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Arte urbano en Leitza

Mikel Alkoz ha pintado un mural en el punto de información turística que invita a conocer la localidadLa ‘Ezpatadantza’ que se baila el día grande de fiestas es el motivo elegido para la fachada

Arte urbano en Leitza

leitza - El pasado viernes, unos días antes de las fiestas, Mikel Alkoz finalizó el mural de la fachada del punto de información turística de Leitza, un pequeño edificio de influencia modernista y que se encuentra en un enclave privilegiado, a la entrada de la plaza. El motivo elegido fueron dos dantzaris que bailan la Ezpatadantza y que con sus espadas realizan un saludo de bienvenida. Y es que estas danzas son palabras mayores en Leitza, seña de identidad de un pueblo que ha sabido preservar sus raíces pero adaptándose a los tiempos. Así, el año pasado chicas y chicos bailaron la Ezpatadantza el día del patrón, San Tiburtzio y lo volverán a hacer el jueves. “Desde el Ayuntamiento me pidieron que incidiera en el mensaje de igualdad y la Ezpatadantza es buen ejemplo de ello”, apunta Mikel Alkoz, de 25 años, licenciado en Bellas Artes y posgrado en Ilustración. También recuerda que el encargo que recibió era hacer murales que llamaran la atención y representaran la cultura y la idiosincrasia de Leitza. “Después de consultar con el grupo cultural Alke, dejaron en mis manos lo que iba pintar y en qué paredes”, apunta este leitzarra, al tiempo que agradece la confianza depositada en él.

La primera tarea fue comenzar a realizar bocetos con diferentes motivos y su integración en la fachada, dominada por un arco. Y así, pensó en los dantzaris que con sus espadas al cielo invitan a los visitantes a conocer Leitza. “Para realizar el dibujo miré varias fotos, aunque no tenía ninguna en esa posición”, apunta Mikel Alkoz. También señala que no hay que buscar parecidos a los dantzaris, que tienen rasgos de muchos y de ninguno. “Desde el principio tenía claro que no se reconociera a nadie”, observa. También pensó en integrar el dibujo con un marco blanco en el arco, en consonancia con el diseño del edificio; y le añadió txistu, tamboril y atabal, junto con un paisaje para darle profundidad.

Lo siguiente fue pasar del papel a la pared, una vez preparada esta. Han sido seis días, muchas horas en las que ha trabajado a la vista de los vecinos, muchos de los cuales se acercaba para animarle o felicitarle por su trabajo. “Ha sido una experiencia muy bonita, estar pintando y que la gente vea el proceso”, observa este joven.

OTRAS PAREDES Si bien la dificultad de la fachada tenía un plus añadido por el desafío de encajarla con el edificio, las tres paredes restantes también tienen lo suyo, sobre todo a la hora de realizar una composición que integre con gracia los diferentes elementos. En esas anda ahora Mikel Alkoz. No obstante, el boceto de la pared izquierda, la más visible, ya está bastante adelantado. Girará en torno a los carnavales y al deporte. Lo cierto es que siendo un pueblo con grandes deportistas, no faltarán algún pelotari, harrijasotzaile y aizkolari.

El muro derecho, el situado más cerca del ayuntamiento, estará destinado a la mitología. Lugar destacado ocupará Orantzaro, el Olentzero de Leitza. “Aquí no es el típico carbonero, es un personaje indefinido que puede ser de diferente género o profesión. Es un personaje misterioso que también puede ser algo temible”, explica Mikel Alkoz. También representará a Maimur, personaje que se relaciona con la diosa Mari y que toma su nombre de un paraje situado en el camino a Ezkurra, donde hay un pozo en el que, según las leyendas, surgen las tormentas . “También me planteo otros personajes como los galtzagorris y la representación de la naturaleza con robles monumentales de Leitza, algunos desaparecidos”, explica. En relación a la cuarta pared, señala que tiene varias ideas a las que tiene que dar unas cuantas vueltas.