- Tras 40 años de madrugones ininterrumpidos, mañana será la última vez que Gonzalo Olaortua Sagaseta (Uztarroz, 1955 ) se levante a las 5.45 horas para hacer su particular “ruta”: dejar el periódico en el felpudo de 87 viviendas del barrio de Iturrama. Sí, la librería papelería Gonzalo, en la calle Pedro I, dice adiós después de cuatro décadas porque “ya no es plan trabajar todos los días de la semana, nos hacemos mayores y no podemos aguantar más con este ritmo de vida”, asegura el librero, que confiesa que “si los periódicos salieran cinco veces a la semana en vez de siete seguiría trabajando uno o dos años más”.

A pesar del cansancio, solo cierra el día de Navidad, Año Nuevo y Viernes Santo; Gonzalo reconoce que es “muy duro” cerrar porque “al final la esquina de la librería es como un barrio”. Precisamente, esos clientes de barrio se están pasando por la papelería por última vez para agradecer a Gonzalo el trabajo realizado durante todo este tiempo. “Se acercan y te dan las gracias. Algunos incluso me están dando regalos, pequeños detalles. Este tipo de cosas gustan mucho”, reconoce emocionado Gonzalo, que añade que ha “forjado” una relación “muy cercana” con sus clientes: “He conocido todas sus alegrías y todas sus penas”.

Gonzalo abrió la librería junto a su mujer, Pilar de Vicente, en diciembre de 1980, cuando la calle Pedro I aún estaba sin embrear: “Había barro y todos los edificios de enfrente aún se estaban construyendo”, recuerda el librero.

Las obras fueron a muy buen ritmo y las primeras familias con niños pequeños no tardaron en llegar. “En los primeros años, era un barrio muy joven y la mitad de la tienda era juguetería y también vendíamos chucherías”, explica Gonzalo, que señala que en esa época, concretamente en 1986, se tuvo que fundar la ikastola Amaiur debido al elevado número de niños y niñas en Iturrama: “Nos dio un gran empujón porque vendíamos muchos libros y material escolar”, comenta.

La librería papelería se ha adaptado a la evolución demográfica del barrio. Por eso, desde hace “unos quince años”, Gonzalo ofrece libros universitarios de segunda mano: “La gente deja ejemplares que ya no utiliza y cuando otra persona los compra se llevan una cantidad de dinero”, indica. En caso de venta, Gonzalo se pone en contacto con la persona que dejó el libro y en ocasiones se encuentra con sorpresas: “Era un chico que había terminado arquitectura y le debía 22 euros. Me cogió la llamada y me dijo que se había instalado en Canadá y que me gastase el dinero en unas cuantas cervezas. Esas cosas se te quedan grabadas para siempre”, asegura.

Gonzalo tiene tres momentos marcados en su memoria: el lanzamiento del primer cohete alternativo sanferminero, la primera victoria de etapa de Miguel Induráin en el Tour de Francia y la muerte de la princesa Diana de Gales.

El cohete alternativo tiene su origen el 6 de julio de 1981, cuando “seis amigos nos juntamos y decidimos lanzarlo en la puerta de la librería”, recuerda el librero, que afirma que con el paso de los años fue ganando más adeptos. “Se montaba muy buen ambiente. Hacíamos un almuerzo y todos los comercios de alrededor aportaban algo”, señala.

Los otros dos los recuerda por las “inmensas” ventas que provocaron. “Cuando murió Lady Di vendí muchísimos ejemplares de revistas de corazón. Hubo colas eternas”, asegura. La primera victoria de Induráin, en Cauterets, fue el lunes 10 de julio de 1989. El martes “volaron” todos los ejemplares del diario Marca: “Tenía 128 y se vendieron todos. Fue algo increíble”, rememora.