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Riego y agua de. Calidad

Riego y agua de. Calidad

EL agua de la Ribera llegará a Itoiz llegará a la Ribera. Y lo hará a través de una enorme tubería subterránea y en cantidad suficiente para abastecer tanto el uso doméstico como el riego de miles de hectáreas, seguramente entre 9.000 y 10.000, en ambos márgenes del río Ebro. La solución, planteada por el Gobierno de Navarra, abarata en cerca de un 40% el presupuesto inicial de la segunda fase del Canal de Navarra, que fue paralizado por UPN y PP en 2012 ante las dificultades financieras para continuar con la obra.

“El objetivo es empezar cuanto antes”, explicó Isabel Elizalde, consejera de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, que presentó el resultado de los estudios desarrollados por las empresas públicas Intia y Nilsa. Técnicos de ambas sociedades han estudiado distintas alternativas para llevar agua de boca y de riego hasta el sur en la Comunidad Foral, que en la actualidad no dispone de ella en cantidad y calidad suficientes.

El estudio concluye que “sería conve-niente sustituir” las actuales fuen-tes de agua (Ebro, Canal de Lodosa, Canal Imperial y pozos) por agua procedente de Itoiz. Arguedas, Valtierra y Cadreita mantendrían el actual suministro procedente de Yesa. “Con esta alternativa se solucionan los problemas de calidad ya que todo el suministro de agua se realiza desde fuentes de alta calidad”, dijo Manu Ayerdi, vicepresi-dente del Gobierno, que quiere comenzar a trabajar en los primeros anteproyectos constructivos en enero de 2018, dentro de un año.

Con el agua disponible (6.400 metros cúbicos por hectárea) esta segunda fase permitiría además regar un máximo de 15.300 hectáreas, si bien los informes técnicos limitan a 9.000 o 10.000 hectáreas el máximo que se podría alcanzar en condiciones de rentabilidad. Se des-cartarían así todos aquellos terrenos ubicados 100 metros por encima de la vía de agua.

“Hay que tener en cuenta los costes energéticos y todo lo que esté por encima de 650 euros año por hectárea deja fuera a la mayor parte de los cultivos”, destacó Ignacio Gil, director de general de Desarrollo Rural del Gobierno.

La estimación inicial del proyecto contemplaba regar en esta segunda fase 21.522 hectáreas, para las que. con la actual concesión y la capacidad del embalse, no hay agua suficiente.

Epígrafe

Sifón para cruzar el Ebro

El nuevo planteamiento del Gobierno de Navarra sigue la línea marcada en la ampliación de la primera fase del canal, que ha permitido regar zonas inicialmente no contempladas. Así, el canal a cielo abierto que llega hasta Pitillas se transforma en un tubo soterrado, con capacidad para transportar entre 10 y 15 metros cúbicos de gua por segundo. Esta solución permite ahorrar en torno a un 40% los costes iniciales de la segunda fase, calculados en unos 213 millones de euros, de los que un 60% aporta el Estado y el 40%, Navarra, tal y como se refleja en el accionariado de Canasa, la sociedad pública encargada de impulsar la obra. “Se trata de una estimación -precisó Ayerdi-, porque tampoco el cálculo inicial se corresponde con un anteproyecto constructivo. Puede ser un ahorro algo mayor o algo inferior”.

A esta cantidad había que añadir el coste de las obras de interés general de la zona regable, cal-culados en 180 millones para 21.522 hectáreas y que son sufragados por los regantes y por el Gobierno de Navarra, así como las obras de equipamiento de las parcelas.

El soterramiento de la conducción de agua, además de aligerar los costes, reduce el impacto ambiental del la obra, una enorme cicatriz que cruza en estos momentos desde Itoiz y hasta Pitillas. “La tubería la tapas y se puede volver a sembrar o plantar encima”, dijo Ignacio Gil.

El agua alcanzará la margen derecha del Ebro, uno de los objetivos iniciales de una obra cuyo coste total (desde la construcción del embalse de Itoiz hasta las obras de equipamiento de las parcelas) se acerca a los 1,700 millones de euros.

Y pasará así por debajo del cauce, por medio de un sifón, un recurso “que ya se ha empleado en el río Aragón en la primera fase”, dijo Gil. Segn las estimaciones serán unos 80 kilómetros de tubería.

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Mejorar la situación de Canasa

“Esta actuación debe servir para mejorar la situación financiera de Canasa”, dijo Ayerdi, quien señaló que, económicamente, para el pro-yecto sería bueno que se llegase aregar las 15.300 hectáreas. Esta sociedad, cuyo objeto social es la construcción del tronco del Canal de Navarra -no de las zonas regables, que se han ejecutado mediante concesión y peajes en sombra-, atraviesa una muy delicada situación económica.

“Los ingresos generados están siendo muy inferiores a los previstos y este es, desde la perspectiva financiera, el grandísimo problema del proyecto”, recuerda el informe, quien señala que el consumo de agua de riego des muy inferior a los 6.400 metros cúbicos por hectárea y año calculados. Hasta el momento, Canasa ha destinado 538,9 millones de euros a la construcción de la primera fase del Canal de Navarra, así como a las centrales eléctricas, de un total estimado para el proyecto conjunto, incluida la segunda fase de 751,9 millones.

De lo invertido, 352 procedente de fondos propios (10 de ellos en diciembre 2016, ante la falta de recursos), por lo que se ha aportado casi ya el 50% de la inver-sión total y una cifra muy superior si se tiene en cuenta la inversión ya ejecutada.

“Inicialmente estaba previsto que el 50% de la inversión se acometiera con fondos propios y el resto, con préstamos y los recursos que generase el canal”, señaló Ayerdi, quien no quiso desvelar qué formulas de financiación se plantearán para esta segunda fase.

“Está prevista una reunión con el Estado para el 2 de febrero y será allí cuando se haga pública nuestra propuesta”. El Gobierno de la Comunidad Foral se reunirá también con la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

En este sentido, el vicepresidente Manu Ayerdí apuntó que “toda actuación” que se realice “implica una inversión, un determinado compromiso de dinero” por lo que habrá que “tener muy claro de donde va a sacar Canasa los fondos necesarios para poder financiar esa inversión”.

Al hilo de esta cuestión, Ayerdi detalló también que Canasa recibió en su momento un préstamo de 125 millones de euros con varias entidades bancarias a un tipo de interés del 6% anual y que “ya ha empezado a amortizarse”. Asimismo se acordó también que Navarra realizara un préstamo de 77 millones de euros entre los ñaos 2014 y 2026 que se recuperaría entre 2027 y 2040, con un interés del 3% anual. Navarra ya ha aportado con este fin 22,5 millones de euros.