Utzama es unos de los valles conocidos y entrañables de la geografía navarra. El más septentrional de sus 14 concejos es Eltzaburu: Proa al ser la cabecera de Ultzama y también por un recurrente guiño marítimo, al ser sus robledales dispensarios de la madera que se está utilizando para la reproducción de la nao San Juan, ballenero hundido en aguas canadienses en 1565. La misma materia, ésta de Eltzaburu y también de Sakana, es la que nutrió gran parte de los barcos de lo otrora conocida como la Navarra Marítima.

El término municipal de Eltzaburu, donde vive un centenar y medio de personas, tiene una extensión 6,21 km2 y limita al sur con Suarbe y Auza, y al Oeste con Ilarregui, es un lugar que seduce por donde lo tomes: por sus campos y pastos verdes sobre suaves montañas, por sus sendas que surcan frondosos bosques ribeteados de madreselvas y hiedras, por su fauna y ganaderías (Ternera de Navarra, leche, Yeguada Haras...), por su formidable caserío, en el que abunda el turismo rural, por sus joyas culinarias (hongos, carne, cuajada...), por su cultura y por sus gentes.

Todo bien irrigado por un clima subatlántico muy húmedo y por un laberinto de arroyos y regatas entre las que capitanea Learraga. No extraña que allí, en el paraje de Autsiberri, eligiera echar raíces el Roble de Eltzaburu. Este Quercus robur, dentro de un conjunto de grandes tallas, esta catalogado como monumento natural (1991). En concreto es el número 10 del censo del Gobierno de Navarra. Su diámetro de base tiene casi 2 metros y alcanza una altura de 27 metros.

Los 145 días de media anual con lluvia y la altura sobre el nivel del mar (entre 575 m del pueblo y 1.000 m de sus tierras altas del norte) favorecen una vegetación en la que dominan los hayedos, seguido por los robledales y los pastizales. También se dejan querer castaños y fresnos. Entre las especies animales se pueden ver aves como, entre otras, el petirrojo, pinzón, el carbonero, el mirlo, buitre y milano real. También es muy rica la fauna acuática y pueden verse como habitantes de sus montes jabalíes, corzos, ciervos o zorros.

La vieja iglesia del románico rural de Eltzaburu fue derribada por su mal estado a comienzos del siglo XIX.

iglesia de san marcelo En 1825 se inauguró el templo actual, construida bajo parámetros barrocos. Su planta tiene una sola nave que se divide en tres tramos. La pequeña sacristía, donde aún permanece una cajonería antigua realizada por un carpintero local, se adosa a la cabecera por el lado del evangelio. Al lado de la epístola hay un pórtico de piedra y la torre de planta cuadrada donde se ubican dos campanas, gemelas, ojos centinelas de las cabezas de ganado, de los pastos del mediodía, de la historia y del propio devenir de la vida este viejo lugar navarro. Tocada está esta pareja de avisadores con apellidos antiguos del lugar como Arce, Mariezkurrena o Bakaikoa.

Al aire libre se gustan la torre y el pórtico, que es de piedra y se adapta a la pendiente. Tiene un acceso de medio punto y se abre en su frente sur con tres arcadas. La puerta del templo es un arco de medio punto de dovelas radiales sin decoración.

En el sencillo retablo mayor se exalta en talla al titular San Marcelo; y tienen su protagonismo la Virgen de Fátima y San José con el Niño. La joya de esta iglesia es una pila bautismal románica del antiguo templo medieval. Esta pila presenta un pedestal cuadrado decorado con bolas, basa circular, fuste cilíndrico y taza semiesférica con decoración gallonada.

La buena conservación y excelente cuidado y limpieza del templo es mérito de Mertxe Mutuberria, que oficia con cariño de zerbitzeria. La ermita de San Isidro, en la salida del camino que conduce a Aitzarbil, completa el patrimonio religioso.

El caserío de Eltzaburu se apiña en una pequeña loma que corona la iglesia. Sus casas componen un bonito y homogéneo grupo que responde a la arquitectura propia de las localidades de la montaña vasconavarra.

Un estrecho (angosto paso entre las equinas de casa Mitxelkonea y casa Txartoneza) es el fielato que da paso al corazón de Eltzaburu: La Posada (de buen yantar), y las casas Martenea, la mentada Mitxelkonea y Martiñenea. Al sureste se airea con la obligada firma del frontón, en este caso una vieja plaza libre (sólo el frontis).

Eltzaburu cuenta con 19 casas alineadas en la parte derecha de la carretera que llega de Auza. En el centro forman un racimo otras 25 de mayor edad. Unos cientos de metros al norte y el noroeste se esparcen otra docena para sumar un total de 55 viviendas. Gentiles pórticos, balconadas y forjas, amén del colorido de las flores en primavera y verano, pintan el lugar de una armonía y belleza inolvidable.

nao ‘san juan’ Construido en Pasaia (Gipuzkoa) en 1563, el ballenero San Juan se hundió en las aguas de Red Bay (Canadá) en 1565. Su pecio es desde 2013 patrimonio subacuático de la Unesco. Con motivo de la Capitalidad Cultural Europea de Donostia/San Sebastián de este año 2016 se está construyendo una réplica de este barco en el museo marítimo Albaola.

La madera de roble para volver a construir el ballenero San Juan procede de los bosques de Eltzaburu y de Sakana. El material encontrado en el pecio ha permitido programar la construcción del nuevo San Juan con los mismos tipos de madera y de la forma artesanal utilizada en el siglo XVI. La nave tiene 28 m de eslora, 7,5 m de manga. Algunos de los troncos curvos de los robles de Eltzaburu están sirviendo para la recreación de la proa del San Juan. No es exagerar el decir que la madera encontrada en buen estado en el pecio del primer San Juan también fuera y es fruto de estos maravillosos parajes navarros.

Eltzaburu, como el San Juan, aunque se hunda, no morirá porque su alma es de madera imperecedera.Biga Ternera de Ultzama La ganadería de Erroz ofrece lotes de gran calidad. Información: 629 475 121 y www.bigaulzama.es.

Nao San Juan Se hace una réplica con madera de robles de Sakana y Eltzaburu Museo Marítimo Albaola (Gipuzkoa). Amplia información en: www.albaola.com