivo de "conseguir el mayor disfrute y conocimiento por parte de la población y convertirse en emblema y orgullo de Noáin, y del Valle entero", según la página web municipal. Baztán recuerda que el Valle de Elorz está rodeado de "aspectos negativos", como las autopistas, el aeropuerto o los polígonos industriales, y por ello existía una necesidad de "crear un elemento en Noáin por el cual se le conociera en positivo", y añade: "Queríamos que la población se sintiera orgullosa de Noáin".

Baztán relata que, cuando se le ocurrió la idea de crear un parque con estas características, lo primero que hizo fue consultar con su equipo. "Sólo si a los compañeros les convencía la idea se podría tirar para adelante", afirma. Y así fue. Baztán recuerda que "hubo que trabajar duro, pero el proyecto nos permitió poder plasmar nuestras ilusiones. El parque es nuestro obsequio a Noáin y a nosotros mismos". El respaldo tanto del Ayuntamiento como de la población en su conjunto fue "unánime", y Baztán expone que todo forma parte de la teoría de los círculos beneficiosos: "Nosotros damos ilusión y trabajo y nos vuelve en forma de valoración por parte del Ayuntamiento y agradecimiento de la gente, y eso nos refuerza como servicio".

el premio Sin embargo, el parque de los Sentidos no supuso para el equipo de jardinería tocar techo. Espoleados por el cariño de la gente, se embarcaron en nuevos proyectos y campañas, que en conjunto han dado como resultado 15 premios. El último de ellos, otorgado por Naciones Unidas, ha supuesto "poner a Noáin en el mapamundi", explica Baztán, quien añade que "deseo que sea la llave que nos abra las puertas para todos los proyectos que tenemos en mente".

Baztán, a quien su compañero Goiko define como "una persona que tiene los pies en el suelo pero con una capacidad de soñar y de crear muy grande", asegura sentirse "un privilegiado" por haber encontrado "un sitio donde me siento a gusto, tengo margen de maniobra, confianza, y una relación muy franca". El pamplonés se define como "exigente, porque veo más lo que nos falta por hacer que lo que se ha hecho", pero admite ser "muy feliz por tener la posibilidad de aportar y sentirme parte de la solución".

Baztán tiene todavía muchos proyectos que realizar para el Valle de Elorz, y los afrontará con la ilusión que siente al saber que "podemos y debemos transformar a mejor nuestra realidad teniendo conciencia de que el entorno que nos rodea es nuestro y será de nuestros hijos".