lezáun - Que los huevos no salen de las gallinas con la fecha de caducidad impresa en la cáscara o que la leche está caliente cuando se ordeña. Esas son dos de las numerosas lecciones que los niños, y también los adultos, pueden aprender en la Granja Escuela Basabere de Lezáun. Se trata de un núcleo zoológico en el que hay más de 50 especies diferentes y que sus dos impulsores, los hermanos Mikel y Ángel San Martín, de 26 y 27 años, han creado con un objetivo claro: “Acercar la naturaleza a todos”.
En Basabere los visitantes pueden pasear por sus instalaciones y ver muy de cerca a los animales que conforman una larga lista de ejemplares. Hay algunos comunes, como las yeguas, un burro, patos o gallinas, pero también otros, cuanto menos curiosos, como dos llamas, una hiena, liebres de la Patagonia, un avestruz, búhos y lechuzas, cernícalos, pavos americanos, conejos gigantes, chinchillas o incluso canguros como el Wallaby de Parma, que es el más pequeño del mundo, o el de Bennett. Es de destacar que en este centro no compran animales, evitando así su tráfico. Todos los inquilinos de Basabere provienen de intercambios con otros núcleos zoológicos o donaciones.
Este proyecto, según sus impulsores, “busca conseguir un mayor compromiso con el Medio Ambiente, promoviendo que otra forma de vida es posible y aprovechando los recursos de forma sostenible”. Con esta educación ambiental, los hermanos San Martín quieren inculcar el cuidado hacia la naturaleza, sobre todo entre los niños. “Para respetar cualquier cosa es necesario conocerla, saber la importancia que tiene, qué nos puede dar y, sobre todo, apreciarlo y cuidarlo”.
La granja, que se inauguró ayer, es el fruto de la pasión de estos jóvenes por los animales, y es que a partir de 1997 comenzaron a reunir ejemplares en una finca junto a una nave de cantería, que era el negocio familiar. “Había dos parejas de patos, seis gallinas y unas pocas ovejas. Esto fue poco a poco creciendo con caballos, palomas, gallinas y conejos”.
Comenzaron entonces a llegar las visitas. “Durante estos años, han venido a ver los animales innumerables amigos con hijos o sobrinos, lo que nos hizo darnos cuenta de que cada vez las generaciones futuras tienen un acceso más difícil al Medio Ambiente. Los niños pueden ir a un zoo a ver animales pero aquí los pueden tocar, limpiar o darles de comer. Conocerlos en el día a día”.
Basabere cuenta con varias instalaciones. Nada más entrar está el estanque donde se pueden conocer las diferentes especies de anátidas y sus curiosidades, así como otros animales subacuáticos que también viven en Basabere. En la huerta se ve el cultivo de verduras y legumbres, desde la germinación hasta la recolección, y en la granja, propiamente dicha, están los animales que han formado parte de las granjas de los antepasados como cabras, yeguas o un burro.
En el gallinero se puede visitar a más de un docena de especies diferentes de gallinas y aprender aspectos interesantes como cada cuánto ponen huevos o cuánto tarda un pollito en nacer.
Otro espacio muy interesante es el dedicado a la cetrería y es que, como explica Mikel San Martín, es importante conocer a las aves rapaces. “Siempre se les ha visto como alimañas a erradicar, pero tenemos que saber que cada animal está por algo”.
Por último, destaca el espacio de los animales salvajes llegados desde los cinco continentes. “Algunos de ellos proceden de mascotas particulares que han sido abandonados o donados. El objetivo es también que la gente se conciencie en la responsabilidad que conlleva adquirir una mascota”, señala.
El programa para visitar esta granja escuela está orientado a grupos tanto de escolares como de tercera edad, entre semana; y a familias o grupos más reducidos de cara a los fines de semana. Se puede visitar por libre o de forma guiada y también participar en los talleres y comer allí, si se desea.
Una de las actividades dirigidas a los más pequeños consiste en llevar los huevos desde el gallinero hasta la incubadora y ver también nacer pollitos. Todos los talleres están relacionados con la naturaleza.
Los impulsores, que agradecen la colaboración de amigos y familiares, han invertido unos 100.000 euros. El Gobierno y el programa Leader Plus, ambos gestionados por Teder, les ha subvencionado con 16.000 euros y ha sido fundamental la colaboración de Tierras de Iranzu. Representantes de estas entidades y la alcaldesa de Lezáun coincidieron en la inauguración en destacar el valor que tiene este centro para el desarrollo rural y turístico. Se puede reservar en www.basabere.com.