Carrozas bajo la lluvia en Sunbilla
El desfile dominical de Sunbilla redondeó los carnavales de esta localidad. El tiempo no acompañó pero los visitantes pudieron volver a disfrutar del ingenio que se gastan. Ituren, Aurtitz y Zubieta, recogen el relevo estos días.
Lluvia, viento, granizo, una pizca de sol... y vuelta a los chubascos. Tiempo variable, pero principalmente desapacible ayer por la mañana en Sunbilla, lo que deslució pero no impidió que nuevamente los y las sunbildarras mostraran a sus visitantes su ingenio a la hora de preparar las carrozas que desfilan el domingo de Carnaval, redondeando unas celebraciones que se iniciaron el viernes. Quizá por eso, y a pesar del caldo, las castañas y los talos que repartieron un año más desde las tres carrozas que abrían la comitiva, a los cientos de visitantes que acudieron al tradicional desfile, el acto central del Carnaval, les costó entrar en calor.
Pasadas las 11.30 horas de la mañana, tras los cohetes, se iniciaba la marcha con las carrozas de siempre. Como es tradición, abrían el desfile ofreciendo bebida y comida a los visitantes. La juventud repartió como cada año unos 400 litros de caldo, tortilla elaborada con 150 docenas de huevos, 120 panes, 150 litros de vino, además de castañas y talo con queso entre los visitantes a cambio de la voluntad.
Para sufragar el Carnaval, además, durante toda la mañana vendieron boletos para el sorteo de un cordero y dos jamones, que también se pudieron ver en el desfile. Salieron a la venta 9.000 boletos a 1 euro, aunque se vendió menos que años anteriores, también por la menor afluencia de público.
Y justo después, llegaban las carrozas con las que todos los años los vecinos sorprenden a todos los que se acercan hasta esta localidad.
Para empezar, el comienzo de año chino, con dragón incluido y un Urte Berri On en la carroza, fue la propuesta de algunos padres y madres, junto a sus pequeños. Como siempre, además de las carrozas lo que llama la atención en Sunbilla es el buen humor de los vecinos de todas las edades que se involucran en la jornada. No falta el teatro a la hora de interactuar con el público.
A los chinos siguió una carroza con una representación de las brujas de Zugarramurdi, algunas preparando una pócima en la que utilizaban todo tipo de reptiles, otras atadas a la hoguera, junto a miembros de la Inquisición y otras presas, además del macho cabrío, Akerra, que era el jefe de ceremonia del Akelarre, pero que estaba atado con una cuerda sujeta por uno de los inquisidores. También había quien tocaba la txalaparta en esta carroza.
Un grupo de chicas representó una boda zombie, Zombie wedding, mientras que otra cuadrilla de jóvenes representaba una mina de oro en la carroza Sunbilla piko eta pala; otro grupo representó la serie de televisión La casa de papel, con sus atracadores enmascarados, armados con metralletas y con buzos rojos, rodeados de policías. Otro grupo de padres y madres, con sus hijos e hijas, se trasladó a Japón, con geishas y luchadores de sumo, que ofrecieron divertidos combates. El grupo mas veterano entre los disfrazados representó Sunbillako kaldereroak, los caldereros de Sunbilla, zíngaros que anunciaron la llegada del carnaval con sus cazos, sartenes, martillos y demás utensilios. Otra cuadrilla de jóvenes presentaron la carroza Eutsi bordari, sasik hartu antziñin (Mantengamos las bordas, antes de que las coman las zarzas), en la que pastores y perros pastor cuidaban de un rebaño de ovejas de dos patas, aunque la carroza también la completaban animales de cuatro patas; otro grupo de jóvenes protegían a la muchedumbre de una central nuclear, con buzos blancos, máscaras antigas; tras ellos, quizás la carroza que despertó mas expectación, la Familia Addams; no tan sólo por el inmenso y lúgubre castillo que acogía a la familia, si no también por la representación que hicieron los jóvenes, perfectamente ataviados. Además, tenían incluso una niña del exorcista atada a su cama, pero que asustaba con sus gritos y movimientos. Fué, sin duda, la carroza que más hizo reir a los espectadores. Para finalizar, otro grupo de padres, madres con hijos e hijas, representó el mundo de dibujos animados de Bob Esponja, con su piña debajo del mar y todo el elenco de personajes marinos que le acompaña en la serie de televisión.
Durante toda la mañana la Policía Foral se encargó de regular los accesos a la localidad, aunque hubo menos aglomeraciones que en años anteriores. Por la tarde, tras la comida en el frontón en la que se reunieron 80 comensales, se sortearon el cordero y los dos jamones, que correspondieron a los números 7.418 (cordero que se llevó Iñigo Iruretagoiena Arretxea, de Villava-Atarrabia, de madre sunbildarra), 6.764 (el primero de los jamones se lo llevó Jorge Bereau Mazizior, de Aran-tza pero residente en Sunbilla) y 2.466 (la segunda magra fue para Diego Jorajuria Elizondo, residente en Pamplona, pero de padre y madre de Sunbilla).
joaldunak y mozorroak
El Carnaval llega hoy a Ituren
La tradición continúa
Hoy el Carnaval se celebra en Ituren, adonde acudirán los joaldunak de Zubieta y de Aurtitz. Está previsto que lleguen a la Plaza pasadas las dos de la tarde y, como siempre, estarán acompañados por los mozorroak, que volverán a hacer de las suyas. El martes, joaldunak de Ituren y Aurtitz devolverán la visita río arriba, llegando a la plaza de Zubieta. El miércoles será día de cuentas en Zubieta, donde volverán a salir los joaldunak en petit comité. En Ituren y Aurtitz también saldrán el miércoles, pero esperarán a hacer las cuentas el sábado en Ituren (con bertso-bazkaria en la que intervendrán Maialen Lujanbio y Agin Laburu) y música con el grupo Hauspolariek y el domingo en Aurtitz, donde tendrán xaharren bazkaria.