La asociación Salvemos el Ega presentó el viernes en Ancín las conclusiones del estudio hidrológico y piscícola que este colectivo ha encargado en torno al caudal ecológico del río Ega en Murieta. Este estudio trata de hacer ver que es imprescindible un caudal mínimo para que el río pueda seguir vivo. Salvemos el Ega pide que el caudal ecológico sea clave a la hora de aumentar las extracciones de agua del acuífero de Lokiz. “Que se tenga en cuenta antes de resolver el expediente de las concesiones”, explica el colectivo.
Por otra parte, desde esta asociación recuerdan que en la actualidad se está realizando otro estudio, el que el Gobierno de Navarra lleva a cabo en torno al acuífero de Lokiz. “El estudio del Gobierno debe tener en cuenta que haya agua suficiente para los regantes y para el caudal ecológico. De no haberlo, no deberían sacar más agua de los pozos”, indican desde Salvemos el Ega, desde donde añaden que “por lo menos, que tengan en cuenta este estudio y que respeten lo que tiene que bajar por el río”. De esta manera, recuerdan que el informe puede ser referente, ya que por el momento “legalmente el caudal ecológico no está establecido, a pesar de que es una Zona de Especial Conservación, ZEC, y de que en su normativa se indica que hay que establecer unos caudales mínimos”.
A este respecto, este informe encargado por Salvemos el Ega establece entre 1,4 y 0,7 metros cúbicos por segundo el caudal ecológico mínimo que deberían tener el río, en años lluviosos y secos respectivamente.
estudio El estudio sobre el caudal ecológico lo ha impulsado y realizado con fondos propios Salvemos el Ega. Del trabajo técnico se ha encargado la firma Ecohidraúlica y el experto Domingo Baeza Sanz, profesor del departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Tal y como se indica en el documento, con este informe “se pretende realizar una estimación para minimizar los efectos ambientales que puede producir la alteración hidrológica en un tramo del río Ega, consecuencia de la entrada en explotación de captaciones de mayor potencia en dos nuevos pozos en Mendaza y Ancín”. Para ello, se ha realizado una estimación de la demanda ambiental de este río, que, según el estudio, “puede verse afectado por el aumento de las extracciones de agua subterránea del acuífero”.
De esta manera, el documento es claro al indicar que “la modificación del funcionamiento hidrológico de esta zona puede tener consecuencias ambientales graves, que pueden suponer una reducción de los caudales circulantes, si la extracción de aguas subterráneas supera los volúmenes que permiten mantener unos caudales en el río suficientes para la conservación del sistema fluvial”.
otras propuestas Además del trabajo de campo en el propio río Ega, en el que se han analizado hasta 32 variables, el estudio incluye un análisis de las propuestas de caudales ecológicos para este mismo río con que cuenta tanto el Gobierno de Navarra, como el Gobierno Vasco a través de la agencia URA y la Confederación del Ebro en su Plan Hidrológico.
En este sentido, se recuerda que “las propuestas de valores de caudales ecológicos realizadas en este río por otras administraciones, no se alejan mucho de los obtenidos en este trabajo”. Así, la propuesta de régimen de caudales ecológicos del Gobierno de Navarra, parte de un caudal mínimo de 1,33 metros cúbicos por segundo para el mes de agosto y de 1,4 m3/s en septiembre En el caso del Gobierno Vasco y la CHE, los dos presentan caudales mínimos ecológicos menores en el tramo alavés y mayores en Andosilla “lo que guarda coherencia hidrológica con los resultados obtenidos en nuestro trabajo”, explica el profesor Domingo Baeza.
A pie de río. El estudio ha incluido un trabajo de campo en el propio río, que se ha analizado desde el punto de vista hidrológico e hidrobiológico, en este último caso con el análisis de la población piscícola y su relación con el caudal.
1,4
El estudio, determina la cifra de 1,4 metros cúbicos por segundo como caudal ecológico mínimo de años normales y abundantes, y 0,7 m3/s para los años hidrológicamente secos. Este valor se ha asignado al mes más seco, septiembre.