otano - El 1 de julio de 1789, un pequeño pueblo del valle de Elorz daba la bienvenida a un hombre que marcaría un antes y un después en la historia navarra y mexicana. Xavier Mina, militar y guerrillero, fue determinante en la causa insurgente en México, y desempeñó un papel fundamental en la independencia del país.
Mina comenzó estudios en Derecho aunque los abandonó para integrarse en el movimiento de resistencia contra la invasión francesa en 1808. En su afán por derrocar al absolutismo español de aquella época, organizó una rebelión con el objetivo de restituir la Constitución de Cádiz. Sus intentos se vieron frenados por las tropas de Fernando VII y Xavier Mina se vio obligado a vivir en el exilio. Años más tarde, el joven coincidió en Londres con el sacerdote mexicano Servando Teresa de Mier, quien le familiarizó con la guerra de Independencia y animó a formar una expedición para ayudar a la causa. Una vez instalado en el país centroamericano, realizó una campaña de lucha y defensa por los derechos y libertades de los mexicanos que han dejado una huella imborrable en la historia del país.
Ayer se cumplieron doscientos años desde su fusilamiento en Guanajuato y Otano quiso rendirle un homenaje. Por este motivo, los ayuntamientos de Noáin-Elortzibar y Orkoien, el Comité de Otano y la Asociación Xavier Mina han impulsado durante octubre y noviembre una serie de actos para conmemorar las acciones de Mina. La culminación de los mismos tuvo lugar en esta localidad, que acoge desde ayer un monolito para recordar su figura.
El legado de Xavier es conocido por la mayoría de los mexicanos pero no es así en la tierra que le vio nacer. Este fue precisamente el motivo de los actos celebrados recientemente: terminar con esa amnesia histórica que rodea la figura de Xavier Mina. “Todos los mexicanos saben quién es Xavier Mina, en Navarra casi nadie lo conoce”, lamentó Tomás Urzainqui, historiador y descendiente de Xavier Mina, que recalcó que su antepasado fue “libertador allí pero también aquí”.
La obra, situada a la entrada de Otano, es obra del artista José Ramón Urtasun y del escultor Jesús Nieto, que han colaborado en estos actos “de manera altruista y desinteresada”, destacó Urzainqui. En referencia a la escultura, el historiador Kepa Larrea apuntó que “muchas piedras fueron puestas en el camino de Mina”.
“A partir de ahora, cuando entre en el pueblo, recordaré los valores de este hombre que todavía no tenía el homenaje que se merecía”, señaló Vicente Leoz, vecino de la localidad, que quiso enviar un “saludo fraternal” a los habitantes de Guanajuato.
A la cita acudieron numerosas personas cuyas vidas guardan relación con la trayectoria de Mina, así como representantes políticos como la concejala de Cultura de Noáin/Elortzibar, Cecilia Antolón, Joseba Asiron y Laura Pérez. Entre ellos, Mikel Iriarte de Xavier Mina Elkartea y Juan Félix Istúriz, de la Casa de Mina en Orkoien. “Deberíamos plantear la incorporación de esta figura en los libros de historia que estudian los niños navarros en los colegios debido a su relevancia”, sugirió Istúriz.
Por su parte, el alcalde de Noáin/Elortzibar, Alberto Ilundáin, quiso recordar la huella de este personaje en la localidad: “Posiblemente sea la persona más importante de nuestro valle y era un hombre con valores”, concretó.
El homenaje, además de emotivo, también tuvo carácter reivindicativo. El espíritu libertador de Mina inspiró la reflexión de Juan del Barrio, de Orreaga Fundazioa: “Ahora que fuerzas enemigas de la libertad nos atacan, hay que agradecer este tipo de actos”. Sagrario López y Eva Ayastui, del Comité de Otano, apuntaron asimismo que la libertad y la independencia de los pueblos no quedan en el pasado, “sino que son temas de actualidad”. Además, los organizadores quisieron recordar que el euskera fue la lengua materna de este guerrillero e hicieron un llamamiento para el impulso del mismo.
La hermandad entre México y Navarra fue la tónica general de la cita. Ambos himnos fueron la banda sonora del acto y las dos banderas cubrieron el monumento durante el día de ayer. Además, se colocó en el monolito una placa otorgada por algunos colectivos mexicanos y se proyectaron algunos vídeos de agradecimiento mandados por el pueblo mexicano.