Motor de la conservación de la cultura izabarra
Ana Rosa Ezquer Aznárez es una pieza clave de la Kurruskla, desde donde activa a la vecindad para preservar costumbres y tradiciones
isaba/izaba - Tras años de celebraciones y de rememorar el pasado, el pueblo de Isaba tiene hoy una memoria sólida de cómo era la vida de sus habitantes un par de siglos atrás como pocos municipios. Esto es gracias en gran parte a la Asociación Cultural Kurruskla Kultur Elkartea, y también a su actual presidenta Ana Rosa Ezquer Aznárez. Más allá de la colaboración en todas las actividades culturales de la localidad, cometido de la asociación, el papel de Ezquer es también el de la activación de la vecindad en actos como el Día de la Indumentaria, “en el que pueden llegar a participar hasta 400 vecinas y vecinos”, afirma.
Gracias a su trabajo, y al de todas las personas que forman Kurruskla, ha sido posible entre otras cosas consolidar la conmemoración de sus tradiciones y de muchas actividades del pasado de Isaba. “Cuando empezamos en 2008 teníamos unos 30 o 40 trajes y hoy hay ya más de 200”, cuenta Ezquer. Y por esto no es para menos que, según cuenta, “la gente aprende la historia de Isaba a través de fiestas como ésta”.
Hoy la preocupación de Ezquer es, como es lógico y comprensible, el relevo generacional en la divulgación de la historia de Isaba.
En su horizonte más cercano están la celebración eventos del calendario. El 30 de septiembre recordarán a “Las Golondrinas”, aquellas mujeres izabarras y de valles vecinos que el siglo pasado cruzaban la muga con Francia para trabajar en la fabricación de alpargatas en Zuberoa.
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