Madrileños, catalanes y valencianos. Franceses, belgas e italianos. Familias, parejas y jubilados. Tours completos y hoteles al 90%.

Tras dos años de restricciones, miles de turistas recorren los 875 metros del encierro, descubren las murallas o se adentrar en la catedral.

"Desde el jueves, realizamos atenciones sin parar tanto por la mañana como por la tarde. Hay gente en espera a todas horas", reconoce Leire Ekisoain, trabajadora de la Oficina de Turismo.

"Hemos acabado ahora con el grupo y la calle Curia parecía San Fermín", asegura Mikel Ollo, guía turístico y gerente de Destino Navarra, que esta Semana Santa no para de enseñar los rincones de la ciudad.

"Desde el jueves a la tarde estamos trabajando bien, dos grupos de 25 personas al día, uno a la mañana y otro a la tarde. Siempre se podría trabajar más, pero no nos podemos quejar, estamos saliendo de una época post-covid", apunta.

A pesar de las buenas sensaciones, Mikel aclara que aún no han alcanzado la carga de trabajo previa a la pandemia. En primer lugar, por la proliferación de los free tours: "De las 25 visitas diarias que hay en Pamplona, el 90 % emplean esta formula. El turista paga lo que quiere sin facturas ni recibo. Nosotros apostamos por la línea contraria, cobrar un precio concreta y no hacer ninguna petición extra", defiende.

En segundo lugar, incide, el temor de algunos clientes a juntarse con demasiada gente, aunque sea al aire libre. Para contrarrestar ese miedo, explica, han fijado en 25 el número máximo de personas que pueden acudir a la visita guiada. "Ni nos lo hubiéramos planteado antes de la pandemia. Los grupos solían ser de 50 personas y no existía ese miedo a juntarse en espacios abiertos", comenta el guía.

La mayoría de turistas, indica, realizan la visita guiada por la mañana y a la tarde callejean y potean por su cuenta. Al día siguiente, comentan desde la Oficina de Turismo, es el turno de la escapada rural al Baztan, Selva de Irati, Bardenas Reales o el Palacio de Olite.

Estas excursiones suelen ser por libre, aunque no siempre. "Los grupos de recién jubilados y con cierta capacidad económica contratan excursiones a demanda. Tenemos un vehículo y vamos a dónde ellos quieren, aunque tenemos unas paradas definidas", comenta. Estos viajes VIPs o especiales, subraya, funcionarán mucho a partir de mayo y los destinos favoritos son el Baztan, Roncesvalles y las Bardenas Reales.

La alta afluencia de visitantes también se ha reflejado en un importante volumen de pernoctaciones en los hoteles de la ciudad. Sara Martínez Sánchez, presidenta de la Asociación de Hoteles de Pamplona y directora de El Toro, informa de que la media de ocupación ronda el 90% desde el Jueves Santo y confiaba en que algunos hoteles de la ciudad colgaran el cartel de 'completo' durante el fin de semana.

"Esperemos que entre hoy y mañana se animen las reservas de última hora, que la media de estancias ronde el 95% e incluso que algunos hoteles alcancen el lleno para las noches del viernes y del sábado", anhelaba Sara. El buen porcentaje de pernoctaciones se mantendrá hasta mañana, Lunes de Pascua, ya que sigue siendo festivo en cinco comunidades: Baleares, Catalunya, Comunidad Valenciana, País Vasco y la propia Comunidad Foral.

Reservas anticipadas

Esta Semana Santa, a diferencia de las dos últimas -monopolizadas por las restricciones, limitaciones y cancelaciones de última hora- la pandemia parece que está bajo cierto control y los turistas han planificado sus vacaciones con meses de antelación. "En Navidad, padecimos la sexta ola y a finales de enero y principios de febrero empezaron a llegar las primeras reservas", recuerda la presidenta de la asociación. La duración media de las estancias rondan las dos noches.

La gran mayoría de los huéspedes, alrededor del 80%, siguen siendo nacionales y, en concreto, familias con hijos que proceden de Madrid, Barcelona, Comunidad Valenciana, Euskadi e Iparralde. También se hospedan senderistas, ciclistas y moteros que vienen en busca de naturaleza y carreteras serpenteantes y sinuosas de montaña por las que circular. Todos ellos, asegura Sara, se quedan encantados con la cultura, la gastronomía y los paisajes: "Muchos clientes nos dicen que el tiempo se les ha quedado muy corto porque hay muchas cosas que ver y nos confirman que repetirán".

Por todo ello, desde la Asociación de Hoteles de Pamplona realizan una primera valoración positiva. "Semana Santa es el punto de partida y cuando es buena, el resto de la temporada también es positiva. Estamos contentos con cómo está yendo el inicio de la campaña, pero siempre con prudencia porque no somos ajenos a lo que está pasando en el mundo y el contexto en el que estamos", reflexiona.

Aún así, son optimistas y pronostican unos buenos Sanfermines -con una ocupación que rondará el 90% y seguramente el 100% el 6 y 7 de julio- y verano. "La tendencia del turismo de interior y de naturaleza sigue al alza y navarra en este aspecto está en puestos de cabeza", opina.

Eso sí, recuerda que el objetivo es no depender de unas fechas concretas y conseguir un nivel de ocupación lo más estable posible. "El año está compuesto por 52 semanas y el objetivo es que los hoteles no paren la actividad, que la ciudad mantenga su programa de congresos y eventos culturales para tener buenas ocupaciones entre semana y los fines de semana", desea.

LOS SERVICIOS MÁS DEMANDADOS POR LOS VISITANTES

- Clásicos de la ciudad: recorrido de San Fermín, Murallas, parques y jardines, catedral.

- Lugares para tomar pintxos.

- Actividades para hacer con niños.

- Resto de Navarra: Valle de Baztan, Palacio Real de Olite, Bardenas Reales y Serval de Irati