la poesía está en el candelero y la denominada “poesía de emergencia”, en Aoiz.
Una llamada al 659 861 032 y te recitan un poema. No hay comunicación, solamente la lectura de los versos.
Se trata de una iniciativa que surgió en Barcelona en 2018 del deseo de dos apasionados, Edu Bernal y Fede Nieto, por acercar la poesía a todo el mundo, y estos días está en Aoiz en manos de Kati Leatxe, voluntaria del proyecto y a su vez coordinadora de la zona norte.
“Me lo ofreció Edu, y a mí, que no soy especialmente amante de la poesía, me pareció una iniciativa sencilla, bonita y directa al corazón. Una manera especial de acercar la poesía”, explica Kati. El impulso vino también por romper otra idea: “Que la poesía es algo difícil para personas exquisitas de nivel elevado, o raras, o tristes y melancólicas”. Y aún añade más: “Porque se vea que en los pueblos hay vida y hacemos cosas bonitas”.
Kati elige un poema, en castellano o euskera, y lo lleva consigo. Su fórmula es sencilla: cuando suena el aparato, saluda, lee el título, recita, nombra autor o autora y les desea un buen día antes de colgar.
dedicación Como coordinadora, controla el tiempo de reparto del aparato que va y viene y que está bien atendido. “Cada vez llama más gente. Si no puede ser atendido, en ninguno de los cuatro terminales repartidos por el país, salta un contestador con un poema. Somos voluntarios y voluntarias, no hay exigencia, pero sí hay que dedicarle un poco de tiempo”, indica. La persona que coge el teléfono tiene que medir sus fuerzas y posibilidades. Atenderlo, por ejemplo, una hora al día es poco. También se puede compartir entre dos personas al día, que estén conectadas.
“Yo soy autónoma y en un momento dado puede que me resulte difícil responder a las llamadas, pero por eso no voy a dejar de hacerlo, porque me puedo poner de acuerdo con otra persona que lo desee en el pueblo y repartirnos la tarea”, argumenta.
‘BOom’ y efecto sanador El proyecto ha sido un boom, añade esta voluntaria. Lo cierto es que hoy cuenta con un voluntariado que asciende a 250 personas en el país, y contabiliza 70 llamadas diarias. Se trata de una línea con cuatro terminales, actualmente uno en Navarra (Aoiz), Cataluña, Andalucía y Madrid. Además de participar en la lectura, se acepta un euro para contribuir al gasto de la línea, recalca.
Kati Leatxe anima a tomar parte en el proyecto desinteresadamente y se apoya en la enorme satisfacción que le proporciona a ella. “Cierto es que todo lo que suene a cultura me atrae, y un tema tan sencillo como éste, cultural y con efecto tan bueno, no pude dejar que pasara de largo. Disfruto un montón, me gusta recitar en voz alta, me resulta agradable, creo que la poesía ensancha el alma de quien la recita y a quien la escucha. A mí me gusta conectarme con cosas bonitas, y con este proyecto lo consigo”, subraya.
En Aoiz queda, de momento, la poesía de emergencia. Si alguien se apunta, lo puede hacer a través de su propia web, o en Karekin kultura.