pamplona - Los vecinos del burgo de San Cernin no quieren dejar morir las calles del barrio. Así lo demostraron ayer con la celebración del día de Santa Ana en la plaza que lleva el mismo nombre. Música, chocolate y una cena autogestionada fueron posibles gracias a la colaboración constante entre los vecinos.

“Empezamos a actuar hace unos años por las deficiencias que mostraba la zona y la dejadez del Ayuntamiento. Luchamos por adecentar la calle Jarauta y conseguimos recuperar esta plaza, la plaza de Santa Ana, que estaba completamente abandonada”, explica Jesús Alonso, portavoz del grupo. Y es que este conjunto de unos veinte vecinos, un grupo heterogéneo, quiso ponerse manos a la obra para poder recuperar lo perdido con el paso de los años y la urbanización de la ciudad. “Lo que pretendemos es organizar actividades para que los vecinos vean que en este barrio sigue habiendo vida. Decidimos recuperar a la Virgen, que fue retirada por estar dañada, por la significación que tiene, sobre todo, para los mayores”, comenta Maribel Martín. “Estamos muy contentos con lo que hemos conseguido con esta plaza. Lo que me pena es que mis hijos, que se han criado aquí, no la han podido disfrutar”, señala Martín. De este modo, su trabajo no alegra solo a los recién llegados, sino que supone tranquilidad para los mayores, que ven cómo los lugares en los que han crecido recuperan su vida.

Con 85 años a sus espaldas, Lucía Goñi no deja de involucrarse con sus compañeros. “La gente del barrio viejo es la gloria de Pamplona”, exclama sonriente. Gracias a su labor, quien se acercó ayer a la plaza de Santa Ana pudo disfrutar del chocolate caliente, pero no solo eso, sino que “nos acompaña en todas las actividades, en San Fermín Txikito...”, añadieron los compañeros. “Nos juntamos una o dos veces a la semana en el local de la calle Descalzos, donde proponemos mejoras y valoramos cómo está yendo el barrio”, cuenta Mª José Lainez. Una muestra de trabajo en grupo constante.