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Los vecinos del Soto de Lezkairu se quejan ante los constantes retrasos de las obras

Dicen que es "una vergüenza que el nuevo acceso a lezkairu aún no esté terminado"En 2010, representantes del Consistorio se acercaron al barrio para avisarles de que los trabajos durarían dos meses

Los vecinos del Soto de Lezkairu se quejan ante los constantes retrasos de las obrasPatxi Cascante

Pamplona. Hace un año, el 2 de agosto de 2010, representantes del Consistorio se acercaron hasta el Soto de Lezkairu para asegurar a los vecinos que las obras de los accesos al barrio iban a estar terminadas en dos meses. A día de hoy, y aunque el puente y la nueva rotonda fueron inauguradas hace unos días, la carretera de entrada al barrio sigue sin estar habilitada, y los vecinos ya están hartos. "Llevamos con la misma historia más de cinco años.

Se pasan el tiempo haciendo y deshaciendo las obras, y así no acaban nunca", señala Xabigo González, fabricante de bicicletas y dueño de la tienda de ciclos del barrio."Nos llevan dando largas todo el tiempo. Dicen que lo van a terminar pero no acaban nunca, y tampoco nos informan de lo que hacen. El año pasado, a base de ser pesados, terminaron viniendo a hablar con nosotros, y nos dijeron que en dos meses estaría acabado. Nosotros les dimos tres, y aún hoy todo esto sigue en obras", afirma. Y es que la carretera que conecta Lezkairu con la nueva rotonda aún está en paños menores.

De momento se ha construido la acera, anteayer instalaron las marquesinas de lo que serán las paradas de villavesa, y se ha abierto el hueco para la carretera, pero todavía falta que sea rellenado y asfaltado. Según cuenta González, en principio iban a construir frente al edificio una rotonda, "al final han decidido que no, y por alguna extraña razón han estrechado la carretera justo al llegar a nuestra altura".

"Una decisión sin sentido teniendo en cuenta que por aquí pretenden que pasen coches y villavesas al mismo tiempo", cuenta. Los vecinos, además, reconocen que esa carretera les va a dar problemas. "Dijeron que no habría cuesta, pues ni caso, y en invierno cuando nieve o hiele nadie podrá subir por ahí. Además, la villavesa va a tener que hacer un giro imposible para llegar a la marquesina", afirma González.

"Esto está mal pensado y construido", dice. Y no es el único que ha notado las consecuencias de las obras, Roncesvalles Gorraiz, dueña de la Cestería Garralda, admite que desde que comenzaron las obras han llegado a tener pérdidas de hasta el 60 o 70% y eso, para cualquier negocio, es demasiado. Ella incluso tuvo que cerrar su comercio durante una semana el año pasado, cuando Azysa, la empresa constructora, levantó toda la acera y convirtió la zona en un barrizal.

"Para nosotros está siendo horrible. No son las molestias de cualquier obra, es que llevan años", explica indignada Gorraiz. "Ha sido un golpe muy fuerte. Por aquí antes solía pasar muchísima gente, y, sin embargo, últimamente hemos estado aislados", asegura. Además, ahora se están centrando en la construcción del ascensor que servirá de conexión, para los viandantes, con la parte superior. "El ascensor debería estar colocado hace tiempo, y el parque construido. Y ahora dicen que este lo harán durante esta legislatura. No hay derecho", añade.

MENDILLORRI Sin embargo, los vecinos de Mendillorri sienten que la nueva rotonda les beneficia porque servirá para acceder más rápido al resto de Pamplona.

"Como vecino y comerciante del barrio me parece positivo tener un acceso directo al Ensanche", explica Fernando Roncal, del Mesón Erreka. "A mí me vendrá bien porque llevo a mis hijos a Mutilva al colegio, y antes, al salir, se montaba mucho follón en la glorieta", dice Isabel Berrueta. Pero lo cierto es que ellos no saben por lo que están pasando los vecinos del barrio anexo, un calvario que ya dura más de cinco años.