de los bancos a base de tablas de madera pintadas de rojo, pasando por los más modernos de la plaza del Castillo, hasta llegar a los últimos colocados tras la reforma de la calle Tafalla, que llaman la atención por el diseño. Como los bancos, fuentes, papeleras, termómetros, etc., se convierten en parte de la personalidad de la ciudad, y con ella evolucionan. En el caso de Pamplona, más que una pieza concreta, hasta ahora, ha sido un color el protagonista del mobiliario: el verde. Esta pintura, que ha estado muy presente en bancos, barandillas e incluso en los relojes termómetro, ha ido perdiendo protagonismo a medida que se ha ido renovando el mobiliario urbano.

Cuatro arquitectos de estudios de Pamplona dan su opinión sobre cómo han cambiado estos elementos en los últimos años. Coinciden en valorar como positivos los nuevos diseños aunque siempre pueda haber "nostalgia" de clásicos como las fuentes verdes de león.

josecho velaz

"Los bancos se pintaban tantas veces que, al final, te sentabas sobre plástico"

Aunque reconoce que los colores y el disponer de piezas peculiares son una manera de diferenciar la ciudad, el arquitecto Josecho Velaz de la firma Vaillo Irigaray, considera que tras quien quiere mantenerlas hay un punto de "añoranza".

Por ejemplo, piezas como los bancos verdes de madera con doble respaldo "estaban hechos de un modo más artesanal y los tenemos en la memoria desde niños". Esta cercanía puede traer consigo algunas reticencias a la hora de cambiarlos, pero considera que "la globalización en el diseño es inevitable".

También señala el rechazo que producen algunos materiales como el plástico frente a la madera. "Me sorprende porque lo que ocurría con estos bancos rojos y verdes, de madera, era que había que pintarlos año tras año para tapar su deterioro, tanto que al final uno estaba sentado realmente sobre plástico".

En los últimos años, cada vez son más los asientos en los que la madera queda a la vista, como son ejemplo los de la plaza del Castillo, un modelo llamado Koro, obra del arquitecto Patxi Mangado.

Esto se debe también, apunta Velaz, a las características de las maderas de origen tropical con las que se trabaja más en la actualidad y a los nuevos tratamientos que les permite resistir mejor ante las condiciones meteorológicas. "Lo mismo sucede con el metal, que antes se pintaba porque se oxidaban las piezas, algo que hoy en día, con un buen tratamiento, se evita", señala. Como ejemplo de lo primero están las fuentes de león verdes, una pieza casi clásica de las calles de Pamplona que dejaron de producirse con el cierre de la Fundición Casa Sancena en 2006.

De lo segundo, de cómo evitar la oxidación, tenemos una muestra muy reciente en los bancos que se acaban de instalar en la calle Tafalla, con forma redondeada.

"Los asientos son de madera y las jardineras, de acero corten", señala Velaz, quien explica que este material tiene "una capa de oxidación exterior, superficial, que impide que el óxido continúe avanzando". La durabilidad del material y el escaso mantenimiento que requiere hace que gane presencia en la ciudad, y por ejemplo, ya está presente también en la pasarela de la cuesta de Labrit.

alfonso alzugaray

"Bancos, farolas... organizan la actividad y el tráfico de personas en el entorno"

El arquitecto Alfonso Alzugaray, por su parte, considera positivo "reciclar la imagen de la ciudad" y realizar cambios en el mobiliario urbano. Aunque reconoce que elementos como los bancos verdes podían ser "un santo y seña" de Pamplona, "no tenían un gran valor desde el punto de vista del diseño".

En cuanto a los cambios que se han producido explica que "mientras antes eran muy frecuentes los elementos de forja, con una producción más artesanal, ahora responden a un proceso más industrializado".

"De las piezas del mobiliario, importa que sean robustas y bellas pero lo que tiene más relevancia es cómo estén colocadas. Porque el mobiliario tiene la capacidad de organizar la actividad y los flujos de tráfico de personas en un espacio", explica. Por eso, Alzugaray considera muy importante valorar cómo se integran las piezas en el entorno, "sobre todo los bancos, las farolas y las esculturas, por la capacidad que tienen para crear un ambiente determinado. Otros elementos, como las papeleras, pasan más desapercibidos", señala.

Aunque en general considera que el diseño está avanzando en Pamplona, Alzugaray cree que en algunas zonas como en el Casco Viejo, se peca de conservadurismo, pensado que el mobiliario debe ir en consonancia con lo "antiguo" de la zona. "Hay una obsesión por el barroquismo, por ejemplo en las farolas, adornadas con unos elementos muy aparatosos, ¿por qué si se han diseñado ahora tienen que parecer de la época de Sarasate?", se pregunta. "Se pueden integrar diseños nuevos sin imitar lo que había antes", opina.

jesús leache

" A un niño le resulta más atractivo beber de una fuente de león"

Para Jesús Leache, del estudio Tabuenca-Leache arquitectos, bancos, papeleras... "completan la escena urbana haciéndola más atractiva y vivible, así como más útil. La calle no deja de ser un espacio para ser usado y habitado". Por eso, todos los elementos "deberían formar una imagen coherente y amable que invite a ser disfrutada".

En el debate entre adaptarse a la modernidad y a los nuevos diseños o conservar los elementos tradicionales, Leache considera que "la evolución no debe suponer merma de calidez y amabilidad en el diseño e implantación de todos aquellos ítems que la funcionalidad de la calle requiera".

En este sentido, reconoce que a "un niño le resulta más atractivo beber agua en una fuente que mana de la boca de un león" y recuerda otros elementos propios de la capital navarra como "la señalización de las calles en letras de bajorrelieve como ocurría hasta hace poco en el pavimento de las esquinas del ensanche de Pamplona y que por su singularidad, aportaban personalidad a una urbanización realizada con medios escasos pero gran dignidad".

Respecto a la influencia sobre la personalidad de la ciudad, Leache destaca el caso de Londres que, pintando todos sus elementos significativos de negro, "ha sabido mantener en el tiempo una cierta imagen inmutable de su equipamiento urbano", lo que "le aporta carácter y neutralidad".

luis tena

"La plaza del Castillo es un batiburrillo en el que se ven varias manos responsables"

Más que reflejar la personalidad de la ciudad, para Luis Tena, de TZ Arquitectos, el mobiliario urbano, "dice mucho del gusto y de los conocimientos de los técnicos y de los responsables municipales". Pone el caso de la plaza del Castillo, "un batiburrillo en el que se ven varias manos responsables, donde conviven bancos y entradas de aparcamiento de diseño con el kiosko y las farolas arcaizantes". Es precisamente en espacios peatonales como este, señala, donde más peso protagonismo ganan los elementos urbanos.

En la evolución del mobiliario considera que entran en juego otros factores, como la preocupación actual por el medio ambiente. Mientras que la madera pintada nos parece ahora "poco respetuosa", la barnizada, "es políticamente correcta". Para Tena, el cambio de color también responde a la ampliación de espacios peatonales ya que antes se colocaban en aceras muy estrechas "y había que hacerlos más presentes con colores vivos, mientras que ahora estas zonas son más amplias, "y se puede ser más neutro".

Con los cambios producidos en los últimos años considera que se ha incrementado de manera considerable la calidad en el diseño, buscando con los colores y materiales "la neutralidad y la resistencia a los vándalos". En cuanto a las características del nuevo mobiliario, se busca que sean "modelos que resulten económicos, resistentes y de fácil mantenimiento y sustitución", señala.