arbizu. Durante la mañana de ayer se consumieron 220 kilogramos de chistorra de cuatro productores de Arbizu: Anastasio Razkin, Laket Artesanos, Embutidos Arbizu y Juan Flores, acompañado de vino. Podían haber sido más, ya que poco después de la una del mediodía se agotaron las existencias. Y es que la afluencia de personas superó las expectativas más optimistas a pesar de la lluvia. "Teníamos preparados 120 kilogramos y se han puesto otros 100. También se han agotado los 500 vasos que había a la venta" observó el alcalde de Arbizu, Jesús Mari Mendinueta.

Lo cierto es que la chistorra gusta a todos los paladares, incluso a los más exigentes. Prueba de ello es que el pasado año Embutidos Arbizu consiguió el prestigioso premio Coq D'Or de la guía francesa Le Guide des Gourmands.

El cerdo fue el otro gran protagonista ayer. Así, se realizó una matanza a la antigua usanza mientras una decena de arbizuarras elaboraron chistorra y morcillas siguiendo una receta transmitida de generación en generación. "Se hacía en todas las casas" observó Mª Pilar Arbizu. Ella comenzó con 12 años y continúa en esta labor. "En Arbizu hay costumbre de hacer morcillas la víspera de fiestas, por San Juan" explicó.

Del cerdo se aprovecha todo. Además de alimento para todo el año, con su grasa se elaboraban jabones. Ayer un grupo de arbizuarras mostraron como se hacía antiguamente, mezclando la grasa con sosa. También realizaron una demostración in situ de como se hacía la colada, con ceniza a modo de lejía para blanquear la ropa. Por otro lado, se pudieron ver varios cerdos de la raza Euskal Txerria y una zotola, pequeña chabola realizada con troncos y barro que se usaba para los cerdos que pastaban en libertad en los montes.

Además de conocer más sobre el cerdo y un modo de vida en esta mirada al pasado, ayer se pudieron adquirir alimentos variados como queso, miel, ajos, repostería, alubias o caracoles sin faltar la imprescindible chistorra en una feria de artesanía que reunió a 25 puestos. La nota musical de la mañana la pusieron los txistularis y trikitilaris. Había más de 70.

CONCURSO DE PINCHOS Ayer se disputó la tercera edición del Concurso de Pinchos en los que la chistorra era el ingrediente fundamental. Se presentaron ocho. Una vez más, se volvió a demostrar la versatilidad de este embutido en la cocina. "Nos ha sorprendido el alto nivel y la originalidad. Vienes con la idea de que vas a comer la chistorra un poquito desnuda y la han combinado muy bien con diferentes ingredientes. Incluso algún pincho ha sido muy arriesgado, mezclando la chistorra con sabores como chipirón, praliné de avellana o mermeladas" observó Óscar Terol, uno de los miembros del jurado. Este humorista, actor y escritor se declaraba un incondicional de la chistorra. "Forma parte de nuestro ADN. Es un sabor que lo tienes que probar al año varias veces para estar tranquilo", aseguró.

Junto a Terol formaron parte del jurado los ciclistas de Euskaltel Egoi Martínez y Gorka Verdugo, el pelotari Joseba Ezkurdia, el pastor de Eulate Ricardo Remiro, y los cocineros Javier Díaz, del Restaurante Alhambra, y Fernando Flores, del Enekorri así como Manoli Hartza, del desaparecido y mítico restaurante Hartza y Xabier Irastorza, del delicatessen Gazi-Gozo.

El primer premio, 150 euros y txapela, fue Sumendi, del hotel Olatzea de Arbizu. La propuesta elaborada por las cocineras Irune Etxeberria, Igone Vázquez y Raquel Muñoz era chistorra sobre brik acompañado de huevo, con la clara en espuma. Se completaba con crema de alubias y virutas de queso. El segundo premio fue para Karrika Taberna de Arbizu y el tercero para el Camping de Arbizu.