Tras ver cómo le rechazaban el Presupuesto y del fracaso que ha supuesto la suspensión definitiva del proyecto de reurbanización del Paseo de Sarasate, el alcalde de Pamplona Enrique Maya ha decidido liderar la revuelta de Navarra Suma contra la nueva financiación local acordada en el Parlamento foral por todas las formaciones, excepto la coalición de la derecha.

En una rueda de prensa celebrada en el edificio consistorial minutos antes de que la mayoría municipal reprobara al concejal de Proyectos Estratégicos por la gestión del proyecto de Sarasate, el alcalde ha anunciado la creación de una comisión interna y varias iniciativas que no ha concretado.

"El dinero es nuestro. Seguiremos hasta donde haga falta" ha sido el comentario del alcalde con respecto a la Carta de Capitalidad, un concepto que desaparece como tal en el nuevo sistema de financiación de las entidades locales a cambio de introducir otras variables para mejorar el equilibrio territorial.

Maya ha agradecido el apoyo del grupo parlamentario de Navarra Suma y de la coalición UPN-PP-Cs a su postura. Considera que Pamplona sale perdiendo en el reparto y que el nuevo sistema se ha acordado al margen del principal ayuntamiento navarro.

Ha anunciado que el Ayuntamiento solicitará al Gobierno foral una comisión de transferencias para analizar las competencias "impropias y delegadas" que, según ha afirmado, no podrá ejercer si se suprime la Carta de Capitalidad y que por tanto deberían recaer en el Gobierno foral o en su caso pagar al Ayuntamiento el dinero correspondiente por su prestación.

Considera que Pamplona presta servicios que venían siendo asumidos “de manera pacífica, sin ningún problema, a través de la Carta de Capitalidad” y que “durante casi 25 años, todos los ayuntamientos han entendido que con esta Carta de Capitalidad teníamos que ejercer determinadas competencias que no nos correspondían o que las ejercíamos solo con la financiación de la Carta de Capitalidad. Si ahora nos la quitan, tendremos que reclamar al Gobierno de Navarra que nos pague ese dinero por el ejercicio de esas actividades”, afirmó el alcalde.

Según los datos que facilitó en su comparecencia, Pamplona recibía 26 millones por la Carta de Capitalidad, que ahora se convierten en un fondo de cohesión territorial de 16 millones de euros” y que, de esos 16, la Ayuntamiento recibe el 80%, unos 12 millones.

Un reparto que, a juicio de Maya, “ha sido político” pues en los expedientes que les han hecho llegar “no hay ninguna justificación, podía haber sido cualquier cifra”. En dicho expediente, además, “no hay ni una sola referencia que justifique la desaparición de la carta de Capitalidad”.

También anunció que, “si se consuma la supresión de la Carta de Capitalidad”, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Pamplona instará a la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional por conflicto con la autonomía local de las entidades municipales.