Como Iturrama hace 40 años, Mendillorri hace 20 o Buztintxuri hace apenas 10, el barrio de Erripagaña echa ahora a andar. En junio de 2011 se entregaron las primeras llaves a los vecinos y a día de hoy hay más de un millar de viviendas con licencia de primera ocupación, con la peculiaridad de dividirse entre los términos municipales de Pamplona, Burlada, Huarte y el Valle de Egüés. En estos primeros meses de vida también comienzan a aparecer algunos comercios, que esperan impacientes a que este nuevo barrio se termine de llenar de vida.
Por el momento, Erripagaña sigue siendo bien una zona de paso entre Pamplona y el entorno del Valle de Egüés o bien un barrio dormitorio en ciernes para los vecinos que acaban de deshacer sus maletas. En todo caso, según comentan quienes allí viven, hace apenas un año esta situación de barrio recién construido era mucho más evidente. En la entrada de la farmacia de Hugo Echeverría, la pareja formada por Pablo Berasáin, de Cirauqui, y Natalia Tellado, pamplonesa, se muestra muy esperanzada con el futuro del barrio. "Hace falta que vayan llegando más servicios y se anime el barrio, pero estamos muy contentos. Es una zona muy tranquila y estás a un paso del centro, ya que al estar tan cerca de Sarriguren pasan muchas villavesas. Vivimos en una VPO, pero Erripagaña era nuestra primera opción, nos parecía un lugar muy apetecible", explica Berasáin, de 33 años.
Al otro lado del mostrador, está Hugo Echeverría, que se encarga de una farmacia en la zona del barrio perteneciente a Burlada desde este verano, aunque antes trabajó en la otra farmacia de Erripagaña. "En agosto la mayor parte de los vecinos estaban de vacaciones o en el pueblo y ahora ya se ve algo más de movimiento", explica. Quienes ya han apostado por abrir su negocio en este barrio esperan como agua de mayo la llegada de savia nueva. "Estamos encantados con la llegada de nuevos vecinos. Poco a poco se van viendo carteles de nuevos comercios que tienen intención de abrir y van llegando inquilinos, en breve entregarán cinco nuevos bloques. Además, es un barrio sobre todo de jóvenes, de parejas de treintañeros, aunque también hay personas más mayores".
Por ahora, los vecinos siguen abandonando el barrio para hacer la mayor parte de recados. "Nosotros solemos ir a Iturrama y el centro, porque lo conocemos, o a grandes superficies, como todo el mundo", añade Pablo Berasáin. El futuro de las bajeras en obras es un recurrente tema de conversación entre los vecinos, que echan especialmente en falta un bar o una cafetería. Sergio Virto Artieda, Juan Garde Aguirre y Willy Iraizoz Galbete pueden dar fe de ello. En su caso, han apostado por abrir una tienda de bicicletas especializada en la zona del barrio perteneciente a Pamplona, aunque mientras duraban las obras gran parte de los vecinos se les han acercado preguntándoles a ver si la próxima apertura sería la de una cafetería. "Como veíamos que tenían tanto interés hasta pensamos en poner una máquina de café", bromeaba Juan Garde. En todo caso, su nuevo negocio, la tienda de bicicletas Cycla, ha tenido por el momento una gran acogida en apenas 10 días. "éramos muy aficionados al mundo de las bicis y nos hemos animado a montar un negocio de algo que nos gusta y que nos estimula más que nuestros anteriores trabajos. Más que miedo por qué acogida tendremos, tenemos mucha ilusión y, de momento, en el poco tiempo que llevamos, la respuesta de la gente ha sido muy buena", explica Sergio Virto.
La idea de este grupo de nuevos emprendedores es trabajar el mundo de la bicicleta, aunque yendo un paso más allá. Además de vender bicicletas de todo tipo, desde bicis de carretera hasta BMX, tienen la intención de organizar salidas en grupo o exhibiciones. Después de mirar bajeras incluso en el entorno de Carlos III, se decantaron por Erripagaña: "Nos llamó la atención la ubicación, en dirección a Sarriguren desde Pamplona, al lado de Mendillorri y muy cerca del centro. La tienda se ve mucho desde la carretera y hay mucho sitio para aparcar, tenemos parking gratuito -bromea-. Al estar al lado del camino de Santiago se acerca también alguna gente y estamos junto a un carril bici. Al barrio va llegando gente, cada vez se ve más movimiento y, de hecho, muchos de nuestros clientes viven en Erripagaña. De todas formas, al trabajar con una marca como Scott, una de las tres más importantes del mundo, tenemos vocación de ser no solo una tienda para el barrio, sino para Pamplona y la Cuenca", explica Virto.
En el otro extremo del barrio, junto a la rotonda de Sarriguren está el negocio más antiguo de Erripagaña, la farmacia 24 horas. Abrió sus puertas en agosto de 2011 con la idea de dar servicio a vecinos de Sarriguren, Gorráiz, Burlada o Villava. Según Inma Osinaga, una de las trabajadoras, la tranquilidad que se vive entre semana contrasta con el movimiento de los fines de semana: "Los fines de semana sí que son movidos porque al ser 24 horas viene gente incluso desde el hospital o desde Noáin o Badostáin". En su opinión ese carácter de farmacia 24 horas es "lo que salva el negocio", ya que, según dice, no tiene demasiada esperanza en que Erripagaña consiga consolidarse como un barrio con vida propia. "Tengo dudas de que los vecinos que vayan llegando terminen consumiendo aquí, supongo que comprarán donde trabajan y esto terminará siendo un barrio dormitorio, aunque aquí seguirá viniendo gente de paso", explica.
Entre uno y otro negocio hay al menos tres próximas aperturas, dos de ellas de panaderías de las empresas Ogipan y Taberna. La tercera es una guardería situada en la avenida de Erripagaña. Silvia Toral y Ana Labairu serán las encargadas de gestionarla, con la experiencia que les ha dado 10 años al frente de la guardería Dumbo de Burlada. A día de hoy, estas dos socias se encuentran a la espera de que el Ayuntamiento del Valle de Egúés les entregue la licencia de obras. Una vez finalizados los trabajos de adecuación, su idea es abrir de inmediato, "si es en enero, pues en enero, sin esperar a que el nuevo curso empiece en septiembre del año que viene", explica Silvia Toral. Desde luego, como el de la cafetería, el de una escuela infantil parece un negocio seguro. "Creemos que es un buen lugar, al ser un barrio con mucha gente joven y nuevo. En otros lugares como Sarriguren o Mendillorri ya hay muchas guarderías y aquí aún no hay ninguna. Tenemos buenas expectativas porque ya nos está llamando gente interesada", añade.
Por el momento, entre los municipios de Pamplona, Burlada, Valle de Egüés y Huarte se han entregado 1088 viviendas, aunque este número se incrementará en breve con las próximas licencias de primera utilización a otorgar en Burlada y Pamplona. Todavía no existe ningún dato exacto sobre el número de vecinos que ya viven en la zona, ya que, por ejemplo, el padrón municipal de Pamplona no contempla este entorno como un barrio diferenciado y lo divide por secciones entre Mendillorri y la zona de Beloso. No obstante, la población supera probablemente el millar de habitantes (Egüés tiene ya empadronados a 210 vecinos en las casas construidas en su municipio). En principio, se espera que se construyan unas 3.500 viviendas en el barrio, con lo que la población se acercará con toda probabilidad a los 10.000 habitantes y además está prevista la implantación de un área comercial. Hasta que eso ocurra queda aún un largo recorrido del que serán testigos privilegiados quienes desde ya han apostado por este barrio.