Seis mil soldados españoles murieron o fueron hechos prisioneros en la desbandada general que se produjo en la línea de batalla junto al río Queiles, entre Santa Quiteria y Cascante, por 48 muertos franceses. Tras la derrota, el general Castaños, que se había acomodado en el palacio del marqués de San Adrián (la actual sede de la UNED) fue sometido a un consejo de guerra por su actitud en Tudela.

Con la intención de recuperar la parte más material de ese fragmento de la historia de la capital ribera varios vecinos (algunos de ellos arqueólogos) solicitaron a Príncipe de Viana autorización para realizar una prospección en los alrededores del monte de Santa Quiteria (muy cercano al cementerio tudelano). Cultura ha otorgado la autorización para esta campaña que se realizará a finales de año y que es la segunda ocasión en que se lleva a cabo. "Trabajamos con dos detectores de metales y tenemos la obligación de mandarlo todo al Gobierno de Navarra. Es una zona amplia, el año pasado trabajamos en cinco hectáreas aunque sólo tres eran productivas y las otras dos, cercanas al Queiles, estaban bastante contaminadas", explicó ayer el arqueólogo tudelano Juanjo Bienes, uno de los que realizan esta búsqueda.

En lo que fue campo de batalla y resistencia de las tropas españolas de los generales O´Neill y Saint-March se han encontrado balas, botones e incluso algún elemento militar, además de alguna sorpresa. "Nos apareció un conjunto bastante curioso de monedas romanas republicanas y lo que tenemos que averiguar es qué hacen esas monedas ahí y de donde vienen, tan lejos del Ebro donde estaban las villa romanas", explicó Bienes.

En esta segunda campaña el terreno a analizar rondará también otras cinco hectáreas y se emplaza entre los campos de fútbol de Santa Quiteria y la estación eléctrica. La intención de estos vecinos es demostrar que se trata de una iniciativa seria, dado que no solo aportan los hallazgos y mapas cartográficos de dónde y cómo se han encontrado, para seguir con esta prospección hacia Urzante "a partir de ahí el terreno está más contaminado porque ha habido mucha intervención humana, tanto de búsqueda como agrícola", señaló Bienes.

Pese a que han pasado más de 200 años los restos pueden ser numerosos en un terreno en el que se enfrentaron más de 75.000 hombres (42.000 españoles y 34.000 franceses) y donde se sufrió una de las derrotas más humillantes de la invasión francesa.