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Coches fúnebres esperando ante la Estación, hacia 1900

Coches fúnebres esperando ante la Estación, hacia 1900

Hacia 1900 Pamplona era aún una ciudad pacata y carlistona en la que, hasta la hora de la muerte, uno estaba marcado por la clase social a la que había pertenecido. Ante la puerta de la Estación del Norte, como vimos en la fotografía inversa que publicamos la semana pasada, han llegado varios coches fúnebres para realizar su servicio. A la derecha vemos el coche de Primera Clase, con cupulilla, jarrones decorativos y conductor vestido de gala. En el extremo izquierdo vemos el de Segunda, algo más sencillo pero cuyo conductor mantiene la chistera, y en el centro uno de Tercera, mucho más simple y con conductor tocado con gorra.

Delante, en primer plano, vemos dos señoritos jóvenes vestidos con levita, chaleco y pajarita, y un nutrido grupo de muetes con blusón de rayadillo, alpargatas con medias de lana y txapela de gran tamaño, tal vez siguiendo la moda de la aún cercana guerra carlista de 1872-1876.

Hoy en día queda ciertamente poco de aquella zona extramural que nos retratan las fotos de fines del siglo XIX y principios del XX. Desaparecidos los muetes, los señoritos con pajarita, los enterradores y hasta los coches fúnebres, tan solo el río Arga y el propio edificio del ferrocarril, situado a nuestra espalda, dan testimonio de lo que el barrio fue en su día.

En cuanto a la fecha de la foto antigua, tenemos que hacer una última aclaración. Aunque por un principio de prudencia la hemos datado como de hacia 1900, bien pudiera ser algo más antigua, puesto que, según hemos podido ver en una antiquísima fotografía de Anselmo Goñi, el coche de la derecha, el First Class, parece ser el mismo que, ligerísimamente modificado, había sido empleado en el entierro del célebre músico burladés Hilarión Eslava, pompas fúnebres que se habían verificado el 23 de julio de 1878. Nada menos.