Joxepe Irigaray Gil, quien ha sido alcalde de Auritz/Burguete durante los últimos 8 años, ha compilado en un libro de 300 páginas en euskera y castellano más de 400 fotografías y crónicas que reflejan la vida social y económica de los auriztarras durante los siglos XIX y XX, así como la transformación arquitectónica de la villa pirenaica. Un admirable trabajo que este vecino lleva más de 30 años elaborando y que el próximo sábado 2 de julio, a las 19.00 horas, se presentará en la Casa de Cultura de Auritz bajo el título Auritz argazki zaharretan o Burguete. Una crónica en imágenes. “Este no es mi libro, sino el libro de todos los auriztarras”, declara Irigaray.
Como amante de la historia de su pueblo natal, Irigaray suma numerosas visitas a archivos parroquiales, fondos fotográficos, casas particulares y hemerotecas. “El año pasado cuando dejé de ser alcalde, me dije que tenía que dedicarme exclusivamente a terminarlo”, afirma. Para ello, ha contado con la ayuda del historiador de Garralda José Etxegoien, quien se ha encargado de la maquetación y de elaborar una introducción histórica, así como de asesorar al autor en la clasificación de fotografías. Burguete tiene la suerte de poseer un extenso archivo fotográfico desde 1880 gracias a Elcano, que fue maestro de la localidad y corresponsal de prensa, y otros fotógrafos conocidos como Altadill, Frankowski o Nicolás Ardanaz, que retrataron la vida social de sus habitantes. Sin embargo, la finalidad no es realizar una mera recopilación de fotografías, sino dejar plasmada la historia para todos los vecinos. “Se trata de que nos haga sentirnos orgullosos y que nos una más como comunidad”, asevera el exalcalde.
SENTIMIENTO COLECTIVO
Ferias y mercado
Veraneantes
Cualquier persona que haya atravesado el pueblo de Auritz/Burguete se habrá percatado de su particular estructura de pueblo lineal, influida por el paso del Camino de Santiago, en donde las casas miran a la calle principal. Viviendas pirenaicas con tejados a cuatro aguas, muchas de las cuales han sufrido incendios y derribos, al igual que la iglesia parroquial, como queda registrado en las fotografías.
A pesar de las grandes nevadas durante el invierno, la vida social se desarrollaba en las calles. “Auritz siempre se ha caracterizado por ser el centro comarcal de la zona, se vivía del turismo y había muchos comercios, ferias de ganado y mercados”, añade. Prueba de ello son las numerosas fondas y hoteles como el Loizu, Burguete o Ayestarán o vendedores ambulantes como las Chocheras o el heladero Eliseo, preparados para acoger las ferias de ganado o mercados, a los cuales acudía gente de todas las comarcas.
El deporte también fue muy importante para los auriztarras. Burguete fue cuna de conocidos pelotaris, de ahí que en el año 1857 se construyera la primera zona para jugar al frontón, en la trasera de la iglesia. Antaño, además, se organizaban carreras de bicis, campeonatos de fútbol o concursos de hockey, algo impensable para lo que hoy es una villa de 260 habitantes. “Querían a su pueblo y miraban al futuro. El sentir de comunidad era muy fuerte”, expresa.
No es de extrañar, pues, que muchos conocidos veranearan en un pueblo tan activo, desde el médico Santiago Ramón y Cajal, la esposa del poeta Juan Ramón Jiménez y el escritor Hermilio de Oloriz hasta el Barón de Oña o Hemingway, el cual dijo de Burguete ser “el territorio más malditamente salvaje de los Pirineos”. Esto dio pie a que llegara la modernidad antes que a otros pueblos, pues se veían bicicletas, cámara de fotografías o coches. Aún hoy en día sigue vigente esta costumbre del veraneo y los turistas se integran como uno más del pueblo.
Y es que las relaciones en Burguete eran muy íntimas, una tónica que se percibe a lo largo de las páginas del libro. “Ahora se ha perdido un poco ese sentimiento de colectividad”, afirma Irigaray. Se refiere a la participación colectiva en actividades festivas, como las comedias, donde las mujeres del pueblo representaban obras de teatro o las cencerradas, el tararai o los domenenes, tradiciones religiosas en donde los niños y el euskera eran los protagonistas. “La infancia tenía un papel muy importante en la vida social, no sólo en la escuela”, subraya.
Sin embargo, no todo fueron tiempos de fiestas y ocio. Las fotografías de este libro, cuanto menos, también muestran una cara menos amable, como lo son las duras labores del campo, trabajos de explotación de la madera o momentos de la guerra. Todo un repaso al último siglo y medio que seguro enorgullece a cuantos hayan conocido un pequeño trozo de la historia de esta villa.
Presentación. El sábado 2 de julio a las 19.00 horas en la Casa de Cultura de Auritz/Burguete.
JOXEPE IRIGARAY “ESTE ES UN LIBRO PARA TODOS LOS AURIZTARRAS”
El exalcalde confía en que los vecinos se sientan orgullosos.
25€
En la presentación: 20 euros. Contacto: 606 335 992.