- El Club Ciclista Baztandarra Txirrindulari Taldea se presentó ayer, por todo lo alto, en la casa de cultura de Urdazubi. Se puede decir que el club ha vuelto a renacer con fuerza tras unos años de decadencia, gracias al impulso de varios padres y madres que han vuelto a poner en marcha la maquinaria del que fuera todo un referente del ciclismo tanto en el valle como en Navarra.

Ayer, en un acto multitudinario celebrado en Urdazubi, el Club Ciclista presentó a todos sus integrantes, 64 niños y niñas de entre 8 y 14 años, que lucieron con ilusión los maillots que utilizarán de aquí en adelante. Maillots y culotes coloridos que llevan impresos los logotipos de los patrocinadores, Josenea Zone Auto, Malkorra y Cem2.

El Club quiso agradecer a los patrocinadores su gran aportación en un proyecto emergente que viene pisando fuerte desde hace más de un año, volviendo a organizar pruebas ciclistas para niños y niñas en la comarca, y reforzando la formación de jóvenes ciclistas con la Escuela de Ciclismo, que cuenta con más de 60 participantes. El año pasado el Club Ciclista Baztandarra puso en marcha esta iniciativa, y este año retomará los entrenamientos en breve, a finales de marzo.

Además de presentar a todos los miembros del equipo, el acto contó con la participación de Miguel Induráin, que animó a los chavales a disfrutar de la bicicleta.

La renovada Junta Directiva del Club quiso también agradecer el gran trabajo realizado durante años por los fundadores del Club, allá por el año 1983. Santiago Ibargarai, Patxi Jaurena, Francisco Meoqui, Txuma Eugui, José María Ortega, Francisco Javier Leiza (los dos últimos no pudieron acudir), recibieron un cálido homenaje, por su dedicación. Los nombraron socios de honor, junto a Induráin, y les regalaron una foto conmemorativa. Txuma Eugui, uno de los principales artífices del Club, agradeció el homenaje, acordándose de los que no están: “Hoy estamos aquí nosotros, pero fueron más los que también ayudaron, están presentes en nuestro recuerdo”.

Tras el acto oficial de presentación, los integrantes del Club Ciclista Baztandarra se dirigieron al frontón de Urdazubi, donde posaron en una foto de familia y para posteriormente practicar la gynkana, y redondear la jornada con una merendola.