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Cien pisos del siglo XXI

Cien pisos del siglo XXI

se construyeron en 1966 y fueron habitados por parejas jóvenes de clase obrera. Los conocidos como Cien pisos del Barrio de Lourdes se habían convertido en los últimos años en la perfecta ilustración del deterioro urbanístico de las barriadas periféricas, no solo por el aspecto exterior de los edificios, sino por sus carencias en materia de eficiencia energética o de adaptación a las actuales exigencias de accesibilidad.

Hace apenas cuatro meses, las fotografías termográficas realizadas a los inmuebles captaban la pérdida de calor que sufrían las viviendas. Traducido en gasto, los Cien pisos eran un coladero de dinero en forma de facturas de calefacción (con consumos de 2.250 kilowatios mensuales en pisos de unos 80 metros cuadrados) y en recibos de electricidad por el aire acondicionado. En cuanto a la estética de los bloques, las fachadas se habían convertido en un caótico soporte de aparatos de aire acondicionado, antenas parabólicas, cables, huecos de jardineras colocadas en origen y luego eliminadas, tendederos de ropa, contraventanas en unos pisos y en otros no, desconchones, agujeros...

La pasada semana, la intervención financiada a tres bandas por la Unión Europea, a través del Programa Concerto, el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Tudela, fue galardonada con el Premio de Rehabilitación Ciudad de Tudela. El galardón les fue entregado a los arquitectos, la constructora y las comunidades de propietarios de los números 4, 6, 8, 10 y 12 de la calle Delgado Garcés.

El reto

Ley de mínimos, buen resultado

En el marco del proyecto Lourdes Renove, la solución a los Cien pisos se puso en manos del equipo M&O Arquitectos. Fermín Margallo y Andrés Orgambide se hicieron con el concurso para una intervención en la que, además de soluciones técnicas, han tenido que bucear en puntuales conflictos vecinales derivados, en muchos casos, del perfil de los inquilinos: gente de avanzada edad o inmigrantes en régimen de alquiler. "La gente, al principio, desconfiaba de todo. Creían que les obligábamos a hacer y pagar obras porque sí", recuerda Margallo.

Lo cierto es que pese a que la rehabilitación debía, por exigencia de la convocatoria concursal, realizarse desde el exterior, sin entrar en los domicilios, el contacto con los vecinos ha sido constante antes y después de los trabajos.

Aplicando "una ley de mínimos", los arquitectos plantearon una solución en la que primaba ocultar las instalaciones exteriores, mejorar la eficiencia energética del inmueble arreglando la cubierta y la fachada, dotándolas además, de una estética "digna".

Por otra parte, se entró de lleno en los patios de luz, "tubos" de tres metros de anchura y cuatro pisos de altura en los que se acumulaba la humedad y la porquería de palomas. Por supuesto, se colocó ascensor en cada uno de los portales objeto de la rehabilitación.

resultados eficientes

El ahorro rondará el 60%

La actuación, llevada a cabo en tres meses y ya finalizada, ha tenido lugar en 90 viviendas de cinco bloques. Uno de los resultados que muestran las monitorizaciones de seguimiento a las que obligaba el programa de subvenciones europeas Concerto, es que la nueva fachada ha reducido en una cuarta parte el escape de energía desde los pisos al exterior y la entrada de sol. Es decir, que el coeficiente de transmisión térmica ha bajado de 1,2 a 0,36. El ahorro en calefacción y aire acondicionado, tras los trabajos, estará entre un 50 y un 60%.

Estos espectaculares números son resultado del revestimiento de la fachada con un sistema de aislamiento exterior Coteterm Estuco Flexible, de la firma Parex, cuyas características se ajustan al precio, eficiencia y acabados que buscaban los responsables del proyecto. "El aislamiento térmico es una nueva piel para el edificio", explican los arquitectos. Y en la tarea de realizar la envolvente térmica precisa y lograr los acabados pretendidos jugó un papel fundamental Javier Jiménez, responsable de la constructora Estucos Alfaro, que se involucró al cien por cien en la obra.

Para terminar de evitar el escape de energía, se colocaron contraventanas en todos los huecos de ventanas existentes, utilizando carpintería corredera de color gris y vidrio bajo emisivo de Guardian. Uno de los temas menos visibles, pero en los que el antes-después es más patente, es el de los patios de luces. Pese a que no se ha podido solventar por completo la entrada de luz natural con la idea inicial de instalar espejos, se ha utilizado mortero blanco, material que refleja mucho la luz. El engorroso tema de las palomas se ha finiquitado con redes colocadas por encima de los canalones, que impiden su acceso a los patios y por las nuevas cubiertas metálicas con aislamiento.

accesibilidad

Ascensor y portales

La eliminación de barreras arquitectónicas, cuyo pilar fundamental era la instalación de ascensor, necesitó de la demolición de las escaleras y las fachadas de la caja de la escalera para llevar a cabo unas nuevas losas de escalera con forma de bulbo. Ahí se han instalado los ascensores y, aprovechando la coyuntura, se han adecentado los portales. Las exigencias del concurso eran claras en materia de energías renovables. Se propuso la instalación de paneles fotovoltaicos para la producción de energía eléctrica de 20 KW cada una por portal, aceptándose en dos de los cinco objeto de la intervención, a modo de arrendamiento de la cubierta. Actualmente hay una instalación ejecutada, dejando la puerta abierta a otras futuras en el resto de los portales.

Estética

Colorido y nueva imagen

Indudablemente, los resultados estéticos de la intervención son los más llamativos o, al menos, los que se aprecian con mayor celeridad por el viandante casual. La transformación de los bloques ha sido radical y lo bonito tiene cualidades prácticas. Así, las estrechas zonas de aseo y cocina se han utilizado para colocar, entre ambas, una celosía que, además de cumplir una función estética, oculta el lugar en el que se unifican las instalaciones de aire acondicionado, nuevas acometidas de agua...

La batería de rejilla que sobresale de la fachada es multifuncional: oculta elementos, sirve de tendedero y ejerce de barrera para los rigores del sol.

Franjas de color vertical, sobre el gris central, distinguen cada portal.