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24 horas de cercanía sanitaria

Tener a mano una farmacia 24 horas es una gran comodidad pero supone un esfuerzo para profesionales como Graciela Menéndez

24 horas de cercanía sanitariaOSKAR MONTERO

mendebaldea - Farmacéutica de profesión y amante de su trabajo, Graciela Menéndez García nunca está de manos cruzadas. Esta asturiana vino a Pamplona a estudiar Farmacia pero al terminar, en 1993, decidió seguir alimentando su ansia de saber y viajó a Granada para estudiar Dietética y Nutrición. Más tarde, se formó en Ortopedia en la Universidad de Alcalá de Henares y orientó su carrera hacia la enseñanza. Pero no fue hasta 2002 cuando decidió montar su propia farmacia, incluyendo en ella todos sus conocimientos. “Intentamos cubrir no sólo servicios básicos, sino que también ofrecemos consejos dietéticos y elaboramos menús para distintos perfiles desde personas que quieren adelgazar hasta personas con diabetes o cualquier otro problema”, explica Graciela. Además, disponen de un servicio de Ortopedia en el que venden y alquilan desde sillas de ruedas y muletas hasta camas eléctricas. “Durante los Sanfermines lo que más se vendió fueron muletas”, destaca esta farmacéutica.

La farmacia, situada en la calle Irunlarrea, comenzó a estar operativa en el mes de mayo durante 24 horas. “Fue un planteamiento en conjunto. Yo estaba en un estado de confort, con 47 años no quieres muchas alteraciones, y la idea de cambiar el modelo de negocio no era fácil. Sin embargo, mis jóvenes empleadas me animaron y la buena situación por la cercanía a hospitales ayudaron a tomar la decisión de ampliar el horario”, relata. La farmacéutica admite que ha sido un esfuerzo económico importante ya que ha doblado la plantilla de trabajadores. No obstante, espera que el negocio vaya en auge conforme pase el tiempo y gracias al boca a boca sea más conocida su nueva condición.

Para Graciela es esencial el trato personal y familiar con sus clientes, es el motivo de satisfacción por el que hace su trabajo. “La parte de despacho no me gusta nada, intento estar en el mostrador con los personas lo máximo posible, es lo que me llena día tras día”, apunta.

consejos con cariño Debido a su situación cerca de hospitales, la mayoría de las recetas que esta farmacia recibe son de tratamientos más serios o de más urgencia. Graciela explica que suelen acudir personas que viajan a Pamplona desde otras comunidades para tratarse de enfermedades cómo el cáncer y que se encuentran en la ciudad solos. “Por eso me gusta dar ese trato familiar a estas personas y sus acompañantes, con simplemente decirles unas palabras amables y darles conversación les animas el día”, manifiesta esta profesional. Y es que este oficio trata de comprender a la gente que viene con problemas, enfermos y preocupados que necesitan una solución y para ello es necesaria la empatía. “En muchas ocasiones el farmacéutico es el primer y último paso que un enfermo da. Por no ir al médico decide consultarnos antes, aunque casi siempre nuestro consejo es que vaya para que le pueda recetar lo necesario”, declara.

Aunque el trato con el paciente es importante, el material es clave. Para esta empresaria es fundamental tener siempre el stock actualizado. “Podemos conseguir los medicamentos necesarios en muy poco tiempo. Siempre intento estar al día de nuevos productos. Es verdad que en muchas ocasiones salen productos que luego no tienen éxito, pero trato de conseguir todo”, asegura. Sin embargo, en su establecimiento nunca venderá “productos milagro”, ya que opina “no son reales”.

Asimismo, Graciela es partidaria de tomar la mínima medicación posible y es que bien sabe que la automedicación es una nefasta costumbre que se ha creado en los últimos años. “Mis clientes habituales saben perfectamente que deben ir a un médico antes de nada, creo que la solución es educar a la gente. Que sepan los efectos negativos de la automedicación”, relata