hoy resultaría impensable ver a unas niñas jugando a hacer misas, pero a mediados del siglo pasado esto no resultaba tan raro. Tanto es así que en una de las vitrinas de la exposición Cuando fuimos niños, que ayer se inauguró en el Palacete Municipal de Burlada, hay tres de las muñecas más deseadas de la época, Mariquita Pérez, Cayetana -en honor de la Duquesa de Alba- y Gisela, con trajes de comulgada y ante un pequeño altar. Un ejemplo de que, como afirmó ayer el comisario y propietario de la muestra, José Antonio Quiroga, "la historia de un país se percibe a través de los juegos y de los juguetes". Pero lo más interesante de esta exposición no es que a través de ella se vislumbra el devenir histórico, sino que para unos permite acercar al presente de forma nítida acontecimientos vividos hace muchos años y para otros, hacer tangible aquello de lo que ha oído hablar a sus mayores.

La selección de 200 piezas originales de las más de 1.500 de la colección Quiroga-Monte se podrá visitar hasta el 8 de enero en la primera planta del Palacete con un horario de 10.00 a 13.00 horas y de 17.30 a 20.30 horas. Los asturianos José Antonio Quiroga, junto a su esposa Covadonga Monte, poseen uno de los mejores y más completos patrimonios privados sobre el juguete, la muñeca y la cultura infantil del Estado. El gerente del Patronato de Cultura, Iñaki Gordejuela, explicó ayer que el Ayuntamiento de Burlada ha organizado esta exposición porque la temática "es interesante para estas fechas", porque "queremos dar a conocer este edificio" y porque "recientemente el juguete ha ascendido a categoría de industria cultural". La entrada cuesta un euro para los mayores de 8 años.

de los más caros a los modestos

El desconocido Juanín Pérez

Cuando fuimos niños permite al visitante conocer la trayectoria de la fabricación del juguete desde 1860 hasta 1985, desde el producto más inasequible, como era la Mariquita Pérez, hasta el tren de cuerda o la muñeca pepona. Como guiño a Navarra y al no haber tradición juguetera en la Comunidad foral, Quiroga decidió ilustrar la exposición con una reproducción del hidroavión Plus Ultra que en 1926 fue el primer avión de la historia en cruzar volando el Atlántico, un viaje en el que participaron dos navarros: el estellés Julio Ruiz de Alda, capitán y copiloto, y Pablo Rada, mecánico natural de Caparroso. Al respecto, el comisario quiso aclarar que este homenaje al avión plus ultra carece de cualquier tipo de connotación política.

Entre los juguetes expuestos, destaca un arrastre de caballos de 1860, por ser el más antiguo; un zoótropo de 1897; la primera Mariquita Pérez (1940), con sus gafas y su correspondiente funda hecha con cuero; así como Juanín Pérez, el gran olvidado a tenor del éxito de su hermana. Respecto a este muñeco, José Antonio Quiroga explicó que el ejemplar que hay está vestido de torero. "Ese traje costaba 500 pesetas y lo hacía la misma costurera que cosía los trajes a Manolete", indicó el coleccionista, que apuntó que comprar este muñeco costaba entonces unas 200 pesetas. No obstante, lo más valioso que estos días se puede ver en Burlada es un tren de 1918 realizado por el maestro del constructivismo Joaquín Torres García, "amigo de Picasso que colaboró con Gaudí en la Sagrada Familia", expuso el comisario. Y es que esta obra, según indicó, puede alcanzar un precio en el mercado de 30.000 euros. De los productos más recientes, también hay coches de scalextric, nancys y los insuperables Madelman.

En definitiva, un sinfín de juguetes que hicieron, hacen y harán las delicias de los más pequeños de la casa y de los no tan pequeños, porque, como concluyó Quiroga, "a medida que creces recuerdas con más nitidez aquel juguete que tenías o que deseabas". Lo dicho; una bonita oportunidad para recordar.