estella-lizarra - Están juntas a la hora de superar el proceso de divorcio y, como ellas explican, revueltas a nivel emocional. Se trata de las integrantes de la Asociación Juntas y Revueltas que desde hace dos años agrupa a mujeres de Tierra Estella divorciadas o que están en pleno proceso de separación. Van de la mano y, como dicen, se apoyan unas a otras para “salir del túnel” y es que recuerdan que un divorcio siempre conlleva un luto. “Es un proceso duro, de transición, donde cambian muchas cosas de tu vida”.
Begoña Resa, Larraitz Trinkado, Ana Isabel Los Arcos, Irache Heras, Charo Etayo, Rosi Aramendía, María Pizarro y Aitziber Boneta son ocho de las 14 miembros que tiene ahora este colectivo. Entre las actividades que realizan hay muchas y diversas iniciativas. Desde talleres de autoestima o asesoramiento legal, hasta salidas al campo o al cine.
Este colectivo surgió desde el área de Igualdad del Ayuntamiento, de la mano de la técnica Tere Sáez, tal y como explica la presidenta Begoña Resa. “Detectó que estábamos llegando una serie de mujeres con una problemática muy parecida y se dio cuenta de que entre nosotras nos íbamos a poder ayudar y arropar y, de hecho, así está siendo. Tenemos los mismos problemas y dudas, pasamos por las mismas dificultades y es muy importante el poder consultarnos y tener la experiencia de otras mujeres que han pasado por la misma situación”.
De esta forma, Resa explica que la asociación nació para que las mujeres no vivan la separación desde la soledad. “El luto hay que pasarlo igual porque al final es una pérdida, pero se puede elegir si se quiere hacer sola o acompañada”. El resto de las integrantes corroboran esta afirmación y coinciden en animar a las mujeres que se encuentren en esa situación a acudir al área de Igualdad desde donde se les pondrá en contacto con el colectivo. “No queremos que cualquier mujer que esté separándose se sienta sola, tiene un lugar donde acudir, donde hay otras mujeres que están pasando o han pasado por lo mismo. Aquí van a tener todo tipo de ayuda, se les va a escuchar sin juzgarlas. El proceso de separación es muy duro y si hay alguien en ese estado que sepa que existimos”.
La presidenta quiere dejar claras dos cosas. “Esta asociación se crea por y para mujeres exclusivamente. No tenemos nada en contra de los hombres, pero las necesidades de unos y otras son distintas y en esta asociación lo bueno es que todas hablamos el mismo idioma y tenemos las mismas necesidades. En algunos temas nos resultaría incómoda la presencia de los hombres”, explica.
Otro término importante para esta asociación es aclarar que no se invita a la separación. “Jamás y de hecho una de las normas es que las mujeres que vengan estén separadas o estén empezando con el proceso, pero que ya hayan tomado la decisión. Nos molesta bastante que se nos acuse de invitar a la separación porque no es cierto y la asociación pierde credibilidad”, lamenta.
Lo que sí hace este colectivo es organizar un gran número de actividades. Uno de los aspectos en los que más trabajan es en la autoestima. “Cada caso es diferente pero todas hemos llegado a la asociación con la autoestima por los suelos”. En esto les ayuda una psicóloga.
Otro de los aspectos importantes es el asesoramiento legal. “Tu vida girará en torno a lo que firmes y tu futuro también depende de ello. Viene una asesora una vez al mes y le preguntamos todas las dudas. Después cada una tiene su abogada o abogado”, indican. En el tema legal este grupo también hace acompañamiento al juzgado. “Así no tenemos la incertidumbre de ir allí solas con tu abogada o abogado. Aquí ha habido casos muy duros y hemos hecho piña porque es muy diferente estar en el juzgado sabiendo que hay gente que te acompaña”, indican.
Otro punto muy importante es la psicopedagoga. “Es como nuestra madre, asesora y amiga. Nos ayuda mucho en la educación de los niños y nos enseña también a gestionar las situaciones”, explican.
Más allá de estas actividades, y otras como yoga que realizan en un local cedido por el ayuntamiento en el edificio del Hospital Viejo, en este grupo son también amigas. Cuando alguna de ellas lo necesita quedan a tomar un café, por ejemplo, y organizan salidas al campo o a la playa. Estas reuniones también favorecen a sus hijas e hijos. “Les ayuda mucho a normalizar la situación. Saben que no son los únicos cuyos padres se han separado. Lo cierto es que cada niño reacciona de diferente manera ante el divorcio, algunos lo llevan mejor pero a otros les cuesta mucho y por ejemplo lo ocultan en el colegio”.