alsasua. Hasta hace unas décadas, en una época de economía de subsistencia, la matanza del cerdo era motivo de fiesta. Si bien los tiempos han cambiado, el centro cultural La Encina de Alsasua quiere que esta costumbre, tan ligada a Extremadura, continúe viva. Por ello, ayer celebró una matanza en su local.
Aunque no hubo que matar al animal a la antigua usanza, fue sacrificado en un matadero, la elaboración de los productos fue a la manera tradicional de Extremadura. Las mondongueras eran las hermanas María y Manoli Gallego, así como Julia Navarro. De preparar la carne se encargaron Antonio Moreno, Teodoro Pérez y Loli Navarro, entre otros. A la labor se unió José María Bringas, de la casa regional de Cantabria. "Recordando viejos tiempos", señaló.
Morcillas y tocino se pudieron degustar ayer mismo en una comida que reunió a 45 comensales. Los chorizos y salchichones se dejarán para la festividad de la patrona, la Virgen de Guadalupe.