tudela - Ni los mejores inspectores de la Policía Nacional podrían desentrañar el misterio que esconde el supuesto interés que, de la noche a la mañana, despertó en el director de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, el uso de las naves abandonadas de la empresa Sanyo en el polígono municipal de Tudela.

Hace casi un año, a finales de diciembre de 2013, Cosidó decidió visitar Navarra y tras hacer una parada en Pamplona llegó hasta Tudela para ver la comisaría y, sin que nadie supiera nada al respecto de forma previa, interesarse por las antiguas naves de la desaparecida empresa Sanyo.

nadie sabe nada Nadie entendió muy bien aquella visita ni si la idea provenía del Ayuntamiento o de la Policía Nacional. Hoy en día el misterio continúa. Casi un año después nadie sabe nada al respecto sobre un interés que es como si nunca hubiera existido. Desde la dirección de la Policía Nacional remiten al Ayuntamiento de Tudela, dado que la iniciativa “partió de ellos”, mientras que desde el Consistorio apuntan que la idea la trajo Cosidó consigo y que el Ayuntamiento se limitó a enseñarle las naves.

Lo cierto es que se citó con cierta pompa a todos los medios de comunicación y que a la visita de las naves acudieron tres concejales, el alcalde, varios técnicos y responsables de la comisaría de Tudela.

En aquel encuentro, se indicó que el Ministerio de Interior estaba estudiando la posibilidad de emplear aquellas naves abandonadas como almacén de los bienes incautados por el Cuerpo Nacional de Policía en sus operaciones en toda España. Si las conversaciones abiertas hubieran llegado a buen puerto, el Ayuntamiento de Tudela estaba dispuesto a donar estas naves, tal y como ya hiciera cuando se instaló la firma Sanyo en 1966.

Pero 12 meses más tarde, nadie sabe nada sobre aquel súbito interés.

Desde el departamento de prensa del Cuerpo Nacional de Policía, que se mostraron bastante extrañados por la pregunta, solo acertaron a señalar que “las naves son del Ayuntamiento por lo que ellos sabrán más que nosotros. Nosotros aquí no sabemos nada, de momento”. Lo extraño del tema es que según todas las partes el interés partió de este cuerpo.

Por otra parte, desde el Ayuntamiento de Tudela tampoco habían vuelto a tener ninguna notificación sobre el tema. El concejal de Comunicación, Joaquim Torrents, señaló ayer que “no hemos vuelto a saber nada sobre el tema”. Torrents explicó que el interés de Cosidó surgió porque “alguien en Madrid le indicó que en su pueblo -por Tudela- había unas naves vacías que se podían emplear como almacén de bienes incautados y vino a verlas”. Asimismo, desde el Consistorio recordaron que el interés provino de la Policía Nacional y para tener más información remitieron a este periódico al departamento de prensa de ese cuerpo.

De esa manera nadie entiende muy bien aquella visita relámpago a las naves, ya que incluso en aquel diciembre de 2013 la nota de prensa sobre la visita de Cosidó no mencionó en absoluto el interés por las citadas naves.

La firma. El 21 de junio de 2010, el alcalde de Tudela, Luis Casado, y el delegado de Sanyo Sales&Marketing Europe, Masayasu Fujimoto, firmaron la escritura de cesión de los terrenos donde se ubicó la factoría de la firma japonesa. Con este trámite, el Ayuntamiento recuperó los 73.493 m2 de suelo que el municipio cedió a la empresa en 1966.

50.000

metros cuadrados. Es la superficie que tienen las naves de Sanyo en el polígono municipal por las que se interesó Cosidó.