- El órgano ejecutivo de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona propondrá este lunes refrendar el convenio firmado hace doce años con el Ayuntamiento del Valle de Aranguren y que fijaba la fecha de 1 de enero de 2023 para el cierre y clausura del vertedero de Góngora. Aquel acuerdo no estableció un plazo específico de vigencia pero, según un informe jurídico, por “adaptación automática”, caduca en octubre de 2020 y se renueva para evitar su “extinción y el nacimiento de eventuales responsabilidades para la Mancomunidad al considerarse en tal caso su incumplimiento”.

La idea es prorrogar dicho convenio en un plazo de dos mes antes de “sustituirlo y actualizarlo” pero manteniendo el “compromiso básico de proceder a la clausura del centro de tratamiento de residuos”. La asamblea de la MCP deberá refrendarlo antes del 2 de octubre acordando la prórroga del convenio del 21 de octubre de 2008 por cuatro años hasta el 2 de octubre de 2024, detalla el informe jurídico (José Luis Beaumont) solicitado por la Presidencia de la MCP. El nuevo convenio mantendría los puntos básicos con el objetivo de que el centro actual sea “sustituido” por un nuevo centro ambiental que “pueda cumplir y cumpla escrupulosamente la normativa de la UE en materia de gestión de residuos y que, con ello, contribuya a la de protección del medio ambiente y a la protección de la salud humana”, según recoge el acuerdo de la Permanente.

El Consistorio de Aranguren ratificó ayer en sesión extraordinaria el convenio bilateral propuesto por la Permanente de la MCP, y lo hizo con el apoyo de CPVA, Navarra Suma y PSN, y el voto en contra de EH Bildu, que considera que no se cumplirá el convenio actual. “La vigencia de dicho convenio garantiza seguir manteniendo una relación fluida entre la Mancomunidad y el Ayuntamiento de Aranguren”, subraya el acuerdo. En la justificación de fondo se destaca los trámites que se han dado desde la MCP y el Gobierno para impulsar la nueva planta de residuos en Imarcoain, y poder contar con una instalación “integral y adecuada” para el tratamiento de los residuos y de sus diferentes fracciones, así como las sanciones impuestas por el Gobierno.

Se recuerda “que la normativa legal actualmente vigente e inexistente en 2008 ha establecido múltiples exigencias en el tratamiento de los residuos que no se están cumpliendo ni se pueden cumplir en el CTRU de Góngora, y su incompatibilidad con el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la legislación de la UE en materia de gestión de residuos, puesto que no está capacitada ni cuenta con las mejores técnicas disponibles para posibilitar el exigible tratamiento de los residuos sólidos urbanos no peligrosos antes de su eliminación o depósito en vertedero”.

Señala además que para las actividades previstas en el nuevo centro para tratar 48.000 toneladas al año de fracción resto, 17.000 de envases y 40.000 de materia orgánica la superficie útil de las instalaciones en Góngora, excluida la zona de vertedero, es tan solo el 70% de la necesaria para el nuevo centro y poder cumplir con las exigencias normativas en materia de residuos, su tratamiento y gestión”. Faltarían, añade, 28.467 m2 para llevar a cabo el nuevo proyecto, y la morfología perimetral de Góngora es “totalmente inadecuada”, ni hay “margen” para ninguna nueva instalación vinculada al servicio de residuos.